lunes, 31 de enero de 2011

La Independencia Norteamericana y sus Influencias sobre el Movimiento de Emancipación Hispanoamericana


Por Claude Lara (In Revista AFESE N. 10, 1987, pp. 64-69)

En su obra “La Revolución Americana de 1776 y el Mundo Hispánico”, Mario Rodríguez destaca el tema del anticolonialismo cuando escribe: “Antonio de Alcedo y Bexarano, natural de Quito, Ecuador, (debo recordar que su padre Dionisio de Alcedo fue presidente de la Real Audiencia de Quito), hizo una relación destacada de la Revolución norteamericana en el “Diccionario Geográfico-Histórico de las Indias Occidentales o América” (5º vol, Madrid 1786-1789). Basándose en numerosas referencias en todos los idiomas de la historia del hemisferio occidental, la obra de Alcedo incluía una relación objetiva de las colonias británicas en América del Norte: cómo fueron formadas, las naturalezas de la zona y sus gentes, y las causas de la revolución. Además, Alcedo reprodujo una proclama a los habitantes de Boston en 1774, que les urgía a levantarse en armas contra los británicos. Las últimas líneas impresionaron, sin duda, a los lectores del Nuevo Mundo: DESPERTAD, AMERICANOS, NUNCA SE VIO LA REGIÓN QUE HABITÁIS CUBIERTA CON TAN ESPESAS NUBES. SE OS LLAMA REBELDES PORQUE OS NEGÁIS A PAGAR EL TRIBUTO: PUES BIEN, JUSTIFICAD VUESTRAS PRETENSIONES CON VUESTRO VALOR, O SELLAD LA PÉRDIDA CON VUESTRA SANGRE; YA NO ES LÍCITO PONER EN DUDA LA LIBERACIÓN CUANDO LA MANO DEL OPRESOR TRABAJA EN LABRAR VUESTRAS CADENAS; EL SILENCIO SERÍA DELITO, Y LA OPRESIÓN INFAMIA; LA CONSERVACIÓN DE LOS DERECHOS DE LA REPÚBLICA ES SU SUPREMA LEY, Y EL QUE NO HAGA TODOS SUS ESFUERZOS EN EL PELIGRO QUE SE HALLA LA LIBERTAD DE LA AMÉRICA SERÁ REFUTADO COMO EL MÁS INFELIZ DE LOS ESCLAVOS”.

Tratar del anticolonialismo es un tanto delicado, puesto que han existido varios movimientos de ese tipo en la historia de la humanidad. Para no caer en la confusión, así como en las generalidades fáciles y triviales, es necesario vincular esta rama con su tronco; en otras palabras, definir el anticolonialismo de esa época y unirlo con la ideología revolucionaria de aquellos momentos: la Ilustración.

Resumir la Ilustración en algunas líneas sería presuntuoso; sin embargo, en lo que se refiere al anticolonialismo, es posible encasillarlo con esa idea general acerca de las Luces: “La Ilustración fue un gran esfuerzo por regenerar al hombre y por modernizar su medio a fin de que pudiera desplegar al máximo sus talentos. Contenía una fe básica en la dignidad del individuo (allí viene lo fundamental referente al anticolonialismo) Y EN SU CAPACIDAD PARA FORMAR SU PROPIA SOCIEDAD, SIN LOS IMPEDIMENTOS DE LAS VIEJAS INSTITUCIONES QUE SUPONÍAN PERDIDA LA CAUSA DEL HOMBRE”.

En la Declaración de Independencia de los Estados-Unidos de América, junio de 1776, se define clara y precisamente esta corriente anticolonialista: “CUANDO EN EL CURSO DE LOS ACONTECIMIENTOS HISTÓRICOS HUMANOS SE HACE NECESARIO PARA UN PUEBLO CORTAR LOS VÍNCULOS POLÍTICOS QUE LO HABÍAN UNIDO CON OTRO PUEBLO Y OCUPAR ENTRE LAS POTENCIAS DE LA TIERRA LA POSICIÓN SEPARADA Y EQUIVALENTE A QUE LAS LEYES DE LA NATURALEZA Y DEL CREADOR LE DAN DERECHO, RESULTA NECESARIA, POR RESPETO A LA OPINIÓN DEL MUNDO, LA DECLARACIÓN DE LAS CAUSAS QUE IMPELEN A TAL SEPARACIÓN”.

Ahora bien, hemos visto en qué consistía ese anticolonialismo; debemos referirnos a su impacto decisivo sobre las ideas independentistas de los españoles de América y esencialmente de sus líderes. Al mismo tiempo, cabe destacar que esta Declaración, no sólo fue nacionalista, sino universalista.

En su célebre carta dirigida a los españoles, que fue publicada en 1799 por Francisco De Miranda, el Jesuita Juan Pablo Viscardo Guzmán clamó: “EL VALOR CON QUE LAS COLONIAS INGLESAS DE AMÉRICA HAN LUCHADO POR SU LIBERTAD, QUE DISFRUTAN CON GLORIA, CUBRE NUESTRA INDOLENCIA DE VERGÜENZA; LOS HEMOS ENTREGADO LA PALMA CON LA QUE HAN SIDO LAS PRIMERAS EN CORONAR AL NUEVO MUNDO CON SU SOBERANÍA INDEPENDIENTE”.

De modo que, para probar el impacto profundo de la idea anticolonialista de la revolución norteamericana sobre el mundo de habla hispana, no es necesario extenderse con una sucesión de citas de los más importantes emancipadores de la gesta libertaria, quienes en su mayoría invocaron, justificaron y estimularon las guerras de la independencia con la misma idea que la de los revolucionarios norteamericanos: el anticolonialismo basado en el derecho natural y en un gobierno democrático representativo e independiente como lo ilustra el preámbulo de la Constitución Quiteña, de 1812.

En esta investigación, lo que nos sorprendió más fue la influencia de la Revolución norteamericana de 1776 sobre el mundo hispano. En la metrópoli española, un distinguido hombre de letras, Valentín de Foronda, representante de España en Filadelfia durante el período de 1801-1809, en su “Carta sobre lo que debe hacer un Príncipe que tenga colonias a gran distancia”, publicó en 1803 este folleto que podemos denominar de descolonización. En una palabra, el colonialismo era presentado como una posición insostenible. Y para probar su punto de vista, Valentín de Foronda cita el ejemplo de Estados Unidos (argumento común entre los escritores anticolonialistas). Dice: “ ¿HAY PAÍS EN EL GLOBO DONDE VIVÍAN SUS NATURALES CON MÁS COMODIDADES Y ABUNDANCIA QUE LOS DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA SEPTENTRIONAL? NO. ¿TIENEN COLONIAS A GRANDES DISTANCIAS POR DAR SALIDA A SUS FRUTOS?. NO. ¿TIENEN ESCUADRAS QUE DEFIENDAN SU TRÁFICO? NO. PUES, SIN EMBARGO EXTRAJERON EN EL AÑO 1801 EL VALOR DE NOVENTA Y TRES MILLONES DE PESOS FUERTES”. Y concluye: “NO ES NECESARIO POSEER COLONIAS, NI MINAS, PARA QUE UNA NACIÓN SEA RICA”. Es decir que V. de Foronda puso en tela de juicio las premisas del sistema colonial español mercantilista que creía que la riqueza del Estado se basaba en la posesión de metales preciosos.

Otro documento español, muy valioso, escrito por José de Abalos en 1781 es el intitulado “Representación del Intendente Abalos dirigida a Carlos III, en la que pronostica la Independencia de América y sugiere la creación de varias Monarquías en el Nuevo Mundo e Islas Filipinas”, que representa un enfoque gradual hacia la amenaza del anticolonialismo a la luz de los acontecimientos de la Revolución norteamericana y de su éxito que el autor considera como eminente. Escribió: “HARTAS LECCIONES NOS PRESENTA LA HISTORIA DE LOS SIGLOS PARA EL APOYO DE ESTE INCONTESTABLE PRINCIPIO. LOS ASIRIOS, LOS EGIPCIOS, LOS MEDAS, PERSAS Y GRIEGOS LLEGARON ALTERNATIVAMENTE EN SUS TIEMPOS A SUBYUGAR EL MUNDO Y CUANDO ARRIBARON A SER MÁS FORMIDABLES COMENZARON A EXPERIMENTAR SU DECADENCIA Y SU RUINA”. Y añadió: “LA HISTORIA, SEÑOR DE LO PASADO, ES HISTORIA DE LO PRESENTE Y LO SERÁ DE LO FUTURO, PORQUE NO SE HA VISTO NI SE VE OTRA COSA QUE LA REPETICIÓN DE UNOS MISMOS SUCESOS… Y ESTO MISMO QUE HA SIDO, ES Y SERÁ EN EL ANTIGUO MUNDO, EN QUE CON RAPIDEZ SE HAN VISTO PASAR LAS MONARQUÍAS DE UNAS A OTRAS MANOS, HAY MOTIVOS MÁS PODEROSOS NO SÓLO PARA PENSARLO, SINO PARA CREERLO COMO CIERTO EN LO RESPECTIVO A ESTE MUNDO NUEVO, PORQUE LOS MOTIVOS SON MÁS EFICACES Y PODEROSOS Y POR CONSECUENCIA DE MAYOR INFLUJO Y ACTIVIDAD, PARA QUE PRODUZCAN SUS EFECTOS CON MÁS PRONTITUD”.

Y hay una advertencia: “HASTA AQUÍ SEÑOR LAS AMÉRICAS PUEDE DECIRSE QUE HAN ESTADO EN SU INFANCIA Y, DURANDO AL MISMO TIEMPO EN SUS HABITANTES AQUEL TERROR DE LOS PRIMEROS CONQUISTADORES, HA SIDO FÁCIL MANTENERLAS EN SUBORDINACIÓN, PERO YA CON EL TRANSCURSO DE LOS TIEMPOS HAN TOMADO INCREMENTO Y SE HA IDO DESVANECIENDO AQUELLA IMPRESIÓN QUE HEREDARON DE SUS ABUELOS. MENOS PREOCUPADAS SUS IMAGINACIONES DE LO QUE ESTABAN ANTES Y MÁS PODEROSAS EN GENTES Y PROPORCIONES DISCURREN CON UNA LIBERTAD DESMESURADA”.

Quizás lo más sorprendente aún y que ilustra de manera determinante que el mundo hispánico estaba informado del proceso de la Revolución norteamericana es la prensa. En efecto, los periódicos de la época, especialmente, la “Gaceta de Madrid” y el “Mercurio Histórico y Político”, también de la capital, relataban los hechos revolucionarios de América del Norte. Y afortunadamente, el Profesor Luis Miguel Enciso Recio, en su estudio “La Gaceta de Madrid” y “el Mercurio Histórico y Político, 1776-1781” proporcionó las cifras que indican el volumen del público lector. Las cifras muestran que hasta mediados de 1779 hubo mayor cantidad de envíos a América que ventas en España, ¿no lo prueba el precursor de la independencia ecuatoriana Eugenio de Santa Cruz y Espejo en su gaceta: “Las Primicias de la Cultura de Quito” de 1792, quien conoció las noticias de la Revolución norteamericana y las formas republicanas de gobierno implantadas en las antiguas colonias inglesas? A partir de entonces, cambió el ritmo a medida que los peninsulares o extranjeros iban a la cabeza de las compras, pero el volumen de envío para las Américas seguía aumentando.

Con este rápido panorama acerca de la presencia de la Revolución norteamericana en el mundo hispano podemos sacar estas conclusiones: para comenzar el público español no quedó a oscuras sobre la historia de la Gran Bretaña, de sus colonias y de la emancipación norteamericana; que dicha Revolución proporcionó una lección sobre técnicas revolucionarias, es decir desobediencia civil, resistencia pasiva, presiones económicas, intimidación de la oposición, propaganda estridente a favor de la independencia, la constante repetición de los términos “América”, “Americanos”, en fin, lo que el proceso de independencia norteamericana preparaba era otros movimientos emancipadores, puesto que se describían los agravios motivados por los impuestos, los aires de superioridad por parte de los europeos y la decisión de estos últimos de hacer uso de la fuerza más que de razón en contra de los colonos. Comprendemos fácilmente que los criollos de Hispanoamérica podían identificarse con los rasgos característicos de la Revolución norteamericana y, visto su éxito, sacar conclusiones favorables acerca de la organización de movimientos de emancipación en América Hispana. Entonces, la victoria de los compatriotas ingleses en Norteamérica apoyaba aún más la convicción de los “rebeldes” de que se iba a doblar otra página del libro de la historia del Nuevo Mundo, cuyo capítulo inicial se llamaría: Independencia.

Hemos mencionado anteriormente la influencia del proceso de la Independencia norteamericana en el movimiento anticolonialista y la presencia o el impacto de esta Revolución sobre lo selecto y los caudillos de la emancipación hispanoamericana. Ahora, vamos a ver otro factor decisivo sobre este proceso: el influjo de la Revolución norteamericana sobre el equilibrio del poder de Europa, así como de su aporte en la independencia hispanoamericana que, más tarde, transformará el equilibrio político y estratégico del viejo continente.
Juzgado de modo aparente, Gran Bretaña se encontraba en una posición envidiable después de 1763. Inglaterra había prácticamente destruido a su principal enemigo, Francia, -por lo menos como poder colonial- en el Nuevo Mundo. En efecto, gracias a la importante ayuda de los colonos ingleses y la fuerza naval superior de Gran Bretaña, la guerra terminó en desastre para Francia, que fue casi eliminada como potencia colonial en Norteamérica y en el Caribe. España no entró en guerra hasta el último año; sin embargo, sufrió la ocupación de La Habana por las arrolladoras fuerzas de Gran Bretaña. Por consiguiente, la brillante victoria de 1763 balanceó el poder a favor de los ingleses. Siendo así, las otras naciones tenían un interés común en restablecer el equilibrio del poder; y los Borbones, españoles como franceses, se hallaban a la vanguardia de dicho movimiento.

