martes, 27 de abril de 2010

Raymond Aron: la conciencia de su siglo (MEMORIAS)


Por Claude Lara (In "Revista Correo Diplomático", año II, N. 7, diciembre 1986, pp. 398-404)

El 17 de octubre de 1983 murió, en París, Raymond Aron .. Periodista, profesor, ensayista, filósofo, académico ... fue -tal vez- el más alto representante del humanismo francés (es decir, universal) de nuestro tiempo.

El 2 de septiembre de 1983, en la editorial Julliard, R. Aron publicó sus "MEMORIAS", a las que dio como subtítulo: "50 años de reflexión política". Se puede asegurar que es una enciclopedia de 178 páginas en la que se analiza medio siglo de reflexión política, en el sentido más amplio de la palabra: familia, filosofía, historia, sociología, economía, relaciones internacionales, etc ... Si el estilo es tan fluido, perfectamente accesible, es porque R. Aron aplica la primera lección de un gran periodista, que no ignora que la claridad y la precisión son al pensamiento escrito lo que el proyector, a la película.

El memorialista, a lo largo de su obra, se interroga sobre el determinismo de la existencia humana y la historia. "La existencia humana -escribe- es dialéctica; es decir, dramática, ya que actúa en un mundo incoherente; ella se compromete a pesar de la permanencia; busca una verdad que huye, sin otra seguridad, sin otra certeza en una ciencia fragmentaria y una reflexión formal". Para sobrepasar esta contradicción, R. Aron en su vida intelectual escogió un método: obedecer a las reglas tradicionales de la capacidad y de la duda metódica. Su finalidad es dar a conocer un mundo coherente y trabajar para la unidad de la ciencia; su objetivo, esclarecer la visión de sus contemporáneos. En otros términos: es la historia de un encuentro entre su siglo convulsivo y una inteligencia ansiosa de comprenderlo.

Este excepcional espectador del siglo, nació el 14 de marzo de 1905, en París, en un medio de juristas. Su padre, Gustave Aron, siguió estudios brillantes y, a pesar de ello, fracasó en su carrera. En sus "MEMORIAS" nos cuenta como joven, cuando tuvo la edad necesaria para ver a su padre, no como un ser omnipotente, sino como un ser humillado, se sintió el realizador de las esperanzas de su padre. El hijo le daría una especie de reivindicación, borrando las decepciones de su padre con sus propios éxitos.

R. Aron termina, en 1923, estudios brillantes del bachillerato. En 1924, entró en la Escuela Normal Superior. Es un momento decisivo de su vida; allí encuentra, entre otros a Jean Paul Sartre y P. Nizan. Ganará el primer puesto en el concurso de la Agregación de Filosofía. La carrera docente la principió en 1930, en la Universidad de Colonia, como Asistente, durante un año. Estuvo de interno en la Casa Académica de Berlín, de 1931 a 1933, y asistió a la llegada del nazismo al poder. De 1933 a 1934 enseñó en el Liceo de El Havre. De 1934 a 1939, R. Aron fue Secretario de El Centro de Documentación Social en la Escuela Normal Superior. En 1938, obtuvo el título de Doctor en Letras con su tesis: "Introducción a la filosofía de la historia". En la segunda guerra mundial, siguió un semestre como "Maître Assistant", en la Facultad de Letras de Tolosa. Siguió el movimiento de la resistencia francesa en Londres, donde encontró al General de Gaulle y se incorpora a su movimiento: "la Francia libre". En la B.B.C., fue redactor en jefe del programa "la Francia libre", hasta 1944. En la liberación, reasumirá a la vez: la enseñanza, el periodismo y una intensa actividad literaria. Dicta cursos en todas las grandes Escuelas francesas. En 1945 fue profesor en el Instituto de Estudios Políticos y en la Escuela Nacional de Administración. También fue editorialista en el periódico "Combat", en 1947, en el que trabajó con Albert Camus, Luis Pauwels, entre otros. Colaboró así mismo en el diario "El Figaro". En 1956, enseñó sociología en la Sorbona y, en 1960, es designado Director de Estudios en la Escuela Práctica de Altos Estudios. En 1963, fue elegido como Miembro de la Academia de Ciencias Morales y Políticas del Instituto de Francia. En 1965-1966, fue Presidente de la Sociedad de los Redactores de "El Figaro". En 1970, culminación de su brillante carrera docente, fue nombrado Profesor en el Colegio de Francia. En 1975, fue Miembro de la Sociedad de Gestión de "El Figaro"; en 1976, su Director político y después de treinta años, juzgando que los métodos del nuevo Director violaban la ética del periódico definida por Pierre Brisson y sus colaboradores, se separa de dicho diario. El mismo año, es Presidente del comité editorial del hebdomadario "El Express" y en 1978, fue Director de la nueva revista "Commentaire".