Los Borbones vieron con mucho agrado la situación embarazosa de Gran Bretaña. Para darse cuenta de la ayuda secreta, antes de la intervención directa de España y sobre todo de Francia, los gobiernos borbónicos proporcionaron a los norteamericanos, bajo forma de municiones, suministros, así como varios créditos, un gran apoyo. Vale la pena recordar ese dato. El 2 de mayo, Francia accedió a contribuir con un millón de libras a dicha ayuda, bajo la creación de la empresa “Roderigue Hortalez y Compañía”. España aceptó colaborar con otro millón al grupo encabezado por el dramaturgo francés Carón de Beaumarchais. Este fue el primero de una serie de préstamos facilitados por las coronas borbónicas a la causa norteamericana y, conviene hacer notar que España y Francia habían decidido apoyar a los revolucionarios antes de que ningún agente de los Estados Unidos hubiera llegado a Europa. De modo que el enemigo común era Inglaterra como bien lo escribía John Jay, emisario de Estados Unidos ante la corona española: “LOS BIEN CONOCIDOS TALENTOS DE V.E. ME AHORRAN EL TRABAJO DE EXPONERLE QUE ES EL INTERÉS DE TODA EUROPA UNIRSE PARA ARRUINAR EL EXHORBITANTE PODER DE UNA NACIÓN, QUE ARROGANTEMENTE PRETENDE EL OCÉANO COMO UN DERECHO INGLÉS, Y CONSIDERA TODAS LAS VENTAJAS EN EL COMERCIO, AÚN LAS ADQUIRIDAS POR MEDIO DE LA VIOLENCIA, O DE LA CRUELDAD COMO UN JUSTO TRIBUTO, QUE SE DEBE AQUELLA SUPERIORIDAD DE QUE BLASONA EN LAS ARTES, Y LAS ARMAS. ESTABLECIENDO LA INDEPENDENCIA DE AMÉRICA QUEDA DIVIDIDO EL IMPERIO DE INGLATERRA, Y CORTADOS LOS NERVIOS DE SU PODER”.

Una vez concluída la victoria borbónica con la paz de Versalles, el 3 de septiembre de 1783, los británicos, a su vez, hicieron oscilar la balanza del poder en Europa, atacando, mediante el espíritu de Francia, la posición aparentemente envidiable de España. En efecto, considerando el esfuerzo y dinero para mantener sus intereses durante los años de la Revolución norteamericana, España salió de la empresa muy empobrecida. Al buscar un desquite, así como nuevos mercados, los británicos tenían gran interés en ayudar a las colonias españolas para realizar su destino como unidades independientes.

Este paralelismo que hemos descrito gracias a la influencia determinante de la Revolución norteamericana en el balance del poder de las grandes potencias europeas y, a su vez, la independencia hispanoamericana sobre el mismo, es revelador en la magnífica odisea de Francisco de Miranda para liberar América hispana. En efecto, en el documento preliminar, firmado en París el 27 de diciembre de 1797, el primer artículo ponía de relieve los argumentos y planteamientos en potencia de Hispanoamérica, desde el estallido de la Revolución norteamericana, y consistía en recordar a los ingleses que habían perdido sus colonias en Norteamérica por la intervención española en la Revolución. Había llegado el momento para que Inglaterra le pagara con la misma moneda. Y así ocurrió, puesto que el principal acreedor de las guerras emancipadoras fue Inglaterra, por los atractivos comerciales y estratégicos que ofrecía nuestra región, una vez emancipada. Así pues, una vez más, el anticolonialismo representado por la Revolución norteamericana y la nación que dio a luz tuvieron su impacto en la emancipación de las colonias españolas en lo que se refiere al delicado y muy sutil juego del equilibrio del poder en Europa.

Hemos tratado de demostrar que el proceso de independencia norteamericana tuvo una influencia importante y, a veces decisiva, sobre el mundo de habla hispana y, que la Revolución norteamericana permitió a la mayoría de los héroes de nuestra Independencia tenerla como modelo y ejemplo para la organización y realización de la emancipación hispanoamericana. Sin caer en las exageraciones de la apología, hay que reconocer que lo selecto de los criollos hispanoamericanos desbordaba de entusiasmo y de admiración cuando se referían a este proceso de emancipación que, muchas veces, denominaban “la antorcha que deberíamos seguir”.

En fin, en este estudio concluiremos que, poniendo de lado la fuerte influencia de la revolución francesa así como de otros factores externos e internos, parece muy acertada la reflexión de Mario Rodríguez sobre el impacto que causó el proceso de independencia norteamericana en las colonias españolas, cuando escribe: “LA LUCHA POR LA INDEPENDENCIA EN HISPANOAMÉRICA TUVO COMO NORTE LA REVOLUCIÓN AMERICANA. ADEMÁS DE SUS PROPIOS HÉROES Y DE LOS SÍMBOLOS QUE SURGIERON DE LA EMANCIPACIÓN HISPANOAMERICANA, LOS EXCOLONOS DE ESPAÑA UTILIZARON TAMBIÉN LOS DE LA AMÉRICA INGLESA. ADMIRARON EL GENIO MILITAR Y LA AGUDEZA POLÍTICA DE GEORGE WASHINGTON, LAS HAZAÑAS CIENTÍFICAS Y EL SENTIDO PRÁCTICO DE BENJAMÍN FRANKLIN Y LA VISIÓN POLÍTICA DE THOMAS PAINE Y THOMAS JEFFERSON, PARA MENCIONAR SÓLO LAS FIGURAS MÁS RECONOCIDAS EN EL MUNDO DE HABLA HISPANA Y PORTUGUESA. TODOS LOS FAMOSOS DOCUMENTOS DEL PERIODO REVOLUCIONARIO AMERICANO FUERON TRADUCIDOS Y COMENTADOS POR LOS PUBLICISTAS DEL NUEVO MUNDO; Y LOS HISPANOAMERICANOS SE INSPIRARON PROFUSAMENTE EN ELLOS A LA HORA DE PROYECTAR SUS PROPIOS SISTEMAS DE GOBIERNO”.


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BIBLIOGRAFÍA:

- Historia Universalis, tomo VI.

- Reseña de la Historia Norteamericana.

- La Revolución Norteamericana 1176 y el Mundo Hispánico, Mario Rodríguez,

- La Gaceta de Madrid y el Mercurio Histórico y Político, 1776-1781, Luis Miguel Enciso Recio.

Homenaje a Leopoldo Benites Vinueza en el centenario de su nacimiento (1905-2005)


Por Claude Lara (In Revista AFESE, N. 43, 2005, pp. 159-160)

“Un gran señor de la cultura y un conversador amplio, magnífico; es la imagen de Leopoldo Benites que se nos impone a los primeros minutos de charla…” (1)

Al conmemorar el centenario del nacimiento de Leopoldo Benites Vinueza, el Consejo Editorial ha decidido presentar extractos de sus obras que reflejan en palabras de Benjamín Carrión: “su gran estatura intelectual” (2), así como documentos inéditos que ilustran, como bien dice el embajador argentino Carlos Pietro Iñiguez, a “uno de los grandes diplomáticos de nuestra América en la segunda mitad del siglo XX” (3).

En esta edición constan:

- El testimonio titulado: “Leopoldo Benites Vinueza visto por Simón Espinoza” (4); el sugerente capítulo “Escenario” de su obra mayor “Ecuador, drama y paradoja”, calificada por Alfredo Pareja Diezcanseco como un “libro extraordinario” (5) y finalmente, su pensamiento poético con: “Palabras preliminares”, ilustrado con varios poemas: “Sonetos de la mujer vegetal”, “Éxtasis”, “Canto de nostalgia al Ecuador” y “Canto al mundo del átomo”.

Además, por su interés documental, se reproducen sus discursos inéditos:

Como Presidente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en 1961.

Como Presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, 1973-74.

Como Primer Secretario del Organismo para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina (OPANAL), en 1971.

Y:

Su discurso al recibir la Medalla de Oro de la Paz, concedida por el Secretario General de las Naciones Unidas, destinada a Jefes de Estado.

Su discurso al recibir la presea otorgada por la reputada Sociedad Bolivariana de Nueva York.

Sus observaciones al constar su nombre en la prestigiosa Enciclopedia Británica.


Ver el artículo en PDF con todos los textos de los documentos mencionados:

EN EL CENTENARIO DE LEOPOLDO BENITES (SIMÓN ESPINOSA CORDERO)

ESCENARIO DE "ECUADOR DRAMA Y PARADOJA"(LEOPOLDO BENITES VINUEZA)

PALABRAS LIMINARES (LEOPOLDO BENITES VINUEZA)

SESIÓN DEL CONSEJO DE SEGURIDAD PARA TRATAR DEL ASUNTO DE KUWAIT (MISIÓN PERMANENTE DEL ECUADOR)

CANDIDATURA DEL EMBAJADOR LEOPOLDO BENITES PARA PRESIDENTE DE LA ASAMBLEA GENERAL DE LAS NACIONES UNIDAS EN 1973

CANDIDATURA DEL EMBAJADOR LEOPOLDO BENITES VINUEZA PARA OCUPAR LA PRESIDENCIA DE LA ASAMBLEA DE LAS NACIONES UNIDAS EN 1973

DECLARACIÓN DEL REPRESENTANTE PERMANENTE DEL ECUADOR, EMBAJADOR LEOPOLDO BENITES, EN EL DEBATE GENERAL DEL XXIX PERÍODO DE SESIONES DE LA ASAMBLEA GENERAL DE LAS NACIONES UNIDAS DELEGACIÓN PERMANENTE DEL ECUADOR

HOMENAJE PÓSTUMO AL EXCELENTÍSIMO EMBAJADOR LEOPOLDO BENITES VINUEZA PRIMER SECRETARIO GENERAL DEL OPANAL

PRESEA OTORGADA POR SOCIEDAD BOLIVARIANA DE NUEVA YORK AL EMBAJADOR LEOPOLDO BENITES, PRESIDENTE DE LA ASAMBLEA GENERAL DELEGACIÓN PERMANENTE DEL ECUADOR

DISCURSO DEL PRESIDENTE DE LA ASAMBLEA GENERAL DE LAS NACIONES UNIDAS, S.E. SR. LEOPOLDO BENITES

MEDALLA DE ORO DE LA PAZ CONCEDIDA POR EL SECRETARIO GENERAL DE LAS NACIONES UNIDAS: DELEGACIÓN PERMANENTE DEL ECUADOR

PEQUEÑA BIOGRAFÍA EN ENCICLOPEDIA BRITÁNICA DELEGACIÓN PERMANENTE DEL ECUADOR


*Ministro del Servicio Exterior del Ecuador, Coordinador de la Revista de AFESE.


NOTAS:


(1) Entrevista de Hernán Rodríguez Castelo: “Nuestros latinoamericanos vistos por sí mismos”, Quito, Banco Central del Ecuador, 1996; pág. 215.

(2) Benjamín Carrión, citado por David Guzmán en “Leopoldo Benites Vinueza, vida y obra”, Quito, Comisión Nacional Permanente de Conmemoraciones Cívicas, Cuadernos de Divulgación Cívica, N. 24, 2005; pág. 8

(3) Carlos Piñerio Íñiguez: “Pensamiento Equinoccial – Seis ensayos sobre la nación, la cultura y la identidad ecuatorianas”, Quito, Editorial Ecuador F.B.T. Cía. Ltda., 2005; pág. 136.

(4) El Consejo Editorial agradece al doctor Simón Espinoza por aceptar que se reproduzca su intervención. En efecto, el día lunes 17 de octubre a las 18.00 horas de 2005 fue invitado a participar en el Conversatorio organizado por la Comisión Nacional Permanente de Conmemoraciones Cívicas (CNPCC) y la Dirección General de Promoción Cultural del Ministerio de Relaciones Exteriores del Ecuador con el historiador Juan Paz y Miño, así como a la presentación del 24º Cuaderno de Divulgación Cívica, titulado “Leopoldo Benites Vinueza, vida y obra” y a la reedición de “Ecuador: drama y paradoja”; ver las reproducciones de esas obras en la biblioteca virtual de la CNPCC:
http://www.nocache.conmemoracionescivicas.gov.ec/ccc.html y
http://www.nocache.conmemoracionescivicas.gov.ec/libros.html

(5) Ibidem, pág. 161.

Presentación del N. 42 de la Revista de AFESE


Por Claude Lara* (In Revista AFESE, N. 43, 2005, pp. 233-235)

*Coordinador de la Revista de AFESE.

El acto que nos reúne esta tarde y que inicia la conmemoración del Día del Diplomático nos regocija y, particularmente, al Consejo Editorial. Al hacer una breve presentación de este nuevo número, el 42, me es muy grato manifestar que este logro ha sido posible gracias al trabajo constante de: Thalía Cedeño, Agustín Fornell, Pablo Núñez y, nuestro Presidente, Javier Ponce. Por otra parte, es una gran satisfacción recordar que, nuestra publicación que versa sobre relaciones internacionales, entra ya, en 2005, en su vigésimo noveno año de existencia. Es muy posible que sea la única revista sobre relaciones internacionales en el país que ha mantenido esta constancia y diversidad. Finalmente, como los anteriores números, el 42 se caracteriza, también, por su novedad y continuidad al contener 355 páginas, con: 20 estudios, 2 testimonios, 5 presentaciones de libros y dos documentos.

Dentro de las novedades:

Tenemos la participación académica de varios Embajadores del Cuerpo Diplomático acreditados aquí. En este número agradecemos, por orden alfabético, al señor Nelson Hadad Heresy, Embajador de la República de Chile, a la señora Lui Yui Quin, Embajadora de la República de China y al señor Richard Lewington, Embajador del Reino Unido de Gran Bretaña y de Irlanda del Norte, quienes han abordado la temática marítima en sus diferentes aspectos.

Este número será el primero que entrará íntegramente en nuestra página Web, en donde constan ya las 41 portadas con los respectivos índices. Y estamos trabajando para que el 30º aniversario de nuestra revista podamos tener todos los artículos, documentos, testimonios y reseñas de libros. Así, no sólo conservaremos nuestra memoria analítica, documental y testimonial sino que la difundiremos mucho mejor en el país como en el exterior.

Otra gran novedad es la coedición con la editorial El Conejo que no sólo nos ha permitido abaratar costos e incrementar el tiraje, sino mejorar su calidad y, sobre todo, estar por primera vez y muy pronto en las principales librerías del país.

Dentro de la continuidad:

Conservamos nuestras secciones: Asuntos Internacionales, Literatura y Diplomacia, Testimonios, Libros y Documentos.

En Asuntos Internacionales tenemos dos temas centrales denominados: algunos aspectos de la política marítima del siglo XXI y seguridad internacional.

El primero se refiere a un tema de importancia para el país, al destacar su nueva realidad geográfica con un espacio marítimo de 1.095.000 km 2, reconocido tanto por la Constitución como por el Derecho Internacional. Luego, al recordar que en 1836 bajo la Presidencia de Vicente Rocafuerte, se promulgó un decreto para luchar contra el contrabando que probablemente editamos por primera vez en su integridad. Este texto legal, es el primer antecedente conocido de una referencia al paralelo del Estado limítrofe como elemento demarcatorio de la frontera marítima con los países vecinos. Por otra parte, esta naciente costumbre se fortalecerá en el siglo XX con otros documentos internos y se cristalizará en un convenio la “Declaración de Santiago”, que, al crear para cada Parte una Zona Marítima de una distancia mínima de 200 millas comprende una delimitación específica. Este nuevo espacio de nuestro territorio no está reglamentado por el derecho internacional, por esta razón, distintos autores abordan esta temática de la adhesión a la CONVEMAR y, cabe relevar, que dentro de esta perspectiva geográfica, nuestra plataforma de Galápagos que se extiende más allá de las 200 millas representa una superficie adicional de 133.657 km2. Finalmente, como aporte a este debate interno, que pasará ante el Congreso Nacional, hemos reproducido la Resolución del Tribunal Constitucional que dictamina que esta adhesión es conforme a la Constitución.

El segundo tema de gran actualidad versa sobre la seguridad internacional y hemos enfatizado en esta oportunidad las relaciones continentales y, particularmente, con los Estados Unidos y Colombia. Además, se enriquece con estudios críticos acerca de la aparición de distintos actores nacionales como los indígenas y los refugiados. Y, finalmente, incluye un tema también muy sensible: la represión de la financiación del terrorismo por parte de la Comunidad Internacional.

Otra sección relevante: la Literatura y la Diplomacia. Con el acto de descubrimiento del busto de César E. Arroyo, en España, hemos resaltado de nuestro diplomático y escritor, varias facetas de su personalidad y de su obra con fotografías, artículos, biografía y bibliografía en un “dossier” de 37 páginas.

Los testimonios, que siempre son una fuente privilegiada para la diplomacia, nos dan a conocer experiencias vividas acerca de la Academia Diplomática, o un documento inédito sobre Juan Montalvo y los Premios Culturales entregados el año pasado por el anterior Presidente Carlos Alberto Velasteguí a: Jorge Enrique Adoum, Walter Franco, Gerardo Guevara, Oswaldo Muñoz y Plutarco Naranjo.

Además, para este trimestre tenemos cinco libros publicados por miembros de la AFESE con la reproducción de sus portadas, reseñas y artículos de destacados críticos.

Finalmente, desde el número 10 de nuestra publicación, la portada de la revista sirve para dar a conocer mejor la riqueza y la diversidad de la plástica nacional. La mejor prueba de ello son las 31 portadas que ustedes pueden ver en nuestra página Web de diferentes artistas nacionales. Es una verdadera galería virtual que está apareciendo y, ahora, con las nuevas tecnologías al disponer cada artista de una página Web, cada portada se volverá una vitrina de la plástica nacional. Tenemos el privilegio, en este acto de presentación, de contar ahora con la presencia de la artista invitada, la señora Patricia Tinajero, quien vive en la ciudad de Denver, y me es muy grato agradecerle por habernos autorizado a reproducir un detalle de su obra “Cosas que caen entre el cielo y el suelo”. Aprovecho también esta oportunidad para desearle éxito y suerte en su notable participación en la gran Bienal de Nueva York, en julio próximo.

Muchas gracias.


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Literatura del Ecuador en la revista “Nuit Blanche” de Québec


Por Claude Lara (In Revista AFESE, N. 41, 2004, p. 275)

En la provincia de Québec, Canadá, el Consulado General del Ecuador en Montreal dio a conocer una síntesis de la riqueza y diversidad de los vínculos literarios existentes entre el idioma francés y los escritores ecuatorianos. Primero, al presentar en su página web un estudio en este idioma sobre “70 escritores ecuatorianos del siglo XX traducidos al francés” (1), luego, al donar el Ecuador, en esos cinco años (1999-2004), unas dos mil publicaciones para las principales bibliotecas de Montreal y Québec (2) y, finalmente, al preparar en francés con el prestigioso magazine quebequense “Nuit Blanche” un suplemento de 31 páginas sobre la literatura ecuatoriana (3).

Este suplemento contó con las colaboraciones del académico A. Darío Lara: “Des aravicos aborigènes à la première génération du XXème siècle”; del catedrático en universidades estadounidenses, J. Enrique Ojeda: “Les années fastes: de 1929 à 1960”; del escritor y diplomático Galo Galarza: “Le début du XXIème siècle”, vertidas al francés por Claude Lara, en ese entonces, Cónsul General; y, del poeta y académico belga Fernand Verhesen: “Jorge Carrera Andrade (1903-1978)”; y de la traducción de varias páginas de la novela “Y amarle pude”, de Alicia Yánez Cossío, por Louis Jolicoeur con múltiples fotos y enriquecido con fragmentos de una quincena de poemas, novelas, cuentos y ensayos de autores nacionales. Esta separata se incluyó en el número 94 de este magazine, el cual salió en la primavera de 2004. En la página web de Nuit Blanche, que anualmente cuenta con más de 220 mil visitantes, consta esta presentación completa con un concurso premiado son seis obras bilingües de Jorge Carrera Andrade y Alfredo Gangotena (4).

Este suplemento fue presentado en la sesión inaugural del “Mes del Ecuador en Québec”, febrero-marzo de 2004 (5), con la donación del busto de Juan Montalvo (6) para el parque de América Latina (7), 250 obras para el Centro Cultural Gabrielle Roy, la exposición de 25 fotografías sobre Quito de Francis Sandoval y las 30 litografías de Roura Oxandabouro y la serie de 12 conciertos de música ecuatoriana del maestro Marcelo Ortiz.


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NOTAS:

(1) http://www.consecuador-quebec.org/ecrivains%20equatoriens.htm . Lástimosamente este página electrónica fue suprimida por la nueva Cónsul General, en 2006.

(2) http://www.consecuador-quebec.org/instituciones.htmBIBLIOTECAS

(3) Ver Revista NUIT BLANCHE

(4) Ver Revista NUIT BLANCHE

(5) Ver Página web del Gobierno Federal de Québec

(6) Ver busto de Juan Montalvo en Québec

(7) Ver Página web del Parque de América Latina en Québec


Los escritores nacionales traducidos y la mundialización


Por Claude Lara Brozzesi* (In Revista AFESE, N. 41, 2004, pp. 263-273)

Al leer varios artículos de la revista literaria quebequense “Nuit Blanche”, entré en su sitio web (1) y noté que, en la selección sudamericana, entre los escritores ecuatorianos sólo presentaban a un compatriota, Jorge Icaza. Me reuní con sus directivos, en Québec, para ofrecerles la elaboración de un número especial de unas treinta páginas sobre la literatura nacional publicada en francés, y les ofrecí completar su sitio. Después de pocos meses incluyeron a 70 escritores nuestros del siglo XX, editados en Francia, Bélgica, Suiza y países africanos francófonos, que se pueden ver en el sitio web del Consulado General de Montreal (2). Este listado literario comprende 70 viñetas con un resumen de la vida del autor y de sus obras traducidas al francés, y una indicación para los lectores señalando dónde podían encontrar sus publicaciones en las bibliotecas de la Provincia.

Recordando la famosa frase de Benjamín Carrión: “El Ecuador, consciente de sus fuerzas espirituales presentes, sabe, sin modestias falsas, que puede aspirar a ser, dentro del concierto continental, una gran potencia de cultura…”, me parece que la Cancillería podría elaborar y presentar un listado de escritores nacionales traducidos, para las Misiones Diplomáticas, Consulares y ante los Organismos Internacionales, a fin de que se encarguen de su difusión, alimentación y conocimiento en el mundo. En este artículo aspiramos a delinear un modelo para la página web de la Cancillería, sección cultural. Así, gracias a nuestras Misiones, los interesados conocerán la diversidad, riqueza y difusión que tiene nuestra literatura traducida y, por otra parte, este registro fomentará otras traducciones, dará a conocer a otros autores e interesará también a la crítica internacional.

Al contener una selección de escritores nacional traducidos, el modelo podría contar con estos temas:

1) El modelo y la selección de idiomas.
2) El modelo y su contenido.
3) El modelo y sus integrantes.
4) El modelo uniforme, diverso y coordinado.
5) El modelo y su difusión.

El modelo y la selección de idiomas:

A fin de tener buena difusión a nivel mundial de nuestros escritores traducidos, sería más fácil escoger los seis idiomas oficiales de las Naciones Unidas: árabe, chino, español, francés, inglés y ruso. Luego, tal vez convendría hacer una distinción entre las lenguas occidentales y las de otros continentes.

En efecto; a nuestro entender, las obras nacionales traducidas –según el criterio escogido- lo fueron principalmente al francés e inglés. Para obtener un listado completo de esas producciones sería necesario, en un primer momento, recopilar información de los escritores, la Cámara del libro, la Unión Nacional de Periodistas, las bibliotecas del país, las casas editoras, los centros literarios de las universidades, los talleres, las bases de datos existentes y los centros de enseñanza de idiomas como las Alianzas Francesas y los colegios binacionales.

Igualmente, proveer de un sistema para actualizar y complementar, con nuestras Misiones, los libros que cada año se traducen. A la vez, las Misiones alimentarían este listado con instituciones, medios de comunicación extranjeros (los artículos de nuestros intelectuales o sobre sus producciones) y especialistas –donde estén acreditados-.

Finalmente, es preciso pensar en otras lenguas de importancia para nuestra difusión, como el alemán, el italiano y el portugués, e incluirlas si hay material suficiente para ello. En árabe, chino y ruso no deben existir muchas traducciones, pero no por ello debemos dejarlas de lado. Sería un grave error no aprovechar esta nueva ventana de difusión, que llegaría con internet a miles de interesados. En estos casos es más conveniente traducir la información de la sección cultural: índice de escritores ecuatorianos con una síntesis de los movimientos literarios nacionales; principales bibliotecas o centros donde pueden encontrar estas publicaciones; y, enlaces literarios (como el de la Universidad Central o de escritores nuestros en red). Así contaremos con un panorama de la literatura ecuatoriana en árabe, chino y ruso. Para estos idiomas tendríamos, además fotografías de autores y obras, así como breves textos o citas para ilustrar mejor esta presentación de la literatura nuestra. Otro tipo de aporte sería escogido para las Misiones acreditadas en países de habla hispana.

Gracias a este modelo, nuestras Representaciones tendrían una base de datos sólida y variada, en la que se deberían incluir a intelectuales ecuatorianos traducidos. ¿No se contribuye mejor al conocimiento de un autor cuando ya está vertido en varios idiomas? Si existen las Alianzas Francesas o el British Council o Centros Goethe en un país ¿No llamaría más la atención conocer a un escritor que tiene ya cinco o diez de sus libros vertidos en ese idioma?

Una vez conocida la cantidad de obras traducidas en cada lengua sería necesario establecer una jerarquización y definir prioridades. Por último, es preciso orientar esta difusión hacia movimientos lingüísticos internacionales como la francofonía. Recordemos que 46 Naciones (3) participan en esas cumbres.

Una vez determinados los lineamientos de los idiomas, conviene abordar el contenido de este modelo para que exista cierta uniformidad y armonía entre los diferentes lenguajes escogidos.

El modelo y su contenido:

Los principales objetivos que buscamos alcanzar son: conocer mejor la literatura nacional traducida, y difundirla a través de nuestras Misiones Diplomáticas, Consulares y ante Organismos Internacionales.

Para cumplir con este fin, nos parece que este listado de escritores nacionales vertidos a idiomas extranjeros debería aparecer como viñetas ilustradas. En cada viñeta convendría abordar los puntos esenciales en alemán, francés, inglés, italiano y portugués: movimientos literarios nacionales, vida del autor, sus principales escritos, lo que se ha traducido en el idioma escogido, opiniones críticas nacionales e internacionales, fotos del autor y de algunas de sus publicaciones, citas relevantes del literato o de los críticos, principales bibliotecas donde se encuentran sus obras o su correspondencia (en el Ecuador y en el exterior), y sitios web acerca de él o de su obra (4).

En árabe, chino y ruso tendríamos los mismos rubros, pero sería necesario averiguar si existen traducciones, críticas y sitios web en esos idiomas, a fin de completar la información y hacerla atractiva para intérpretes y estudiosos en los escritores nuestros.

Otro punto que no se toma suficientemente en cuenta cuando se aborda la temática del contenido es la conversación de los escritos literarios (5): son como obras pictóricas o arquitectónicas, y sería indispensable prever cómo recuperarlas, para tenerlas a disposición de los interesados, gracias a la información sistematizada por el modelo.

Con tecnologías modernas sería relativamente fácil obtener copias de la correspondencia de autores nacionales, de sus artículos traducidos o los escritos en lengua extranjera sobre sus obras y su vida en ese país. Además, contamos con los investigadores y especialistas en la Cancillería que trabajan en el Archivo Histórico “Alfredo Pareja Diezcanseco” para recibir, catalogar y editar estas reproducciones (6).

Una vez definido el contenido, es conveniente precisar las instituciones que trabajarían en la elaboración, difusión, actualización y modificación de este modelo y, posteriormente, referirse a los organismos que alimentarían esta obra de difusión.

El modelo y sus integrantes:

El Canciller Heinz Moeller Freile escribió en la página web de la Cancillería (sección difusión cultural en el exterior):

“El Servicio Exterior Ecuatoriano tiene, entre otras responsabilidades, la de difundir en el exterior los valores culturales de la República y la promoción del intercambio cultural con otros países. De acuerdo con estas normas, durante décadas la Cancillería ha desarrollado una constante labor de difusión cultural, que a veces ha sido poco conocida en el país. En el último año el Ministerio de Relaciones Exteriores ha preparado una serie de proyectos que aparecerán a fines del año 2001 y principios del 2002, destinados a que, tanto nacionales como extranjeros, conozcan mejor nuestro país y la gran riqueza artística, literaria, folklórica y turística que posee. Ahora nos es muy grato presentar un recuento de todos estos proyectos y acciones que serán distribuidos a inicios del próximo año” (7).

Por esta razón, creemos que la Cancillería es la institución pública que debe encabezar la selección, traducción, informatización y difusión de este modelo de escritores nacionales. Dentro del Ministerio, la entidad que presidiría el “Comité de difusión de escritores nacionales traducidos” debería ser la Dirección General de Promoción Cultural. En la sección “Promoción Cultural”, se establece que:

“El Ministerio de Relaciones Exteriores a través de la Dirección General de Promoción Cultural y de las Embajadas y Oficinas Consulares del país, contribuye a la difusión de la cultura ecuatoriana mediante alta gestión destinada a obtener facilidades que permitan la presencia de pintores, músicos, artistas en general, escritores, conferencistas, conjuntos musicales y folklóricos, participación en festivales de música, danza, poesía, proyección de películas y videos, ferias de libros y cualquier otro tipo de carácter cultural” (8).

En la conformación de este Comité hay dos instancias que conviene resaltar: los organismos que al interior de los países se han encargado de las misiones indicadas con anterioridad, y los que en el exterior cumplirán con estas mismas funciones, pero que lo harán en el idioma elegido.

Además de la mencionada Dirección General que presidirá el Comité, sería importante añadir a la Dirección General de Informática para diseñar el modelo, ilustrarlo y darle la mayor difusión posible, aprovechando sus conocimientos técnicos. Internamente, tendríamos a la Academia de la Lengua, por su alta competencia, y el conjunto de los más prestigiosos escritores de la nación. También a la Casa de la Cultura Benjamín Carrión, por ser el organismo público más completo del país en literatura nacional y contener a la Biblioteca Nacional Eugenio Espejo, al Archivo Nacional y su gran Editorial Pedro Jorge Vera; y a la Biblioteca Ecuatoriana Aurelio Espinosa Pólit.