Seguramente, el viejo espectador, al correr de su pluma debía sonreír al recordar la cronología de su vida profesional. Sí, él, el hijo no sólo llenó las esperanzas de su padre y de su familia, sino también que los cubrió de una inmortalidad inesperada. El profesor de filosofía, sociología, economía, historia, de estudios políticos, relaciones internacionales, buscado por las grandes instituciones intelectuales del mundo occidental, para dictar conferencias en francés, inglés, alemán, fue reconocido por los mayores especialistas como una conciencia de su siglo. Justicia ¡la razón había vencido al destino!

En sus "MEMORIAS", este autor prolífico nos presenta su intensa actividad literaria. Es como un análisis crítico de más de cuarenta libros antes publicados; un balance de su obra en la que se plantean todos los grandes problemas con extraordinaria altura de vista y, al mismo tiempo, enorme sencillez: la sociedad industrial, la amenaza comunista, el porvenir de las democracias, la paz y la guerra, la estrategia nuclear, hallan su sitio y su comentario. Resumir el contenido, sería temerario y vanidoso; por lo mismo expondré aquellas grandes líneas de algunos libros que más se destacan. El primer descubrimiento del joven profesor es la condición histórica del hombre ¿Qué es la historia? ¿Qué puedo saber de la historia? ¿Cómo el individuo puede captar la totalidad humana? Tales son las interrogativas y la actitud fundamental y primera de R. Aron en sus libros: "Introducción a la filosofía de la historia" y "la filosofía crítica de la historia" (1938). Filosofía e historia están íntimamente ligadas, pues les preocupa el mismo problema: ¿cómo el individuo puede entender la totalidad humana? La historia es a la vez conocimiento (estudiar los hechos, compararlos, unirlos) y comprensión (interés por los grupos, asociaciones, certidumbres comunes y lógica de los comportamientos) para entender la mentalidad de un país o de una época. El conocimiento de los hechos encuentra su sentido en la comprensión de los actos. Otro punto capital del pensamiento de R. Aron es que toda interpretación correcta del pasado está unida a las voluntades dirigidas hacia el porvenir. De este modo, se destaca y se esclarece la relación profunda de la comprensión histórica y de la reflexión filosófica.

En su "Historia y dialéctica de la violencia" (1972) explica esta relación y revela el error de los filósofos que no entendieron los lazos exactos de la filosofía y de la historia; así, J.P. Sartre que mezcló su ideología existencialista con su interpretación marxista. Para R. Aron fue un error muy grave, puesto que deduce la historia de la filosofía, cuando en realidad, es la historia la que habilita al verdadero pensador y da un contenido a su pensamiento. R. Aron reprocha esencialmente el no comentar y no observar objetivamente los hechos; el desconocer la razón analítica para aprovechar de la razón dialéctica; el querer explicar toda la historia según su filosofía, basándose únicamente en demostraciones apriori; es decir: decidirse ignorando la realidad; fundar su análisis sobre una violencia primordial que impone como un absoluto lo extraño, lo raro (¿la revolución ... ?) Y no llega a descubrir, a analizar el cambio en la continuidad. Una posible conclusión de lo anterior sería la siguiente: si la historia es un drama sin unidad; un drama equívoco e inagotable, la condición del hombre es histórica; el pasado es, a la vez, lo que nos permite ser y nos condiciona. Nuestra relativa libertad es reflexionar para aprender a situarla y a ejercerla en una historia que no sea una pura repetición; tampoco, una ruptura; más bien una unión entre los momentos del tiempo, creación e invención que pertenecen al mismo momento: pasado y porvenir.