En el exterior, tendríamos a nuestras Misiones Consulares, diplomáticas y ante los Organismos Internacionales que, según las lenguas escogidas con el criterio anterior, serían agrupadas geográficamente por idiomas. Por ejemplo, con el francés tendríamos en Europa a: Bélgica, Francia, Luxemburgo, Mónaco y Suiza; en África: a todos los países francófonos; en América a: Canadá, Haití, los Departamentos de ultramar de Francia, etc.

Para el árabe, chino y ruso, sería importante contratar a un servicio de traducción y con los listados que tiene la Dirección General de Promoción Cultural y la Escuela de Ciencias del Lenguaje y la Literatura de la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación de la Universidad Central del Ecuador. Con esta información, complementada con las páginas web de los propios escritores y la colaboración de la Academia de la Lengua, tendríamos un listado completo, variado y rico para hacerlo traducir, a fin de difundirlo a través de todas nuestras Misiones. Cabe recordar que nuestras Misiones tendrían que informar anualmente al mencionado Comité sobre su trabajo de elaboración, difusión, actualización y modificación de este modelo. Asimismo, podrían aportar iniciativas como nuevas interpretaciones y reediciones de obras ya traducidas.

Como se trata de un proyecto siempre perfectible, pueden incorporarse nuevos organismos. Sin embargo, este Comité debe ser conformado por pocas instituciones y debe convocarse con rapidez y agilidad. Para que haya una participación más amplia, el Comité podría crear, tanto al interior como al exterior, un foro para alimentar el modelo de escritores nacionales traducidos. Así, podría incluirse a casas editoriales nacionales y extranjeras que, con sus publicaciones y participación en grandes ferias internacionales de libros y de escritores, ayudarían así a la actualización, promoción y modificaciones de este modelo. Igualmente las universidades, que generalmente tienen centros especializados de literatura o talleres sobre tal o tal autor o movimiento literario e intercambios literarios internacionales.

En el exterior, fundaciones, universidades, bibliotecas, centros ecuatorianos especializados en literatura, aportarían información permanentemente al Comité para ingresarla al modelo a través de nuestras Misiones o directamente, y, también, formularían sugerencias para mejorar o cambiar tales o tales puntos.

El “Comité de Difusión de Escritores Nacionales Traducidos” tendría su propia estructura y sería una fuente de alimentación y de sugerencias internas e internacionales para enriquecer, fortalecer y modificar constantemente el modelo, es decir el listado de escritores nacionales traducidos en el sitio web de la Cancillería (elaborado en varios idiomas). Otra misión de gran importancia para este Comité será elegir las lenguas a las que queremos dar prioridad, deseamos impulsar y necesitamos robustecer.

Una vez seleccionados los idiomas, conocidos sus principales integrantes, determinadas las grandes líneas de su contenido, es imprescindible referirse a ciertas características de este futuro modelo.

El modelo uniforme, diverso y coordinado:

La uniformidad se elaboraría en varias etapas, y se manifestaría esencialmente durante la elaboración, diseño, difusión, actualización y modificación de este modelo. En esas fases cruciales, el Comité –con sus integrantes y los distintos organismos periféricos que alimentan la selección de autores nacionales traducidos- determinaría el contenido, la cantidad de participantes y los objetivos perseguidos: difusión, traducción, estudios específicos, si hay un homenaje a un autor, su obra o una corriente literaria; se encargaría de la recuperación de correspondencia y de archivos, creación de premios literarios, investigaciones necesarias para estudios específicos, fundación de centros de estudios ecuatorianos, etc.

Desde luego, todo aquello deberá hacerse para cada idioma escogido y en cada grupo de países. Al retomar el mismo del francés, el Comité de Difusión de Escritores Nacionales Traducidos socializará el referido modelo en nuestras Misiones acreditadas antes los Estados africanos, americanos, europeos y de Oceanía, y explicará las metas trazadas, el cronograma de aplicación y los resultados que deben obtener con la coparticipación de las Misiones. De igual forma se aplicarán estas características para el árabe, el chino y el ruso, pero con orientaciones más limitadas: la difusión, la búsqueda de traducciones y la ubicación de los centros literarios latinoamericanos en las universidades, bibliotecas, medios de comunicación, Cancillerías y centros culturales.

Al mismo tiempo debe intervenir la diversidad en nuestro modelo, para no asfixiar la originalidad, la iniciativa, la curiosidad y la creatividad. La difusión y el conocimiento de la literatura ecuatoriana vertida al francés en Bélgica y en Francia son diferentes, así como las funciones de nuestras Misiones Consulares, Diplomáticas o ante Organismos Internacionales. Presentar y enriquecer este modelo en la UNESCO o en la OEA no es lo mismo que hacerlo en Washington o Lima. Para orientar mejor esta diversidad, nuestras Misiones tienen que justificar ante el Comité la necesidad de crear adaptaciones y hasta modificaciones. Esto permitirá a cada Misión aportar su toque de originalidad, enriquecer el modelo, precisar ciertas investigaciones, incentivar iniciativas de publicaciones, reediciones, conferencias, mesas redondas y, asimismo, dar a conocer ferias internacionales de libros o encuentros de escritores. Con esta flexibilidad, cada Misión no sólo se volverá un vigía, sino un centro de atención por parte de los círculos literarios y editoriales.

Por último, la coordinación será una necesidad imperiosa para que el modelo alimente permanentemente al Servicio Exterior. Con coordinación tendremos un modelo que se conocerá cada vez mejor en los seis idiomas de las Naciones Unidas y en las lenguas menos difundidas, como el alemán o el italiano. Internamente, el Comité contará con un grupo de instituciones e interesados en la propagación de nuestros escritores. Gracias a nuestras Misiones esta coordinación serviría para actualizar, enriquecer y mejorar constantemente nuestro listado. Una vez determinadas ciertas características susceptibles de completarse y precisarse, otra tarea de gran relevancia será la propagación.

El modelo y su difusión

Se trata de preparar una verdadera campaña de propaganda literaria con las mismas reglas de publicidad, mercadeo y sensibilización que una empresa que vende un modelo nuevo y peculiar. Para ello, consciente de crear y promocionar este servicio, el Comité, con la colaboración interna y externa, debe realizar una programación de corto y mediano plazo. Hay varios elementos que servirán para preparar y realizar esta campaña de difusión literaria. Como mera ilustración podríamos tal vez presentar algunos:

- Eventos literarios regionales o internacionales.
- Homenajes a escritores nacionales o de corrientes literarias.
- Sensibilización de grandes centros culturales regionales o internacionales.
- Convenios culturales existentes.
- Catalogación y contactos con sitios web internacionales y regionales.

En nuestras actividades diplomáticas diarias somos testigos de una gran cantidad de eventos literarios regionales o internacionales, como ferias de libros que reúnen a editores multinacionales o nacionales, encuentros literarios, conferencias y actividades en los Departamentos hispanoamericanos de las universidades, exposiciones de autores o de sus obras o de las corrientes literarias dominantes, entre otras. Esos actos son una gran oportunidad para dar a conocer el listado de escritores nacionales traducidos, y la Misión deberá comunicar al Comité con la suficiente anticipación, e indicar cuáles son los más relevantes –esto no es difícil puesto que generalmente los actos son programados con un año de anticipación-, para comunicarse con sus organizadores y señalar autores y obras que la literatura ecuatoriana tenga en este idioma. Allí pueden negociarse traducciones, reediciones, inclusión de escritores traducidos en programas universitarios, preparación de artículos o estudios, donaciones de libros etc.

Los homenajes son también una gran oportunidad para dar publicidad al modelo. En ese caso el Comité tendrá la iniciativa de escoger anualmente a los autores, obras y movimientos literarios nacionales. Por ejemplo, el 2003 fue declarado por el Congreso Nacional como “Año Jorge Carrera Andrade”, y sabemos que varias de sus producciones principalmente fueron vertidas al francés, inglés e italiano. En nuestras Misiones acreditadas ante países que hablen esos idiomas, deberían programarse actividades especiales para, además, promocionar nuestro modelo. También se especificaría qué actividades deberían priorizar nuestras Misiones: conferencias, exposiciones, ediciones, reediciones, números especiales en revistas literarias o culturales. Lo mismo puede realizarse con los movimientos literarios: así, organizar la celebración del centenario de la generación decapitada, o la del 30. De esta forma, el modelo serviría de núcleo, de referencia para las actividades literarias de las Misiones.

Para que el modelo se convierta en la punta de lanza de nuestra difusión literaria en el exterior, debemos interesar a los grandes centros culturales regionales e internacionales extranjeros (universidades, cámaras de libros, gremios críticos y periodistas especializados en la temática cultural, revistas culturales, asociaciones de tal poeta, novelista o ensayista, etc.). El Comité y las Misiones tienen un papel determinante al entrar en contacto con ellos, seleccionarlos, invitarlos a participar en diferentes actividades e indicar lo que pueden aportar. Esta catalogación será de gran utilidad para que nuestro listado los sensibilice más –al ver la literatura ecuatoriana que ya está traducida a su lengua- y así poder preparar: ediciones, nuevas traducciones, números especiales, conferencias, creación de sociedades de autores nacionales, etc.

Los convenios culturales existentes son otra forma de promocionar el listado de escritores nacionales traducidos primero, al incluirlo como referencia y base relevante del intercambio literario con ese país. Luego, al solicitar que esos Estados colaboren en su actualización, implementación y difusión. Y, finalmente, al incentivar las reediciones, ayudar en nuevas ediciones, preparar números especiales en grandes revistas y periódicos, fomentar estudios e investigaciones en universidades, etc. Al tener varias cláusulas referentes a este modelo en muchos convenios culturales, la contraparte ecuatoriana no sólo mostraría una prueba concreta de la diversidad y riqueza de la literatura nacional, sino que, gracias al intercambio cultural, ofrecería a las traducciones existentes nuevas posibilidades de incrementarse, diversificarse y extenderse a otros autores u obras. Finalmente, este tipo de convenio es también una excelente forma de dinamizar el modelo: su difusión, contenido y conocimiento tendrán efectos multiplicadores que será preciso analizar para tomar medidas.

El internet es otro elemento significativo para facilitar la difusión literaria de nuestro modelo. El primer trabajo será seleccionar las direcciones web que nos interesan, tarea que pueden realizar el Comité y las Misiones. Después, será indispensable entablar contacto para hacer conocer nuestro listado, permitir su acceso y alimentarlo constantemente. Las Cancillerías extranjeras podrían colaborar en su divulgación (los Consulados Generales de Francia en Montreal y Quebec incluyeron el listado de 70 escritores nacionales traducidos al francés, en su rúbrica francofonía). De la misma manera, los organismos internacionales como la UNESCO o la OEA son lugares privilegiados para entrar en sus sitios y a través de sus oficinas regionales propagar mejor a nuestros escritores. Un trabajo de coordinación, creación y promoción entre nuestras Misiones permanentes ante esos organismos y el Comité, daría una mayor visión internacional a la literatura nacional, como pocas veces en la historia de la República.

Por ejemplo, cuando un estudiante necesita información en inglés acerca de una obra, entra en sitios web especializados (9), y tiene a su disposición una ficha de lectura, el resumen, una presentación de personajes, un análisis literario de cada capítulo de la obra, los temas principales, el contexto histórico, geográfico. De igual forma, en francés, el sitio “Fabula” (10) recibe mensualmente a 60.000 visitantes, y presenta un anuario de investigaciones, listados de sitios literarios, intercambios de informaciones internacionales, organización de coloquios y últimas publicaciones. Este tipo de sitios web son instrumentos valiosos para tener una presencia real y activa. Internamente los sitios son bien conocidos por los organismos culturales del país, los centros universitarios y los escritores. Sólo el Comité tendría que seleccionar y catalogar a éstos para vincularse y coordinar una campaña de difusión del modelo. Además, esta nueva base de datos sería de gran utilidad para el mundo literario nacional, al brindar información sobre conferencias, coloquios, intercambios, becas y seminarios internacionales.

El Internet es seguramente la mejor vitrina para promocionar a nuestros escritores nacionales traducidos, y los costos para elaborar este listado serían mínimos, puesto que el Comité tendría la carga principal de la coordinación, y en cuanto a la divulgación ya dispone de nuestras Misiones diplomáticas. Sólo las traducciones del modelo implicarían un costo, que tampoco debe ser muy alto si se considera que nuestras empresas importan y exportan en todos los continentes del planeta.

En lo cultural, la Cancillería puede aprovechar esta gran revolución tecnológica para difundir mejor la literatura nacional, e incluir este listado de autores ecuatorianos traducidos en su sitio web para nuestras Misiones diplomáticas, consulares y ante Organismos Internacionales. Recordemos que en 1957, un notable diplomático y poeta ecuatoriano evocaba el aporte americano al “Hombre Planetario”:

“Hombre de cualquier tierra o meridiano
yo te ofrezco la mano.
Te doy en ella el sol americano
El sol americano
Te lo entrego en mi mano
Hombre mundial, mi hermano” (11).


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*Ministro del Servicio Exterior. Director adjunto de Relaciones Culturales.


NOTAS:

(1) Ver Revista NUIT BLANCHE

(2) http://www.consecuador-quebec.org/ecrivains%20equatoriens.htm. Lastimosamente, esta página electrónica fue suprimida por la nueva Cónsul General, en 2006.

(3) Bélgica, Benín, Bulgaria, Burkina Faso, Burundi, Camboya, Camerún, Canadá, Cabo-Verde, Chad, Comores, Costa de Marfil, Djibuti, Dominica, Egipto, Francia, Gabón, Guinea, Guinea-Bissau, Guinea Ecuatorial, Haití, Laos, Líbano, Luxemburgo, Madagascar, Malí, Marruecos, Mauricio, Mauritania, Moldavia, Mónaco, Nigeria, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Rumania, Ruanda, Santa Lucía, Sao Tomé y Príncipe, Senegal, Seychelles, Suiza, Togo, Túnez, Vanuatu y Vietnam.

(4) http://www.consecuador-quebec.org/instituciones.htm#ESCRITORESECUATORIANOSENRED

(5) Pongamos énfasis en lo que escribió Enrique Ojeda acerca de la colección y archivo personal de Jorge Carrera Andrade: “El Departamento de Colecciones Especiales de la Biblioteca de la Universidad del Estado de Nueva York en Stony Brook posee casi en su totalidad las obras publicadas por Carrera Andrade, además de su archivo personal que consta de 27 volúmenes encuadernados y cinco manuscritos”. In: “Jorge Carrera Andrade introducción al estudio de su vida y de su obra”. Torres Library of Literary Studies, Nueva York 1971; pág. 385.

(6) Archivo Histórico “Alfredo Pareja Diezcanseco”

(7) http://www.mmrree.gov.ec/espanol/Relaciones%20Culturales/cultura/PRINCIPAL.htm

(8) Ibid.

(9) www.pinkmonkey.com

(10) www.fabula.org

(11) Conviene destacar que Jorge Carrera Andrade intituló una de sus obras “Hombre Planetario” y que estos versos provienen del poema “Hombre de cualquier Tierra”; en “Obra Poética Completa”


Ecuador y Francia: una historia en común


Por Claude Lara Brozzesi* (In Revista AFESE, N. 34, 1999, pp. 198-209)

La exposición que ahora presenta el Ministerio de Relaciones Exteriores, intitulada: “Ecuador y Francia una historia en común”, no es una presentación exhaustiva de las relaciones diplomáticas entre nuestros dos países. No, tiene la bella e instructiva intención de dar a conocer selectos documentos de los Archivos Históricos de estas Cancillerías y, particularmente, aspectos poco o nada conocidos de ciertas facetas de las actividades diplomáticas, realizadas en Francia por: Gonzalo Zaldumbide (1883-1967) y su obra montalvina; Alfredo Gangotena (1904-1944) y su creación literaria; Jorge Carrera Andrade (1901-1978) y la Declaración Universal de Derechos Humanos; Gonzalo Escudero (1903-1971) y su actividad internacional; y A. Darío Lara (1918-2009) y sus labores educativa y docente.

GONZALO ZALDUMBIDE

La cronología será nuestra columna vertebral para ilustrar ciertos documentos expuestos en esa exhibición. Las primeras fotografías, con mucha razón, destacan la labor cultural del Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario Gonzalo Zaldumbide de quien recordémoslo: “Sin discusión, su actividad montalvina, ecuatoriana fue y quedará ejemplar” (1).

En efecto, el 27 de junio de 1925, cuando informó a su Cancillería de la ceremonia de la colocación de la placa conmemorativa en la casa en que murió Juan Montalvo, nuestro Representante expresa con mucha claridad que esta ceremonia no sólo era literaria, sino esencialmente diplomática.

“Pero, a pesar de que la ceremonia que nos ocupa no se proponía sino honrar a un gran literato su realización no revistió únicamente importancia literaria… Leer siquiera el nombre de la República del Ecuador como país capaz de producir un hombre de la talla de Montalvo ya es buena propaganda ante los millares de individuos que leerán la inscripción. Además, bueno es recordar que Montalvo es el primer sudamericano que recibe aquí esta distinción.

Por otra parte, dejando de lado la organización de este acto y la colocación de la placa, cabe poner de relieve la distinguidísima asistencia que presenció y participó en esta ceremonia diplomática como dice en su mensaje cablegráfico:

"ACTO INAUGURACIÓN AGRUPÓ SELECTA CONCURRENCIA DIPLOMÁTICOS, INTELECTUALES, PERIODISTAS, PRONUNCIARON BELLÍSIMOS DISCURSOS: MARTINENCHE, PROFESOR SORBONA, UNAMUNO, EXRECTOR UNIVERSIDAD SALAMANCA, CONTENOT, REPRESENTANTE MUNICIPALIDAD, DE WALEFFE, PRESIDENTE PRENSA LATINA, EXALTANDO NOMBRE MONTALVO Y CELEBRANDO ECUADOR, CORRESPONSALES CIEN PERIÓDICOS EXTRANJEROS Y CUATRO AGENCIAS CABLEGRÁFICAS TRANSMITIRÁN COMUNICADO ESPECIAL. RECEPCIÓN POSTERIOR LUCIDA, CUATROCIENTAS PERSONAS. ASISTIERON DIPLOMÁTICOS AMERICANOS, MIEMBROS OTRAS COLONIAS, PERSONALIDADES OFICIALES FRANCIA, ESCRITORES, PERIODISTAS, INTELECTUALES. CONCURRIERON ECUATORIANOS TODOS..." (3).

En efecto para la época la cobertura de prensa puede calificarse de extraordinaria, si tomamos en cuenta tanto el número de diarios -15 y corresponsales de 100 periódicos extranjeros-, como la calidad de los comentarios:

“El gran escritor ecuatoriano Dn. Juan Montavlo fue honrado ayer en París, donde vivió proscrito y donde murió en 1889. Ayer, como tributo a su memoria, fue colocada una placa conmemorativa en la casa N. 26 de la calle Cardinet. Primeramente, el Excmo. Sr. Gonzalo Zaldumbide Ministro del Ecuador, hizo uso de la palabra para agradecer a los miembros del Comité, cuyo organizador había sido él mismo; el Sr. Martinenche, profesor de la Sorbona, trazó la obra del difunto escritor tan profundamente marcado por la influencia de Francia. El País de Lamartine al que adora, y de Víctor Hugo a quien venera.

Después, Dn. Miguel de Unamuno, antiguo Rector de la Universidad de Salamanca, proscrito como su favorito, y como él uno de los maestros de la lengua castellana, rindió un vibrante homenaje al polemista y escritor de las Catilinarias, de los Siete Tratados, y de los Capítulos que se le olvidaron a Cervantes. En fin, el Sr. Contenot, Secretario del Concejo Municipal y Dn. Mauricio de Waleffe rindieron a la memoria del extinto el tributo de admiración de la ciudad de París y de los cien diarios que reúne la Prensa Latina.

Terminó esta bella fiesta de amistad latina con una reunión en casa del Excmo. Sr. Gonzalo Zaldumbide, a la que asistieron numerosas personalidades de las colonias Sud-Americanas y de la sociedad parisiense” (4).

Así la presentación de estos documentos y de esas breves explicaciones, que ahora hacemos, contribuirán a difundir esta excepcional labor diplomática:

“En el caso de Gonzalo Zaldumbide y en lo que se refiere a sus comunicaciones tanto oficiales como particulares, hay algunas que deberán ser revisadas y elevadas al conocimiento del historiador, del biógrafo, para una justiciera reivindicación de esta sobresaliente personalidad de la diplomacia y de las letras ecuatorianas” (5).

ALFREDO GANGOTENA

Por Acuerdo Ejecutivo N. 335, de 19 de noviembre de 1935, Alfredo Gangotena fue designado Adjunto Civil a la Legación del Ecuador en Francia y también, más tarde, por Acuerdo N. 172, de 15 de octubre de 1940, Canciller ad-honorem del Consulado General del Ecuador en Valparaíso, Chile (6). Estos nombramiento poco dicen sobre su creación literaria; sin embargo, este ilustre diplomático ha aportado a la diplomacia nacional una obra poética que, en este siglo, une admirablemente a nuestras dos culturas. Más información y precisión las encontramos en el discurso de agradecimiento de André de Pardiac de Monlezun, durante el homenaje ofrecido por Francia (7), cuando proclamó: el “Ecuatoriano, Alfredo Gangotena fue en América del Sur, Embajador de las Letras Francesas…” (8).

En efecto, sus primeras producciones son escritas en francés y ¡qué francés!: “Desde los 19 años hasta su muerte, en 1944, va de triunfo en triunfo ante la admiración de todos, y de todos los grandes de la literatura francesa” (9). Prueba de ello, las ilustrativas críticas de eminentes intelectuales galos de esta época:

Max Jacob: “No se leen sino sus versos”, “Creo que usted es aquello que tenemos de mejor entre los recién venidos”, “Reconozco en usted al verdadero poeta”, “No sé cómo decirle la admiración que me produce su prodigiosa invención de imágenes”.

Jean Cocteau: “Tiene usted genio”, “Sabe usted cuánto le admiro”, “Su Orogénie es una copa de cielo”, “Sin la amistad de poetas como usted respiro mal”.

Jules Supervielles: “Es usted un gran poeta, de una originalidad impresionante. Sus poemas ¡Qué porte, qué emoción. ¡Qué suerte para América del Sur!”.

Henri Michaux: “No hay acentos que me hayan emocionado como los suyos. No llego a comprender cómo sus genialidades no convencen a los otros como me convencen a mí. Considéreme como la persona más conquistada por la dramática poesía de Alfredo Gangotena” (10).

¿Un Embajador de las Letras Francesas? Sí, también, por su correspondencia excepcional: “De la numerosa correspondencia mantenida, entre la que figuran hermosísimas cartas de los más importantes escritores franceses de la época tales como Supervielle, Michaux, Cocteau, Maritain, Antonin Artaud, Valéry Larbaud, Stefan Weig, Daniel Rops y otros, …” (11).

Por otra parte, vale la pena recordar que ilustres diplomáticos ecuatorianos: Gonzalo Escudero, Filoteo Samaniego y Carlos Tobar permitieron que su obra sea conocida, difundida y admirada en el país: “He aquí, reunida por vez primera, la poesía total de Alfredo Gangotena. Para muchos lectores, que sólo lo conocían por Tempestad Secreta y los poemas que Carrera Andrade tradujo para su Antología de la Poesía Francesa Contemporánea (Bebida Turbia y Cuaresma), este libro significa el descubrimiento de un poeta extraordinario” (12).

Una historia en común; sí, indiscutiblemente, por los valores análogos que las culturas ecuatoriana y francesa comparten, defienden y divulgan como lo recordó Jules Supervielle, en homenaje a su gran amigo: “Después de los horribles días de 1940, Gangotena se consagró a nuestra causa, hizo religión con Francia, por así decirlo. Abandonando sus negocios y sus estudios, dio todo su tiempo y todas sus fuerzas a nuestro país. Fue el porta palabra del Comité de la Francia Combatiente en el Ecuador, ante las autoridades de su país, ante sus amigos y, especialmente, ante los enemigos de nuestra causa. “Es mi modesta contribución para mi patria espiritual”, decía. Algunos minutos antes de su muerte, en la plenitud de su conciencia, pidió a su hermana, casada con el conde de Monlezum, partidario desde el principio del General de Gaulle, que le enterrase con esa Cruz de Lorena que siempre llevaba consigo (13).

JORGE CARRERA ANDRADE

“Tú sabes que te quiero y admiro y he sido siempre tu atento y seguro servidor y ello porque creo –una vez que ya se acaba el siglo XX y se puede ver su extensión panorámicamente- que eres tú el mayor poeta ecuatoriano de este siglo y el más ecuatoriano de todos… Es así, eres nuestro aporte Siglo XX al Club de los Grandes” (14); así evoca el nombre de Jorge Carrera Andrade el escritor Alejandro Carrión. Si conocemos al gran poeta, se debe reconocer que su participación en reuniones internacionales, especialmente como miembro de la Delegación del Ecuador a la Tercera Conferencia General de las Naciones Unidas, reunida en París, en el Palacio de Chaillot, a fines de 1948, era ignorada. Pero, gracias a la actividad de la Cancillería Ecuatoriana para conmemorar el quincuagésimo aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948-1998) (15) y los documentos fotográficos de esa exposición, se está apreciando mucho mejor la labor de nuestra Delegación en la negociación, elaboración y adopción de esta Declaración. En aquella histórica conferencia fue cuando Jorge Carrera Andrade, como miembro de la Delegación del Ecuador, tuvo una actuación relevante y cumplió un papel destacado como vamos a comprobar (16):

“El Presidente de la Delegación me designó para participar en las deliberaciones de la Tercera Comisión, en cuyo orden del día figuraba el gran tema de la Declaración de los Derechos del Hombre, que finalmente adoptaría su forma definitiva y su nombre de Declaración Universal de Derechos Humanos…” (17).

Prueba de esta intensa colaboración de la Delegación Ecuatoriana y, particularmente de Jorge Carrera Andrade en la negociación y elaboración de la Declaración Universal de Derechos Humanos, es lo que relata un testigo y observador de aquellos tiempos:

“Como lo ha recordado la prensa de la época, el Representante del Ecuador en la Tercera Comisión de Cuestiones Sociales y Humanitarias fue uno de los pocos Delegados que logró introducir reformas en el Proyecto Universal de Derechos Humanos, entre otras, a no ser expatriado o desterrado arbitrariamente, el derecho del trabajador a las medidas de protección social que complete su salario para cubrir sus necesidades y las de su familia” (18).

Otro aspecto olvidado, fruto de esta constante intervención ecuatoriana:

“4.- Entre los once países escogidos para integrar la Subcomisión de Estilo o Subcomisión cuarta, tuvo el honor de contarse el Ecuador, siendo uno de los dos únicos países latinoamericanos –el otro fue Cuba- admitido al lado de los Cinco Grandes y de cuatro naciones de los otros Continentes: Bélgica, Australia, Líbano y Polonia.

5.- Esta Subcomisión, bajo la Presidencia del Profesor René Cassin, Delegado de Francia, sesionó día y noche, desde el primero al cuatro de diciembre inclusive. En su última sesión eligió como Miembros del Grupo Lingüístico a los siguientes Delegados: Chang y Tsao (China), Borisov y Patrov (Rusia), Pérez Cisneros (Cuba), Carrera Andrade (Ecuador), Rundall (Inglaterra) y Ryckmans (Bélgica).

6.- En la sesión inicial, el suscrito hizo una declaración sobre la estructura general de la Declaración pidiendo que se adoptara un método sencillo que pudiera ser comprendido por las masas populares, guardando su esencia filosófica, pero sin caer en el dominio de lo esotérico y lo abstracto, y solicitó que se tratara de organizar los artículos en grupos homogéneos, partiendo de lo esencial a lo particular, como por ejemplo: el derecho a la vida, el derecho a la igualdad ante la ley, el derecho a la libertad, el derecho al trabajo y el derecho a un nivel de vida suficiente” (19).

Así, terminamos sobre esta histórica actuación de la Delegación Ecuatoriana, reproduciendo las palabras del señor Charles Malik, Delegado del Líbano, Presidente de la Tercera Comisión de Cuestiones Sociales, Humanitarias y Culturales:

“3.- Después de haber citado a los Delegados de las Cinco Grandes Potencias y a los iniciadores de la Declaración – nacida al calor de la Comisión de Derechos Humanos, que fue creada en 1946-, el orador declaró:

No puedo dejar pasar esta ocasión sin mencionar las contribuciones verdaderamente importantes que han realizado en esta etapa de la historia de la elaboración de la Declaración ciertos elementos que no tuvieron la oportunidad de participar en las etapas iniciales de este documento. La Declaración que se halla ante vosotros, será siempre un testimonio del pensamiento lógico y analítico de mi buen amigo de Australia, señor Alan Watt. El señor Cisneros de Cuba y el señor Carrera Andrade, del Ecuador, han contribuido con el gran tesoro de su erudición y alto idealismo…

4.- Luego hizo mención también, el Presidente Malik, al enriquecimiento que había experimentado la Declaración Universal con las añadiduras hechas por cuatro países, entre ellos el Ecuador” (20).