Después de sus estudios acerca de la condición histórica del hombre, R. Aron para presentar su visión de la historia, estudia su interés filosófico en las teorías de la historia. Gracias a sus profundos estudios acerca del pensamiento científico y filosófico alemán, comprueba que la filosofía tradicional de la historia encuentra su terminación en el sistema de Hegel. Así, puede afirmar que la filosofía moderna de la historia empieza con la negación del hegelianismo. En efecto, el ideal ya no consiste en determinar de una vez la significación del devenir humano; el filósofo ya no se considera como el depositario de los "secretos de la providencia". Así, la filosofía crítica de la historia renuncia a conseguir el último sentido de la evolución. Además, el hombre jamás llegará a incluir ni en un conjunto de conceptos la totalidad del universo; jamás podrá resumir y prever, en una fórmula única, el devenir inagotable de la vida. A estas pretensiones desmesuradas, la ciencia opone el rigor de sus investigaciones y la certeza de sus resultados. Este análisis, ahora clásico de la historicidad, conduce a R. Aron a una filosofía histórica que sí se opone al racionalismo cientista, al mismo tiempo como al positivismo; es también una filosofía de la historia. Resumir sus dos grandes obras, ya mencionadas, tan densas, en pocas palabras es imposible. Sin embargo, el autor se explica claramente y escribe: "La filosofía de la historia, es una parte esencial de la filosofía, es la vez su introducción y su conclusión. Introducción, si hay que comprender la historia para pensar al destino humano, de un tiempo y de siempre. Conclusión si no hay comprensión o devenir humano sin una doctrina del hombre".

Se puede citar como punto de partida para presentar la visión histórica de R. Aron las palabras de Bernard Groethuysen en "La Nouvelle Revue Française": "La concepción de la historia de Raymond Aron y de su generación está más cerca del realismo histórico de Dilthey que del idealismo filosófico de Simmel, Rickert y de Weber ... Es el por qué de una generación que quiere comprender su destino, o más bien, comprendiéndolo, vencer su destino".

Este realismo histórico significa que la historia no está determinada ni orientada anticipadamente por una finalidad a un sentido. Queda abierta, al fin y al cabo, de la acción de los hombres, de su libertad y de su arbitrariedad. Explicación clara que rechaza el mesianismo, en cuyo nombre el siglo XX ha cometido tantos crímenes, y su desconfianza acerca de la ideología como discurso o interpretación global del mundo como guía de la acción. Esta concepción relativista de la historia, se une en el plan filosófico con una referencia: la idea de Razón. En efecto, recuerda de la filosofía kantiana la idea de Razón, como el único medio, del cual los hombres disponen para ordenar su representación del mundo y guiar su voluntad para transformarlo.

R. Aron publicó, en 1955, un libro que, a causa de la pertinencia de sus ideas, causó escándalos a la crítica de la "Intelligentsia" parisiense: "El opio de los intelectuales". Este ensayo político critica a los intelectuales como J.P. Sartre, A. Camus, M. Merleau-Ponty, etc ... y en el que anuncia el fin de las ideologías, y especialmente el marxismo-leninismo como sistema ideológico europeo. Este sistema que tendía a una interpretación global de la historia. R. Aron denuncia igualmente, la asombrosa ceguedad de los más brillantes espíritus de la postguerra, acerca de la dictadura en la Unión Soviética. Pero, "tener razón demasiado pronto, es la peor manera de no tener razón", escribe Pierre Rvckmans.

Frente al marxismo-leninismo, que decreta una verdad universal, mezclando lo que quiere con lo que sabe, R. Aron prefiere, como verdadero liberal, un pensamiento crítico, consciente de las trampas de sus pasiones y de la realidad misma que, sin cesar, vuelve a preguntarse sobre sus juicios e hipótesis; sin cambiar sus convicciones íntimas, morales o intelectuales. Seguramente que la pérdida de crédito en el marxismo-leninismo en la alta "Intelligentsia" francesa, que ocurrió tan misteriosamente como su boga, es la respuesta definitiva. El analista político debe observar las reglas tradicionales de la capacidad y de la duda metódica. Si los intelectuales tienen el derecho de expresarse como cada ciudadano, no pueden prevalerse de su preeminencia literaria para imponer su política. En efecto, una novela, un poema concuerdan muy mal con el rigor y la exactitud de un análisis económico o diplomático. Los intelectuales deberían dejar de creerse competentes en una disciplina que, más que nunca, depende de los especialistas.