GONZALO ESCUDERO

1951 marca una fecha histórica para las relaciones diplomáticas entre el Ecuador y Francia. En efecto, como el visitante y el lector habrán observado, durante toda la primera mitad del siglo XX, el nivel de nuestra representación diplomática era una Legación y no una Embajada. Así, por Decreto N. 2071, de 5 de noviembre de 1951, se nombra a nuestro primer Embajador Extraordinario y Plenipotenciario del Ecuador ante el Gobierno de la República Francesa, el doctor Gonzalo Escudero.

Si el poeta es conocido, admirado y grandemente apreciado en el mundo hispanoamericano (21), lastimosamente su obra de jurista e inernacionalista sigue olvidada y uno de los aspectos muy positivos de esta exposición consiste en dar a conocer algunas facetas de esta importante y diversificada labor diplomática, de la cual enumeraremos algunos puntos:

“He servido a mi Patria, la República del Ecuador, a través de más de cinco lustros en las más altas funciones de su política exterior y durante las más conflictivas etapas de su historia internacional que gravitaron imponderablemente en sus destinos y que aparejaron hasta graves riesgos para su propia existencia” (22).

Fue nombrado Miembro de la Corte permanente de Arbitraje de La Haya, en febrero de 1952 (23);

Presidente de la Delegación Ecuatoriana de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Derecho de los Tratados que se realizó en Viena (1º parte de la conferencia: 26 de marzo-24 de mayo de 1968);

Presidente de la Delegación del Ecuador ante la Comisión Jurídica de la Sexta Asamblea General de las Naciones Unidas para elaborar el “Proyecto de Declaración de Derechos y Deberes de los Estados”, el 16 de noviembre de 1951 (24);

Participó activamente al nivel regional y mundial al conocimiento y difusión de la tesis de las 200 millas que permitieron al Ecuador extender su territorio con una superficie marítima de casi 1.100.000 km2;

Embajador, Delegado Permanente del Ecuador ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, el 27 de noviembre de 1969.

Esta exposición tiene también la intención de suscitar posteriores estudios e investigaciones; para ello la Asociación de Funcionarios y Empleados del Servicio Exterior Ecuatoriano ha creado: “la Biblioteca del Pensamiento Internacionalista del Ecuador” (26), la que deberá incluir una sección reservada a los ilustres diplomáticos ecuatorianos que han servido a la Patria; y, además de los ya citados en esta presentación, debe constar el nombre del exCanciller Gonzalo Escudero.

A. DARÍO LARA

Al recibir la Orden de San Lorenzo, en el grado de Comendador, el 30 de septiembre de 1994; en el Decreto número 2165-A, el Presidente de la República Sixto Durán Ballén consideró:

“Que el Doctor A. Darío Lara se ha distinguido como educador, historiador y literato, habiendo sido por más de cincuenta años el mayor promotor de la cultura en París, no sólo a través de publicaciones e investigaciones históricas sino como catedrático de literatura hispanoamericana y ecuatoriana en las Universidades Católica y de la Sorbona, París-X Nanterre de la capital francesa” (27).

Desde luego, gracias a su labor diplomática en Francia (1955-1983), para esta exposición destacaremos algunos aspectos de su labor docente que nos recuerda el G.F. Pardo de Leygonier, Académico de Historia de Venezuela:

“Empezaré por recordar que A. Darío Lara ha sido el creador en el seno del Centro de Estudios e Investigaciones Iberoamericanas del Instituto Católico de París, y desde unos 25 años, no solamente de una cátedra ecuatoriana, pero también de una forma especial de cátedras rotativas de estudios superiores que se extendió a todos los otros países de nuestra América… Tan sólida ha sido la iniciativa de Darío Lara que cuando la enseñanza universitaria propiamente dicha fue absorbida por la Facultad de Letras del mismo Instituto Católico, quedó el Centro después, consagrado a conferencias y comunicaciones históricas, literarias, políticas del más alto interés. Colmada su autonomía, bajo la presidencia de Edmong Giscard d’Estaing, el Centro patrocina ciclos de conferencias, ya sea en la Casa de América Latina, ya sea en el Instituto de Altos Estudios de América Latina de la Universidad de París, y en la misma Universidad Católica, en la célebre sala d'Hulst. En su larga permanencia entre las destacadas figuras que representan dignamente nuestra América. Es uno de esos pilares sólidos y conocidos sobre los cuales se apoyan los franceses que se interesan en nuestra existencia y en nuestra cultura…” (28).

Más recientemente, en la década del setenta, esta faceta educacional de la diplomacia conoce otro brillante éxito:

“Desde 1972 funciona en la Universidad de París-X, una de las catorce Universidades que conforman la Academia de París, el Centro de Estudios Ecuatorianos. Esta agrupación fue organizada gracias al entusiasmo de algunos profesores franceses y al esfuerzo del entonces Agregado Cultural de la Embajada del Ecuador en París, doctor Darío Lara, Encargado de Cursos de Civilización y Letras Hispanoamericanas en la mencionada Universidad. El 6 de febrero de 1975, el Centro de Estudios Ecuatorianos fue reconocido legalmente por las autoridades francesas. Entre sus objetivos se menciona: facilitar y desarrollar los estudios sobre la República del Ecuador; estrechar las relaciones de los dos países y promover los intercambios de estudiantes e investigadores ecuatorianos y franceses. En gran parte, tales objetivos se han realizado. Desde 1972, se mantiene dicho Centro, cursos permanentes sobre temas ecuatorianos. Así, ha figurado en el programa universitario ciclos sobre las siguientes obras: “A la Costa”, “El Éxodo de Yangana”, “Huasipungo”, “Juyungo” y para el próximo año ha sido seleccionada “La Beldaca” de Alfredo Pareja. Lo interesante es que tales obras permiten a los estudiantes realizar un intenso recorrido a través de la historia, de la política, de la sociología, de la economía, del arte y de la cultura del Ecuador. Los trabajos, las disertaciones de los estudiantes que han seguido tales cursos, son una brillante prueba del interés que el Ecuador ha despertado en la Universidad de París… Esta actividad, entre muchas otras, demuestra la inteligente y valiosa labor que cumple la Embajada del Ecuador en París. Así mismo, es una bella demostración de la colaboración franco-ecuatoriana en su más alto nivel: la Embajada y la Universidad, la diplomacia y la cátedra” (29).

Evocando otro semblante de su labor diplomática y citando el título del prólogo del exMinistro de Relaciones Exteriores, Embajador Alfonso Barrera: “Un observador de los observadores”, cabe resaltar que sus investigaciones sobre los viajeros y diplomáticos franceses en el Ecuador (30) son aportes significativos a la cultura nacional, como lo apreciará el lector en otra colaboración de este catálogo.

Para concluir acerca de estas destacadas actividades diplomáticas, estas bellas palabras formuladas cuando se incorporó a la Academia Nacional de Historia:

“Darío Lara como educador, investigador, historiador, literato ha sido un gran promotor de la cultura ecuatoriana. Ha sido un faro luminoso, que con luz propia y difundiendo luces ajenas, pero nacionales, se ha convertido en un gran difusor de nuestra imagen desde París, llamada también Ciudad Luz…” (31).


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*Consejero del Servicio Exterior Ecuatoriano. Actualmente Cónsul General del Ecuador en Montreal.


NOTAS:

(1) A. Darío Lara: “Gonzalo Zaldumbide, Ministro Plenipotenciario del Ecuador en París (1923-1929)”, en “La Vitrina de un País sobre el Mundo –informes de los Diplomáticos Franceses del siglo XIX”, Biblioteca del Pensamiento Internacionalista del Ecuador; AFESE y Abya-Yala; Quito-Ecuador, 1997; pág. 350.

(2) Claude Lara B.: “Homenaje a Juan Montalvo: histórica actuación diplomática”, Revista N. 31 de AFESE, agosto de 1998, Ministerio de Relaciones Exteriores del Ecuador, Quito; pág. 91. Cabe destacar aquí uno de los aspectos más relevantes de la misión cultural de Gonzalo Zaldumbide que, en París, publicó obras de eminentes escritores nacionales, como lo anunció en su nota N. 170 de 4 de abril de 1925: “En este mismo periódico se acoge favorablemente mi idea respecto a la publicación de las obras de Montalvo, Crespo Toral y Medardo Ángel Silva, así como de la colocación de una placa en la casa en que murió (Montalvo)…”. Gonzalo Zaldumbide realizó este proyecto y recordemos que se preocupó de la reimpresión de gran parte de las obras completas de Juan Montalvo en la Editorial Garnier Hermanos en el siguiente orden; 1921: “Capítulos que se le olvidaron a Cervantes”, en un tomo, con una presentación de Gonzalo Zaldumbide “Dos palabras” y “Siete Tratados” con un prólogo de Gonzalo Zaldumbide; 1923: “El Cosmopolita”, en dos tomos, con un prólogo de Gonzalo Zaldumbide; 1925: “Las Catilinarias”, en dos tomos, con un prólogo de Miguel de Unamuno; “El Cosmopolita”, en dos tomos, con un prólogo de Gonzalo Zaldumbide; 1929: “El Regenerador”, en dos tomos, con un prólogo de Francisco García Calderón; 1929: “Las Catilinarias”, en dos tomos, con un prólogo de Miguel de Unamuno; 1930: “Siete Tratados”, en dos tomos, con un prólogo de Rufino Blanco Fambona y “Capítulos que se le olvidaron a Cervantes”, en dos tomos, con el prólogo de Gonzalo Zaldumbide “Dos palabras”. Idem nota 12, tomo II, págs. 345 a 346. Así como “Poesías Escogidas” de Medardo Ángel Silva, editorial Excelsior, París, 27 Quai de la Tournell, 1926. Selección y prólogo de Gonzalo Zaldumbide; págs. VII a XXV. De la misma manera dio a conocer varios textos de Crespo Toral.

(3) “Homenaje a Juan Montalvo: histórica actuación diplomática”.Ibid; págs. 89-91 .

(4) Este artículo se intitula: “En Honor del Escritor Ecuatoriano Don Juan Montalvo” del Petit Journal, 30 de junio de 1925. Los periódicos que publicaron recortes de prensa son: “Le Petit Journal” del 30 de junio de 1925; el “Excelsior” del 3 de julio de 1925; “The Paris Times” del 30 de junio de 1925; la “Revue de l’Amérique Latine”; “Le Gaulois” del 30 de junio de 1925; “Le Figaro” del 30 de junio de 1925; “The New York Herald” del 30 de junio de 1925; “L’Oeuvre” del 30 de junio de 1925; “Le Matin” del 29 de junio de 1925; “Le Peuple” del 30 de junio de 1925; “Le Débat” del 30 de junio de 1925; “Le Petit Parisien” del 30 de junio de 1925; el “Journal” del 1o de julio de 1925; “Au Jour le Jour” del 29 de junio de 1925; “The Chicago Tribune” del 30 de junio de 1925. Todos los artículos están reproducidos en mi estudio: “Homenaje a Juan Montalvo y textos desconocidos” in Memoria N. 5-6, Sociedad Ecuatoriana de Investigaciones Históricas y Geográficas (SEIGHE), Quito-Ecuador, 1999.

(5) Idem nota 1; pág. 340.

(6) Filoteo Samaniego: “Cabos Sueltos”, biblioteca de la revista cultura XVIII, Banco Central del Ecuador, Cayambe-Ecuador, 1998; pág. 108 y Adriana Castillo de Berchenko: “Alfredo Gangotena, poète équatorien (1904-1944) ou l’Écriture partagée”. Collection Études. Presses Universitaires de Perpignan, Francia, 1992; pág. 160.

(7) Adriana Castillo de Berchenko: « L’itinéraire d’un poète équatorien en France: Alfedo Gangotena (1920-1930) ». Thèse de Nouveau Doctorat, tomo II (Anexos). Atelier National de Reproduction des Thèses. Université de Lille III 9, rue A. Angellier 59046 Lille, 1991; págs. 485-496.

(8) Ibid, pág. 495.

(9) Idem nota 6 ; pág. 109. Ver también : « Alfredo Gangotena, poèmes français”. Orphée-La Différence, Francia, 1991; 2 tomos.

(10) Ibid; págs. 109-110. Acerca de la amistad entre Henri Michaux y Alfredo Gangotena, ver mi estudio: “El Renacimiento de Alfredo Gangotena”. Revista de AFESE, N. 26, febrero de 1996, Quito-Ecuador; págs. 128-140. Y, también: “1934: Michaux y Gangotena, hay alguien que sangra”, Revista France-Ecuador N.1, Alianza Francesa de Quito, Laser Editores, Ecuador, 1998, págs. 89-96.

(11) Ibid; pág. 121.

(12) Alfredo Gangotena “Poesía”. Traducciones de Gonzalo Escudero y Filoteo Samaniego. Mensaje de Jules Supervielle. Prólogo de Juan David García Bacca. Editorial Casa de la Cultura Ecuatoriana, Quito, 1956; 250 págs.

(13) “Alocución que pronunció Jules Supervielle en el Homenaje que se rindió al Poeta Ecuatoriano Alfredo Gangotena, en el Uruguay”, en: “El Renacimiento de Alfredo Gangotena”. Idem nota 10; págs. 134-135.

(14) Carta de Alejandro Carrión de 3 de noviembre de 1977, reproducida en el discurso de incorporación del Dr. A. Darío Lara a la Academia Ecuatoriana de la Lengua Correspondiente de la Real Academia Española; junio 1999. Ver Carta escrita desde Washington, el 3 de noviembre de 1977, in Revista de AFESE 99, No 34, Ministerio de RR.EE. del Ecuador-Quito; pág. 175

(15) –“El Ecuador y los Derechos Humanos, 1948-1998”, José Ayala Lasso, Darío Lara, Claude Lara, José Ricardo Rosenberg, folleto N. 5 de la Academia Diplomática del Ministerio de Relaciones Exteriores del Ecuador, Quito; 219 págs.
-“Conmemoración del Cincuentenario de la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948-1998)”. Revista N. 19 del Instituto Superior de Postgrado en Ciencias Internacionales de la Universidad Central, Quito-Ecuador, 444 págs.
-“Droits de l’Homme/Derechos Humanos”, Revista N. 1 France-Ecuador, alianza francesa de Quito, Ecuador; 160 págs
-Revista N. 33, enero-abril 1999 de la Asociación de Funcionarios y Empleados del Servicio Exterior Ecuatoriano (AFESE), Quito; 293 págs

(16) Esta presentación se basa en el estudio “Jorge Carrera Andrade y los Derechos Humanos” de A. Darío Lara; págs. 8-16.

(17) Ibid; pág. 11.

(18) Ibid; pág. 12.

(19) “Presentación de Diferentes Documentos sobre la Participación del Ecuador en la Declaración Universal de Derechos Humanos”. Claude Lara, idem nota 15; págs. 76-77.