Después del estudio de la economía, para fundamentar racionalmente sus criterios sobre el capitalismo y el socialismo, nuestro pensador, se interroga acerca del fenómeno de la aparición de la bomba atómica y de cómo incluirla en el juego tradicional de los Estados. Esta arma es revolucionaria; modifica el conjunto de las relaciones interestatales. Es el libro: "Paz y guerra entre las naciones", de 1962. Reflexión teórica, sociológica, histórica y praxiológica de la transformación de las relaciones interestatales por el fenómeno nuclear. Cuando se publicó la obra, conoció un enorme éxito; la prensa francesa la comentó con muchos elogios: "estudio magistral" tituló "El Mundo Diplomático", en 1962; "el Mundo" elogió el libro, a través de la pluma de E. Borne: "este ejercicio magistral de la lucidez intelectual y de la educación política". El periódico alemán: "Die Zeit", compara su obra al mas célebre estudio de estrategia militar del siglo XIX: "De la guerra", del Prusiano Karl von Clausewitz, hasta hoy vigente. (R. Aron escribió un estudio de dos volúmenes acerca de este autor prusiano: "Pensar la guerra", en 1976). "El Observer", el 23 de abril de 1967, presentó a R. Aron como un caballero europeo que entró en la liza para quitar a los Norteamericanos el monopolio del estudio de las relaciones internacionales. En el "New York Times", Henry Kissinger calificó al libro de quien fue su profesor: "de profundo, civilizado, brillante y difícil".

R. Aron nos da a conocer su obra, gracias al esfuerzo de un infatigable profesor que ambiciona restituir la inteligibilidad de la historia, tal vez, sobrevalorizando los instrumentos racionales, en perjuicio de la subjetividad y de lo imaginario. Sus "MEMORIAS" son el ejemplo de un espíritu enciclopédico, de una ética del saber, de una moral del razonamiento, de un letrado que nunca traicionó su misión. El memorialista R. Aron, nos ofrece una amplia retrospectiva con reflexiones sobre la historia; es como si leyéramos la copia del mejor alumno viviente de la clase intelectual de los años 1920; el mejor informado de los acontecimientos y de los saberes de su tiempo; el más ágil para confrontarlos y el menos inclinado a divagar, porque es uno de los escasos analistas políticos (tal vez el último) en imponer las reglas tradicionales de la razón y en respetar la autoridad que proviene de las ideas. Como escribe Bertrand Poirot Delpech, en el periódico: "El Mundo" (9 de septiembre de 1980): "El atleta no cayó en ninguna de las trampas tendidas durante este medio siglo y en las que tantos otros tropezaron. Piensa haber cumplido su "salvación laica". Ha hecho mucho más: en el período en el que reina el "à peu près" (el más o menos), la impostura y el pancracio, defendió con actos, por una deontología del trabajo intelectual, una moral del espíritu, un horizonte de la razón".

Las "MEMORIAS" de R. Aron son el testimonio de una personalidad célebre; pero sumamente reservada; un hombre superior que gracias a su humanismo, habla al lector con una voz fraternal: iluminando su inteligencia y tocando en lo vivo de su carazón: "No quisiera terminar esta larga retrospectiva -confiesa R. Aron- con reflexiones sobre la historia en curso de realización. Por definición la historia continua; el punto en que se detendrá nada significa para mí, ni para los demás. Mi actividad profesional no ha llenado mi vida, ni los artículos, ni los libros, ni la enseñanza. Desde 1971, a mi esposa, a mis hijos, a mis nietas, a mis amigos, debo la prórroga de mi vida no en la angustia, sino en la serenidad. Gracias a ellos, acepto la muerte: es fácil; pero antes de ella, las secuelas de la embolia y los estragos de la edad: es lo más duro. Recuerdo una expresión, que a veces empleábamos cuando tenía veinte años, en conversaciones con mis compañeros: "actuar por su salvación laica". Con o sin Dios: nadie sabe, al término de su vida, si está perdido o salvado. Gracias a ellos, de los que tan poco he hablado y que tanto me dieron, rememoro aún esta fórmula sin miedo ni temor".

Es la conclusión profunda y visionaria de las "MEMORIAS" de Raymond Aron fallecido, el 17 de octubre de 1983, tres semanas apenas después de la publicación de su obra y cuando por primera vez y de manera excepcional estaba de moda ... Este libro marcará nuestro siglo.

Nicolás Maquiavelo: ¿un autor mal comprendido?


Por Claude Lara (In Revista AFESE, N. 8, 1986, pp.14-17)

En varios diccionarios se define el maquiavelismo coma "el sistema político conforme con los principios de Maquiavelo" y se precisa que éste es una "política desprovista de conciencia y buena fe". El diccionario de la Real Academia Española da una definición más precisa: "doctrina de Maquiavelo, escritor italiano deI siglo XVI que aconsejaba el empleo de la mala fe cuando era necesaria para sostener la política de un Estado. Fig. Modo de proceder en astucia, doblez y perfidia".

Ambas explicaciones parecen incorrectas e inexactas, porque son muy generales y fuera de su contexto histórico. En efecto, después de la lectura de la obra fundamental de Nicolás Maquiavelo: " El Príncipe", observamos que su pensamiento está ahora desfigurado y, que no siempre se toma en cuenta el momento en el que vivió, así como sus objetivos. Entonces, intentaré en este breve comentario, exponer la problemática que plantea el ilustre escritor político de Florencia en este libro.

El ciudadano florentino en su estudio sobre la manera de gobernar trata de mostrar al príncipe Lorenzo de Medicis la forma de lograr la liberación de Italia, lo que podría calificarse en términos modernos como la independencia de su patria, y su solución: la unidad del Estado italiano. Consecuencia de la decadencia política en la que vive Italia, dividida en pequeñas repúblicas más o menos dependientes de los reinos de España y Francia, Nicolás Maquiavelo escribe: "Ya que estos ejemplos me han traído a hablar de Italia y de la triste experiencia que la ha enseñado de los peligros de valerse de ejércitos extranjeros tomaré las cosas desde más arriba, a fin de que el conocimiento de su origen sirva, a lo menos, para precaver efectos más funestos. Para ello es necesario tener presente que cuando el imperio perdió el poder y respeto de que hasta entonces habia gozado en Italia y principio a tomar consistencia la autoridad del Papa, fue dividido este país en muchos Estados. La mayor parte de las ciudades grandes tomó las armas contra la nobleza, que, apoyada por el emperador las tenía gimiendo en el despotismo; ayudólas el Papa en estas empresas, y por este medio acrecentó su poder temporal. Otros cayeron bajo la dominación de sus mismos ciudadanos; de suerte que la Italia vino a ser súbdita de la Iglesia y de algunas repúblicas".

En este manifiesto político, a fin de explicar sus lineamientos ideológicos y hacerle beneficiar de su experiencia en los asuntos políticos italianos el secretario de Florencia se dirige al príncipe Lorenzo de Medicis, en esos términos: "Deseando yo dar a Vuestra Magnificencia una prueba de mi adhesión no he hallado entre las cosas que posee ninguna que me sea más querida y de la cual haga más aprecio que mi conocimiento de los negocios públicos, logrado por mi larga experiencia en otros tiempos y mi lectura continua de la historia antigua. Mis observaciones, detalladas y cuidadosas, las concreto en este volumen que a Vuestra Magnificencia remito; y aunque comprendo que es obra digna de seros ofrecida, confío en vuestra amabilidad para que le aceptéis, teniendo en cuenta que no puedo haceros mejor presente que el de procurar que sepáis en poco tiempo lo que yo he aprendido en muchos años y con no pocas molestias y peligros. " Y en este manifiesto, Nicolas Maquiavelo da claramente a entender al príncipe Lorenzo de Médicis que la liberación de Italia debe ser la finalidad suprema de su política: "Todos se hallan cansados de la dominación de los extranjeros. Dígnese vuestra ilustre casa, fortalecida con todas las esperanzas que da la justicia de nuestra causa, acometer una empresa tan noble, a fin de que recobre nuestra nación bajo vuestras banderas su antiguo esplendor y se realice aquel dicho de Petrarca: la virtud contra el furor toma las armas y combatirá brevemente, porque el antiguo valor no ha muerto en el corazón de los italianos".

En su libro el autor tiene como objetivo recomendar al príncipe la manera de salir de esta anarquía y como lograr la formación de un gobierno nacional unitario. El paralelismo con la realidad española y el deseo de Nicolás Maquiavelo: la unidad italiana; es clarísimo cuando glorifica a Fernando de Aragón: "Tenemos en nuestros tiempos a Fernando (rey de Aragón y actual rey de España), al cual se le puede llamar príncipe nuevo, porque de monarca de un Estado pequeño ha llegado a ser, por el mérito de sus magníficas empresas, el primer rey de la cristiandad. Además, lo escribe expresamente "cuando repaso las materias que contiene este libro y me detengo a examinar si las circunstancias en las que nos hallamos serán o no favorables para la instauración de un gobiemo nuevo, que fuese tan ventajoso para Italia como honroso para el príncipe que lo estableciese, me parece que no puede haber tiempo inoportuno de llevar a ejecución empresa tan gloriosa".