(20) Ibid; pág. 82 .

(21) “Obra Poética”. Editorial Ecuador F.B.T., Quito-Ecuador, 1998; 341 págs.

(22) “Justicia para el Ecuador”, edit. Casa de la Cultura Ecuatoriana. Quito-1968; pág. 7.

(23) Ver nota N. 27-DAO-T, 20 de febrero de 1952 y nota N. MR/34/52/, París a 3 de marzo de 1952.

(24) Ver nota, París a 23 de noviembre de 1951.

(25) Claude Lara B.: “La Doctrina Marítima Latinoamericana y el Sistema Marítimo del Pacífico Sudeste”. Edit. El Duende, Quito-Ecuador, 1993; ver nota 133 en las págs. 348-349 .

(26) Idem nota 15: revista N. 33, enero-abril 1999 de AFESE; págs. 170-185 y revista N.1, France-Ecuador; págs. 133-147.

(27) Archivo del autor y Libro "Clemente Ballén de Guzmán -un notable guayaquileño condenado a muerte por la Gestapo" (por A. Darío Lara), pág. 157

(28) A. Darío Lara: “Viajeros Franceses al Ecuador en el Siglo XIX”, Casa de la Cultura Ecuatoriana, 1987, 2TM. Edición, Ecuador, 1971; pág. 171 y “Gabriel Lafond de Lurcy, viajero y testigo de la historia ecuatoriana”. Banco Central del Ecuador, colección histórica XVI, 1988, Quito-Ecuador; págs. 22-25. Ver también nota N.-MR-79/49, París 3 de octubre de 1949 de Gonzalo Escudero.

(29) “Centro de Estudios Ecuatorianos en París” in Carta de Noticias N. 187 del 11 al 25 de septiembre de 1979, Año IV. Ministerio de Relaciones Exteriores del Ecuador, Quito; págs. 16-17. Asimismo: “Este otro Montalvo”, Abya-Yala, Cayambe-Ecuador, 1996; págs. 271-272 y “La Vitrina de un País sobre el Mundo”, idem nota 1; pág. 58

(30) Idem nota 1; págs. III-VIII. Es necesario precisar que el diplomático Filoteo Samaniego ha realizado importantes investigaciones sobre este tema y escribió varias obras sobre viajeros y cronistas franceses como: “Viaje a América meridional de Henri Onnfroi de Thoron” y “Équateur, terre fertile sous le soleil et chroniques de voyage”, tomos I y II. Ediciones Delroisse 92100 Boulogne, Francia.

(31) Párrafo del discurso que el licenciado Francisco Salazar Alvarado pronunció el 22 de enero de 1998, en la incorporación de la Academia Nacional de Historia, archivo del autor.


El Renacimiento de Alfredo Gangotena


Por Claude Lara Brozzesi* (In revista AFESE N 26, 1996; pp. 128-140)

¿Qué me propongo? Nada más que el relato de mi ser en la existencia a lo largo, en el proceso de un poema.
Éste será Perenne Luz (1).

Gracias al trabajo paciente y persistente de varios intelectuales ecuatorianos, franceses y latinoamericanas, tanto en América Latina como en Francia, se ha logrado reincorporar a Alfredo Gangotena en el mundo de las letras nacionales e hispanoamericanas. La tarea no era fácil –vencer la indiferencia y echar al suelo tantos prejuicios- como lo explicó con tanta claridad, la señora Adriana Castillo de Berchenko:

“Un proceso de escritura poética que se materializa en dos sistemas expresivos diferentes no refleja una práctica corriente en literatura. Se la considera, más bien, un procedimiento marginal, fuera de las normas estudiadas. Escribir en un idioma que no es el propio –se piensa- es de alguna manera un atentado contra la “legitimidad incuestionable de la lengua”. Esa lengua es la maternal, expresión de los orígenes que un escritor -¡y sobre todo un poeta!- debe privilegiar. En este orden de cosas, una escritura bilingüe es siempre, más o menos, sancionada en los espacios culturales que le corresponden. Y si ha habido períodos estéticos en los que su práctica ha sido reivindicada –como en el período de las vanguardias de los años 20, por ejemplo-, el ejercicio bilingüe ha seguido pareciendo sospechoso, un producto literario híbrido, indefinido y, sobre todo, un ejercicio de estilo del que más tarde vale desconfiar” (2). Qué mejor aproximación a nuestro poeta que la presentación –traducida posiblemente por primera vez a nuestro idioma- del poeta franco-belga Henri Michaux, su amigo, en la revista Les Cahiers du Sud, febrero 1934:

Presentación por Henri Michaux

La mayoría de los escritores antes de leerlos, usted ya los conoce de memoria, le machacan los oídos con todo lo que le van a decir, por ya haberse dicho y por volverlo a decir con pequeñas comas añadidas o quitadas a fin de interesar e instruir la raza innominable de los espíritus ignorantes de lo esencial pero coleccionadores, que por comparación llamamos: la Crítica.

Un hombre original es muy raro.

Un poeta original, contrariamente a lo que se piensa lo es mucho más. Expresarse exige un esfuerzo, un concurso de fuerzas y facultades, exige una cultura, paciencia y por encima de todo, la sumisión a un idioma creado por otros, en otra época, convencional, filtrado y multiplicado a la vez; destinado a las masas o por lo menos a una sociedad útil y agobiada de compromisos.

Cierta nivelación de los escritores parece por lo tanto inevitable.
No sólo son eliminados los seres excepcionales, sino también los estados excepcionales.

Un escritor con 42 grados centígrados de fiebre se halla en estado general muy interesante; pero, ¿Qué nos diría? Aproximadamente nada.

Bajo los efectos del éter, se siente transportado. De repente da un salto. ¡Ah! ¡Este salto mirífico! Pero escribirlo, imposible.

Opiómano, asiste a lo inaudito. No lo escribirá. No lo puede.

Ebrio, no escribe. ¿Loco? Tampoco. Pocos locos escriben (y por lo demás, como los hombres sanos, observando la ley del menor esfuerzo, escriben lo que pasa en su periferia y no en su centro). No tienen ya fuerza alguna. Sobre todo no tienen ya la inclinación. Su ser busca su equilibrio sin palabras. Se privan de ellas. Pero desearían usarlo, el lenguaje degrada enseguida el estado que se quería restituir. Más allá de cierta extravagancia, las palabras no restituyen.

Soñando, no se escribe. El místico en éxtasis no escribe. Encantado no se escribe. Si escribe después, después, uno obtiene todo salvo eso.

Los moribundos no escriben y sin embargo ¡qué momento es una agonía!

Y así del resto.

Por tanto la literatura pertenece a los individuos comunes.

Alfredo Gangotena, es uno de los pocos poetas que he encontrado y que no me pareció un ser ordinario y construido como todo el mundo.

Cantidad de reacciones y reflejos se producían en él de muy distinto modo que en los otros hombres. Una desesperación irrespirable y bien adentro estaba ahí; y que le segaba brazos y piernas.

Tiemblan los muros y las hojas
Os digo y aseguro:
Hay alguien que sangra (3).

Lo he visto mirar guijarros con una simpatía verdadera y que dejaba helado (un alienista habría reflexionado de otra manera). Lo he visto mirar a amigos de su familia, estos eternos habladores ecuatorianos, como quien mira las piedras, una mirada fría y rígida a ciento por ciento, vacía, rascada de cualquier impresión vivificante: mirada espantosa y como mortal.

Estar de pie o aún sentado era para él una seria coacción. Sólo estaba bien yacente. Se tendía en el suelo cada vez que tenía la ocasión de estar solo, la cabeza apoyada en un árbol o en el pie de una butaca.

A su primer libro lo llama Orogenia, el libro de la tierra. Tierra exterior –Gangotena habita en el magnífico y casi espantoso país de altas mesetas desnudas y de volcanes que es el Ecuador- Tierra interior también por una especie de petrificación personal y porque el desesperado y el maldito (había sido maldito, por lo demás sin motivo, pero creía firmemente en esta maldición) tienen naturalmente como símbolo la piedra.

Cuando Gangotena sale de su universo geológico. ¿Se humaniza? ¿Se siente atraído por el animal o el hombre? No, para él, el animal no existe, salvo algún animal particularmente amargo que sólo existe en función de sus humores y como un crisol de venenos “aquí el escorpión, la tarántula…”.

Porque Gangotena tiene el sentimiento físico del veneno, del veneno esencial de la desagregación celular, molecular y química. (Gangotena es igualmente ingeniero en la Escuela Universitaria de Minas).

Se siente arrastrado por la flor. Pero ahí, cambio inaudito, delicias que abundan, que tiemblan, excesivas.

Ni siquiera un chino tiene este fervor inaudito. Un encantamiento amoroso lo agarra en el jardín, una comunión extática (no hay otra palabra) y su madre era igual, espectáculo al cual se asistía penetrado de un no sé qué, e incómodo por no captarlo mejor. La flor, el tercer sexo, el sexo angelical del mundo.

Todo lo que es positivo en el universo gangoteniano es angelical y floral. Lo negativo, es maldito y mineral.

Sin embargo en Ausencia hay alguien. Su novia. Novia sublimada, como aquella que aparece en los poemas de Poe, que leímos conjuntamente cuantas veces, ser diáfano del cual no conocemos nada, hecho de soplo y flores.

¡Oh dulce mujer bajo mis miradas!
Como las blancas flores de silencio
y de seda
Que apoyan sus jadeantes corolas.
En el perezoso tallo de las palmeras,
Inclinas sobre mi hombro la frescura aérea de tu rostro (4).

Cercana, está en la lejanía.

Blanca y secreta como la nieve de una estrella nueva (5), y situada en un tal absoluto, que es puramente esencial, desprovista de atributos.
Aquí mejor que en otra parte se ve esta tendencia al éxtasis, este deseo de sublimar cualquier cosa, de llevarla hacia el más allá.

En los poemas de Gangotena no hay casi nada que “asir”.

Voces innumerables,
Envejecidos ecos de las nebulosas,
Cristalinos ecos en los ríos y torrentes,
Voces innumerables marchaban a su
muerte, marchaban a perderse
En la yermas arenas de antaño (6)

Él descentra, lleva todo hacia otro mundo, tiene el vocabulario gaseoso o angelical aliento, brisa, nube, soplo,… lo que se exhala… Pero en medio de estos espacios ilimitados, de este dominio celeste, pasan los desechos pasados y duros de los complejos de su adolescencia que vuelven fuera tal vez de cierta fluctuación en el idioma (que no es su lengua materna), bien difícil la comprensión de sus poemas.

Por ejemplo, el complejo sangre-enfermedad-maldición.

El autor cuando joven sufrió de varias enfermedades como la hemofilia. Esta enfermedad atroz le ponía a merced de un diente arrancado, de una simple inyección por la cual su sangre fluía en seguida, sin remedio, sin detenerse, sin cesar (al abrigo de la muerte detrás de esta endeble y única cortina de la epidermis), enfermedad que lo sumía en un temor continuo y prácticamente fuera del mundo, le ha marcado para siempre.

Estas ideas fijas de la sangre y otras pocas, cuidadosamente disimuladas y disfrazadas por la vergüenza y por las que no se saca pecho, como tampoco de la guerra química o de una lesión de riñones, están camufladas en símbolos y palabras tomadas sucesivamente en diferentes sentidos, pesan en todos sus poemas y para quien los lee con atención, del peso de una espantosa carga; la sangre está en todas partes.

Me llama la sangre
La sangre de los días de éxtasis,
más acompasada que la mar.
La sangre que no olvida jamás y que me invade con su color terrible.
¡Que este inútil viaje de los ojos termine pronto!
Así el paciente corazón anhela volver a ver su sangre
Y gozar de una codiciada sombra,
más dulce y más
propicia en su temblor una quejumbre. (7)



Os digo y aseguro:
Hay alguien que sangra. (8)
(Hasta aquí el texto de Michaux).

Para apreciar mejor la genialidad de Alfredo Gangotena, transcribimos el homenaje rendido por el poeta Jules Supervielle en Montevideo, el 17 de enero de 1945:

ALOCUCIÓN QUE PRONUNCIÓ JULES SUPERVIELLE EN EL HOMENAJE QUE SE RINDIÓ AL POETA ECUATORIANO ALFREDO GANGOTENA, EN EL URUGUAY.

Quiero hablaros ahora, estimados radioescuchas, de uno de los más leales amigos de Francia, de la Francia en la América del Sur, el gran poeta ecuatoriano Gangotena, que en plena juventud acaba de morir en Quito. Alfredo Gangotena pertenece a una de las ilustre familia del Ecuador, una de las que han sido siempre campeones de la cultura y de la tradición francesas.

Mucho quería a Alfredo, a quien conocí por el año 1923, y creo haber sido su primer amigo en París, cuando apenas había salido de la adolescencia, un niño antes de que preparara su ingreso a la Escuela de Minas, donde fue admitido a título de francés. Gangotena fue uno de los raros estudiantes extranjeros que ha sido aceptado con ese privilegio.

Antes de entregarse totalmente a la poesía, Gangotena se interesó con todo su fuego en la Filosofía y especialmente en la Metafísica. Pero fue su poesía, tan original y conmovedora, la que le convirtió en uno de mis mejores amigos. Éramos casi vecinos en París. Apenas unos centenares de metros separaban nuestras moradas, nos veíamos a menudo y leíamos nuestros poemas antes de publicarlos. Más tarde fue el amigo de Michaux, Éluard, Aragon y Maritain.

Cuando se decidió a enseñarme sus versos en francés, quedé súbitamente asombrado por la personalidad profunda y la natural grandeza de este poeta de dieciocho años. La originalidad, la verdadera, la que viene de las fuentes mismas del corazón, brotaba gravemente de estos poemas, sombríos y abrasadores, a menudo difíciles, pero cuyas propias tinieblas se reflejan en esas aguas maravillosas, y dan testimonio de elevación y de bellezas palpitantes.

Espíritu sin prudencia, así escribiese en francés o en español, afrontaba siempre con brillo, y con qué terrible éxito, los extremos más peligrosos de la poesía. Era un poeta difícil, y no porque cultivase el hermetismo sino por la densidad de su lirismo y la riqueza de sus facultades.

Delicado de salud, siempre en peligro, estaba dotado maravillosamente para recoger y situar el sufrimiento humano. Era uno de esos raros poetas desagarrados y desgarradores, cuyo patetismo es la brújula constante y cruel.

Desde el comienzo se clasificó en primera línea en la poesía joven francesa, y tenía también muchos admiradores en Bélgica. Nos deja tres libros: Orogénie, Absence, Nuit y dos inéditos: el uno en francés y otro en español, cuyo título define tan bien al poeta: Tempestad Secreta.