Así que Nicolás Maquiavelo, en su obra "El Príncipe", es el precursor político de la liberación de Italia así como de la organización de un Estado nacional y unitario. Pensó en el siglo XVI lo que Italia ha conseguido en el siglo XIX: la independencia nacional y la unidad política. Ahora, me parece que esos esclarecimientos nos permiten comprender mejor lo que el político florentino entendía por "razón de Estado" y con qué la relacionaba.

Uno de los grandes éxitos de Nicolás Maquiavelo, coma iniciador renacentista de la teoría del Estado, es presentar la política coma una ciencia autónoma, con sus principios y leyes, diferentes de los pertenecientes a la moral y a la religión: "Quédanos por tratar de la conducta que ha de seguir un príncipe con sus súbditos y amigos. Muchos han escrito ya de esta cuestión y yo lo haré también, discrepando de ellos aún cuando por ello se me considere petulante. Mi propósito es presentar las cosas como son en realidad y no como las cree el vulgo. Hay quienes ven en su imaginación repúblicas y principados como jamás existieron en la realidad. Tal es la diferencia entre el cómo vive y el cómo debiera vivir, que el que prefiera lo que debe hacerse a lo que se hace en realidad corre a su ruina, segura e inevitable. El hombre que quiere conducirse siempre con honestidad será la víctima de tantos otros como son malos. Así el príncipe que quiera triunfar ha de saber ser malo, y usar de este conocimiento si lo necesita para defender sus intereses".

El capítulo que posiblemente mejor ilustra esta idea de Nicolás Maquiavelo acerca de la política como ciencia, el XVIII, intitulado: "Como deben guardar los príncipes la fe jurada", es el más discutido y criticado de la obra del florentino, porque en general se la saca de su contexto que hemos expuesto anteriormente: la liberación de Italia y la constitución de un Estado nacional unitario, por las siguientes razones: necesidad para el príncipe de saber ser zorro y león a tiempo; necesidad de no observar la palabra dada "cuando esta observancia se vuelve contra él y se hayan extinguido los motivos que la hicieron prometer"; necesidad de parecer "piadoso, fiel, humano, integro, religioso", pero saber también no serlo; necesidad, en suma, de "no separarse del bien, pudiendo hacerlo, pero saber entrar en el mal, si a ello se ve obligado". Y esto porque en las acciones de los hombres "se mira al fin que se quiere obtener ... Procure, pues, un príncipe vencer y mantendrá el Estado; los medios que emplea serán siempre tenidos por honrosos, y por todos alabados".

Es necesario precisar aquí que Nicolás Maquiavelo definió claramente que el Estado es la entidad política suprema porque permite a los ciudadanos gozar de mayor justicia, estabilidad política y paz posibles, y que sólo invoca la " razón de Estado" para asegurar la liberación de Italia y la unidad del Estado. Por tanto, el famoso concepto según el cual el fin justifica los medios, atribuido falsamente al florentino, en realidad tuvo un sentido bien determinado. Además conviene aclarar que esa defensa obtenida a veces, del Estado es muy comprensible en una época durante la cual se formaban las jóvenes naciones europeas y, por consiguiente no se puede analizar el concepto de Estado en el siglo XX, pues lo que era una utopía en la época del florentino es una realidad política ahora y nosotros ya no sabemos apreciar las dificultades de su gestación.

Estas confusiones son tal vez el origen de la falsa idea que tiene mucha gente del maquiavelismo y, lo que es más alarmante, de ciertos diccionarios que se vuelven los propagadores de lugares comunes; seguramente porque el florentino ha conocido, la mayoría de veces, el destino póstumo de un autor maldito.

Finalmente, "El Príncipe" de Nicolás Maquiavelo es una obra política que permanecerá, puesto que plantea problemas ideológicos hasta hoy de actualidad (relaciones entre moral y política; autonomía de ésta, concepto del Estado; individualización del Estado en el que se confunden intereses personales del gobernante y su identificación con él, etc ... ) y como bien lo escribe Federico Chabod: "Esta obra de Nicolás Machiavelo (1469-1527) es sin duda la más leída y discutida, ensalzada, y vituperada, amada y odiada de la literatura política de todos los tiempos".

La guerra de las estrellas


Por Claude Lara (in "Revista AFESE" N.5-6 Nov. y Dic. 1985, págs. 13-16)


En Ginebra, durante la primera ronda de negociaciones sobre reducción de armas nucleares entre los EE.UU. y la Unión Soviética, se vulgarizó y comentó en plaza pública esta frase: la guerra de las estrellas. Es necesario, luego de la Conferencia de las siete potencias en Bonn y del segundo encuentro de los dos grandes en Suiza, aclarar ciertos puntos antes de analizar el impacto que causa esta nueva concepción estratégica.

LA GUERRA DE LAS ESTRELLAS
La expresión guerra de las estrellas, inventada por los periodistas norteamericanos, aun si es futurista y anuncia ya en nuestro presente al siglo próximo, no tiene una relación verdadera con el proyecto del Presidente Ronald Reagan: la Iniciativa de Defensa Estratégica (IDE), expuesto el 27 de marzo de 1983. La idea central es, según el primer mandatario estadounidense: "inventar una arma no nuclear que no destruye a la gente, sino que impida a los misiles alcanzar su blanco". Para ganar precisión, la IDE tiene coma objetivo imposibilitar el lanzamiento de los misiles con cabezas nucleares, armas las más poderosas y destructoras del arsenal nuclear y por consiguiente verdaderas pesadillas humanas.
Esa revolución estratégica, el regreso de la superioridad defensiva sobre la ofensiva, permitiría terminar con un extraño sistema de seguridad fundamentando sobre la vulnerabilidad libremente consentida o sobre un pacto de suicidio mutuo. El equilibrio del terror, consecuencia de este juego, impide tomar la iniciativa de un primer choque atómico porque si se puede destruir al adversario, es exponer su propio territorio a una réplica tal que le aniquilaría totalmente. Esta estrategia de la Destrucción Mutua Asegurada, MAD en inglés, que por una extraña coincidencia significa loco, a pesar de todo, aseguró en esas últimas décadas la paz mundial, entonces ¿por qué cambiar de estrategia? Un experto, el coronel Geste respondió: "todas las estrategias funcionan en tiempo de paz. La disuasión de la línea Maginot funcionó muy bien hasta la segunda guerra mundial. Se confunde el efecto con la causa. La disuación es un efecto. La causa es una buena defensa. La estrategia MAD no responde a la pregunta: ¿qué hacemos si la disuasión fracasa?".

REVOLUCION DOCTRINARIA
Este cambio de doctrina intervino cuando los expertos norteamerianos comprobaron que desde hace 12 años, los soviéticos habían gastado más por su defensa estratégica que por las armas ofensivas, en las cuales tienen ya una superioridad aplastante. Para ilustrar esta preeminencia evalúan que los soviéticos pueden disparar tres o cuatro salvas atómicas contra sólo una norteamericana. El equilibrio del terror fue ampliamente trastornado en favor de la URSS. Pero, gracias a la IDE que pone en tela de juicio la táctica nuclear convencional, los EE.UU. asegurarían, según se explica luego, la casi invulnerabilidad de su territorio, lo que los soviéticos no pueden aceptar y se esforzaran en impedir acusándoles de militarizar el espacio. Este proyecto se presenta como una neutralización militar del espacio, gracias a una superioridad técnica decisiva en el campo de la defensa. La tecnología moderna permite entonces la paralización de las dos herramientas de la ofensiva: las fuerzas terrestres y los cohetes. Existe ya la bomba de neutrones, arma de defensa inacatable, que destruye cualquier fuerza terrestre. Y contra los cohetes, la IDE para inmovilizar los misiles nucleares. Así que después del escudo táctico terrestre, quedaría por desplegar el escudo espacial.
Sin embargo, los expertos hablan de treinta o cuarenta años para realizar este plan y muchos impugnan desde ahora la eficacidad de este tipo de escudo. Pero, ¿en qué consiste este escudo?