Después de los horribles días de 1940, Gangotena se consagró a nuestra causa, hizo religión con Francia, por así decirlo. Abandonando sus negocios y sus estudios, dio todo su tiempo y todas sus fuerzas a nuestro país. Fue el porta palabra del Comité de la Francia Combatiente en el Ecuador, ante las autoridades de su país, ante sus amigos y, especialmente, ante los enemigos de nuestra causa. “Es mi modesta contribución para mi patria espiritual”, decía.

Algunos minutos antes de su muerte, en la plenitud de su conciencia, pidió a su hermana, casada con el conde de Monlezum, partidario desde el principio del General de Gaulle, que le enterrase con esa Cruz de Lorena que siempre llevaba consigo.

Permitídme, mis queridos oyente, que os lea extractos de un poema que regí a Gangotena algún tiempo antes de la guerra. Es una carta abierta, abierta ¡ay de mí!, por la muerte, porque es de ella la que me induce a daros lectura ahora.

Yo pienso en ti, en tu sitial de alta geología,
Tú que te abres un camino entre los indios, los volcanes,
Cabalgando al pie de los Andes, donde los espacios
Son más dilatados que en otras regiones
Yo pienso en tí que te encuentras solitario en tu Ecuador,
No prestes atención, Gangó, a todas esas olas del mar,
¿Cómo podrían separarnos con sus crestas efímeras,
y sus renacimientos prestos a abortar?



Pero, ¿Qué pasa, Gangó, en la americana montaña,
Y por qué no vienes a la llamada de tus amigos?
¿Piensas que te olvidamos
Desde este lado del mar?
Deja, pues, que te envíe, (a tí que sueñas con Francia,)
Una onda del Sena en la que se refleja Vétheuil
A la hora del día cuando la arena
Es más dulce en el fondo del río.



Alcancé una mañanita la campiña bretona.
Se oye a lo lejos el mar.
No se lo ve todavía,
Y, sin embargo, si te inclinas sobre ese pequeño promontorio,
puedes contemplar Ploumanach o Roscoff, no se sabe todavía.
El día apenas ha nacido.
A menos que prefieras de la selva de Sénart,
Esa encina plena de gorriones,
Todo está saturado de salud, rápido como la luz.
Y qué alegre temor de estos… viajeros
Que se lanzan al mundo como marinos del Estado.
Ellos lo hacen por un poeta,
Quieren entrar en su red
Pues saben que no pierden su libertad,
Y que ahí están tan bien como en el cielo el corazón de la golondrina.
Ya ves que no estás solo en el valle ecuatoriano
No estás más solo que los poetas aquí.
Son niños perdidos por la tarde, que sufren
Por encontrarse por la mañana en la añeja verja del día.
Lo que te hace sufrir allá lejos
Es tu armadura de poeta que nos hiere con sus junturas.
Es nuestra envoltura de nervios, (que ahí están nuestras espinas)
Hechas para martirizarnos.



Pero tú sabes ésto mejor que yo, en tu profundo, secreto valor,
Y yo te pido perdón por haber tomado la palabra
En esta mañana del mes de mayo,
Cuando el hombre, el pájaro, el cielo, sin darse cuenta
Sienten la alegría de dar consejos (9).

Sin embargo, el “Mensaje de Jules Supervielle. Alfredo Gangotena”, reproducido por la editorial de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, en marzo de 1956, (10) tiene trece versos más y varias divergencias en la traducción, como lo podemos leer a continuación:

Pienso en ti sobre tu meseta de alta geología,
Tú que te abres un camino entre los indios y los volcanes
Cabalgando al pie de los Andes donde los espacios
Son más espaciosos que en otras partes.
Pienso en tí que te encuentras solo en el mundo en tu Ecuador.
No hagas caso, Gangó, de que todas las ondas del mar
Podrían separarnos con sus crestas efímeras
Y sus reconocimientos prestos siempre a fracasar.
¿Cuenta aquello entre dos amigos
Que permanecieron más de una vez bajo el mismo techo sin hablarse
Ni cambiar una mirada,
Como si el océano se hubiera puesto entre ambos para divertirse
Y ver el gesto orondo que harían al encontrarse separados?
No hagas caso de las muchas semanas que han pasado
Desde la plática postrera
En el jardín de Port-Cros
Bajo la higuera que conoce a Michaux y bajo cuya sombra
Te hicimos venir entonces por los caminos del espíritu
Para sentarte en el sitio de honor
Que se reserva al ausente.
¿Pero qué pasa, Gangó, sobre la montaña americana
Y por qué no vienes a la instancia de nuestros deseos?
¿Piensas que se te olvida
En este lado del mar?
Déjame enviarte a allá lejos
Un bucle del Sena donde se refleja Vétheuil
A la hora del día en que la arena
Es más dulce en la entraña del río,
(Podemos hablar de la dulzura, nosotros que conocemos las cosas terribles
Y estamos siempre más o menos codo a codo con la muerte).
Añado a ello aquí una madrugada sobre la campiña bretona.
Se escucha el mar a lo lejos.
No se lo mira todavía.
Y no obstante, si asciendes a este pequeño promontorio,
Puedes ver Ploumanach o Roscoff, sin saberlo.
El día apenas ha despuntado.
A menos que prefieras de la floresta del Senart,
Esta encina plena de gorriones, voluntarios para el viaje,
Todo aquello en plena salud, rápido como la luz,
Y qué temor gozoso para los emplumados viajeros
Que emprenden su viaje como marinos del Estado.
Así lo hacen para un poeta
Y desean entrar en su red
Pues en ella no se pierde jamás la propia libertad
Y se está jubiloso como el corazón de la alondra en el cielo.
Mira bien que no estás solo en tu campo del Ecuador.
Y tú no estás más solo allá lejos
Que aquí los poetas.
Son niños perdidos en la noche, a quienes les cuesta trabajo
Encontrarse en la mañana, en medio del oxidado hierro del día.
¿Sabes lo que te hace sufrir?
Es tu armadura de poeta que te duele en las coyunturas,
Nuestra cota de mallas, fabricada en nervios, venas, arterias,
Que nos tortura,
Es necesario acostumbrarse a ella pues no conocemos ninguna otra,
Pero tú lo sabes mejor que yo en tu profunda y secreta fortaleza.
Y te pido perdón de haber hablado
En esta mañana del mes de mayo.
En la que al hombre, al pájaro y al cielo, sin percibirlo siquiera,
Les place dar consejos.

¿Cómo explicar estas divergencias –que hemos subrayado- en un mismo escrito? Cierto que la alocución de Jules Supervielle data de 1945, pero el poema dedicado a su gran amigo, Alfedo Gangotena, es de 1935 y ha sido escrito y editado por primera vez en el Journal des Poètes, en Bruselas y, luego, apareció de nuevo como poema preliminar de Nuit, en 1938 (11). Cabe precisar que la versión fragmentaria recitada por Jules Supervielle contiene dos versos más: “… a tí que sueñas con Francia” y “ …, que ahí están nuestras espinas:, que no existen en el original galo. Sin embargo, en la transcripción del Mensaje editado por la Casa de la Cultura Ecuatoriana, hay modificaciones y hasta mutilaciones del texto de Supervielle (12).

Hemos titulado este estudio renacimiento y al presentar este balance de la producción gangotiana, podemos afirmar que la obra de nuestro poeta ha salido definitivamente de la sombra:

“En este sentido, el balance de 1990 señala que la producción escrita sobre Alfredo Gangotena y su poesía alcanza un total de 103 menciones bibliográficas entre 1918 y fines de 1980. Esas menciones van de la escueta referencia al autor o a la obra hasta el estudio crítico, pasando, así, por la nota de lectura, el texto-testimonio y el estudio panorámico o biográfico. Desde luego, este resultado general concierne los dos espacios literarios en que la obra se difundió, y, es precisamente por esto que es significativo. Así, de las 103 menciones bibliográficas, 51 corresponden al espacio europeo y 52 al sistema literario latinoamericano. Evidentemente, la mayor parte de esas entradas en cada espacio cultural corresponden al país en el que el poeta publicó sus obras. En consecuencias, 40 entradas conciernen el espacio francés exclusivamente y 30 entradas al espacio ecuatoriano. Este resultado subraya, de nuevo, la presencia de Gangotena. Es, entonces, evidente que después de 1920, la presencia del poeta –mucho más que sus poemas- ha sido considerada en Francia. Y esto, fundamentalmente, gracias a su vínculo de amistad con Henri Michaux. Pues, es, precisamente, el poeta franco-belga gracias a su obra lo que ha guardado vivo el recuerdo de Alfredo Gangotena en el mundo europeo de las letras.

En los años 80 se produce una recuperación notable de la poesía de Gangotena tanto en Francia como en Ecuador. Poemas y poemarios, así como la inclusión del artista y sus escritos en historias literarias, la publicación de inéditos y la elaboración de trabajos de investigación sobre el conjunto de esta obra, todo ha contribuido, al fin de ese decenio, a una revalorización del artista y su trabajo.

Si el balance de 1990 que configura una bibliografía activa y pasiva de la obra gangoteniana demuestra claramente la evolución de la situación del poeta y su permanencia en los espacios culturales que son los suyos, esta tendencia se conforma plenamente en los cinco años siguientes. Así, entre 1990 y 1995, el número de publicaciones en Francia y en Ecuador, al igual que el número de trabajos críticos que se le dedican es revelador de una nueva actitud de parte de los espacios literarios. Si a esto añadimos el hecho de que la investigación, sobre todo en el espacio hispanoamericano continúa, podemos decir que los resultados son positivos. Y tanto más, si consideramos que el total de 62 entradas de 1990 pasó, en lo que concierne a la bibliografía activa y sus años de vigencia ente 1918 y 1995, a un total de 79 títulos de obras publicadas. Entre estas referencias, 49 conciernen al espacio literario europeo y 30 el espacio de las letras latinoamericanas. Lo que marca la diferencia en estos últimos años es que tanto en Francia como en Ecuador, los títulos publicados corresponden a volúmenes. Y es que, desde 1990, el efecto de reconocimiento de la obra poética gangoteniana se materializa en Francia en la edición en dos volúmenes de la poesía en francés del autor, y en Ecuador, en la segunda edición de Tempestad Secreta, esta vez en versión bilingüe.

La misma evolución positiva se constata en relación a la recepción. Ahí donde el balance de 1990 señalaba las 103 referencias bibliográficas, el total de 1995 indica 165 entradas. De ellas, 78 tocan el espacio literario europeo, mientras que 87 se incluyen en el mundo de las letras hispanoamericanas. La irradiación de la poesía de Gangotena toca, hoy en día, casi a todos los países del nuevo continente, hecho no sólo positivo sino, además gratificante…” (13).

Así que su renacimiento no sólo consiste en la recuperación de su obra literaria y en la comprensión de Alfredo Gangotena sino, y sobre todo, en la reubicación en altísima posición de su poesía en el mundo de las letras:

“Una cosa es cierta, nuestro objetivo ha sido el intentar devolver a Alfredo Gangotena el lugar que tanto él como su obra merecen en el mundo de las letras. Cierto es que escribió una buena parte de su obra en francés pero –y la investigación lo prueba- nunca abandonó la creación en la lengua materna. Hoy en día su producción bilingüe en español y en francés están ahí, al alcance de todos. Creemos que hoy la situación de Gangotena es clara: él pertenece definitivamente a los dos espacios literarios que le acogieron. Su discurso poético es, en francés o en español, la expresión de un ser compartido entre dos mundos, dos culturas y dos lenguas. Ésa es su originalidad y su modernidad” (14).


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*Primer Secretario del Servicio Exterior. Miembro del Consejo Editorial de la revista AFESE.


NOTAS

(1) Alfredo Gangotena: “Poesía”. Editorial Casa de la Cultura Ecuatoriana, Quito, 1965, pág. 243.

(2) “Permanencia de la poesía de Alfredo Gangotena”, pág. 2. La señora Castillo de Berchenko pronunció esta conferencia manuscrita durante el “Coloquio, el Ecuador de ayer y hoy –homenaje a Eugenio Espejo”, organizado por la Embajada del Ecuador en Francia, el Centro de Estudios Ecuatorianos y la Universidad de París-X Nanterre los días 14-15 de marzo de 1995. A iniciativa de la Embajada del Ecuador en Francia y de la Casa de los Países Ibéricos de la Universidad de Burdeos III, se hizo otro coloquio en Burdeos, denominado: “Francisco Javier Eugenio Santa Cruz y Espejo y las luces quiteñas de su tiempo” (14-16 de septiembre de 1995).

(3) Idem nota 1, págs. 125 y 126; pero, el doctor Gonzalo Escudero en estos tres versos, no traduce dos palabras:
Tiemblan los muros y también las hojas
Os digo y aseguro:
Hay alguien que sangra.

(4) Ibid. Pág. 109; pero el doctor Gonzalo Escudero no traduce una palabra en el primer verso y en el segundo invierte dos sustantivos:
¡Oh mujer la más dulce bajo mis miradas!
Como las blancas flores de seda y de silencio…

(5) Ibid, pág. 122. El doctor Gonzalo Escudero cambia el plural por el singular:
Blanca y secreta como las nieves de una estrella nueva .

(6) Ibid, pág. 109.

(7) Ibid. pág. 122. Nos parece que la siguiente traducción del quinto verso y siguientes es más fiel con el texto francés: El corazón amado y tan paciente anhela a todo precio volver a ver su sangre.
Gozar de una codiciada sombra, más dulce y más propicia a su penoso estremecimiento…

(8) Idem, pág. 127. Ver nota 1, el último verso.

(9) Letras del Ecuador, tomo 1, No. 1 al 12. Centro de Investigación y Cultura. Banco Central del Ecuador, Quito, 1988. In: “Homenaje a Alfredo Gangotena cuya muerte enluta la poesía ecuatoriana”, págs. 8 y 9. Anteriormente a esta alocución, se publica el fragmento de discurso de Gonzalo Escudero. Los puntos suspensivos y los paréntesis son nuestros.

(10) Idem nota 1, págs. 29 y 30.

(11) Adriana Castillo de Berchenko: L’itinéraire d’un poète équatorien en France: Alfedo Gangotena (1920-1930), tomo II Atelier National de Reproduction des Thèses, Lille, 25 mai 1991; págs. 638 y 646-648.

(12) Por ejemplo está escrito : « Bajo la higuera que conoce Michaux y bajo cuya sombra… », en lugar de : « Bajo la higuera que conoce Michaux y bajo la cual… », « Pero tú lo sabes mejor que yo en tu profunda y secreta fortaleza », en lugar de : « Pero tú lo sabes mejor que yo en tu profundo y secreto Valor » o « que nos tortura » en lugar de :, « Hábil en martirizarnos » o « Y te pido perdón de haber hablado », en lugar de : « Y te pido perdón de haber tomado así la palabra ».

(13) Idem nota 2, págs. 11 a 12.

(14) Ibid, pág. 14.