"ALTA FRONTERA"
En 1981, ..la "Heritage Foundation" reunió alrededor del genera Daniel O. Graham, un grupo de hombres de negocios cercano del Presidente Ronald Reagan. Aquellos recogieron medio millón de dólares para financiar un estudio del cual se estrajo el plan "High Frontier" o "Alta Frontera". En seis o siete años, se colocarían 432 satélites en órbita que no serían equipados de armas nucleares. Podrían interceptar los misiles soviéticos en órbita poco después de su lanzamiento y destruir los cohetes adversos que lograran pasar esta primera barrera. En una segunda fase, se organizaría un cerco alrededor de los emplazamientos de misiles norteamericanos. Cuatro o cinco años más tarde el general Graham preveía una tercera fase con rayos que completara el sistema.

Por lo cual, el proyecto "Alta Frontera" precedía a la IDE tanto en su definición técnica como en su formulación politico-estratégica. Se trataba de abandonar en esta época el concepto de destrucción mutua aseguada para sustituirla con aquel de supervivencia mutua asegurada, gracias a ese escudo, que volvería los misiles nucleares superfluos o casi ineficaces. Ironía de la historia: examinado el proyecto en noviembre de 1982, por el Sr. Caspar Weinberger (quien ahora presiona a los europeos para que participen en la investigación acerca de la IDE) escribió en aquel entonces que este plan "no era científicamente realizable ". Esta rápida presentación, necesaria para dar a conocer la IDE, muestra que los aportes científicos e industriales introducidos en una nueva aproximación estratégica podrían "cambiar el curso de la historia de la humanidad" según el Presidente Reagan.

INICIATIVA DE DEFENSA ESTRATEGICA
En la IDE, la primera fase concierne a la intercepción de misiles atómicos enemigos en los cuatro o cinco minutos que siguen el lanzamiento. El Sr. Brzezinski y dos altas personalidades prevén ya la instalación de cien satélites geosincrones y diez satélites de baja altitud. Esta primera etapa sería operacional al principio de los años 1990 y se estima que costaría 45 mil millones de dólares, los equipos de la segunda fase destruirían los satélites que hubiesen sobrevivido a la primera. Al comienzo les acosarían encima de la atmósfera y luego, desde su regreso a ella. Esta etapa se apoyaría sobre interceptores probablemente guiados por el calor que se desprende de su blanco y se calcula su costo a 15 mil millones de dólares. Según el Sr. Brzezinski: "la eficacidad combinada de las dos fases sería superior a un 90 por ciento ... Es más que suficiente para desanimar a los soviéticos, quienes dejarán de pensar que un primer choque sería galardonado con éxito".

ARMAS CON RAYOS
La IDE, que se inspira de "Alta Frontera", dio luz a otro sistema previsto en un plazo más lejano, la escuela Teller. Según Teller y su Sistema "Beam-Wapons" o "Armas con rayos", los satélites cazas de "Alta Frontera" a término serán tan vulnerables como sus blancos por las armas con rayos que su equipo perfecciona en Livermore. La idea de Teller consiste en el establecimiento de un nuevo tipo de defensa antiaérea capaz de limpiar el cielo de todas las armas ofensivas que podrían circular desde la superficie del suelo o del mar. Quedarían entonces en el espacio sólo satélites de observación y de alerta. Varios especialistas estiman que las armas con rayos son el porvenir, puesto que los proyectiles de la defensa serán 40.000 veces más rápidos que sus blancos, las armas de ataque. Intervendrán a la velocidad de la luz contra cabezas nucleares que se movilizan de 5 a 7 kilómetros por segundo. Además, por numerosas que fuesen, no podrían saturar la defensa como tampoco los tanques pueden atravesar una cortina de neutrones.
La guerra de las estrellas o de las galaxias reviste nociones estratégicas, técnicas, políticas e industriales complejas e inciertas. En el presente, la IDE trastorna totalmente el concepto de disuasión nuclear de estas dos últimas décadas y esto preocupa a varios gobiernos, expertos y comentaristas quienes, se dan cuenta que la disuasión nuclear pertenecerá pronto al pasado. En esa incertidumbre, algunos esperan que esta tecnología revolucionaria permita terminar con esta horrible lógica del equilibrio del terror, otros piensan que sólo se trata de militarizar el espacio o de reactivar la carrera armamentista. No se sabe exactamente cual será la orientacion de este cambio estratégico y si desembocará sobre un resurgimiento del armamentismo al nivel espacial. Ahora, sabemos con seguridad que una gran parte del destino humano se desarrollará en el espacio. En cuanto a la carrera armamentista, las palabras de este experto de renombre internacional, Coronel Marc Gete, ponen de relieve la importancia y la dimensión de esta revolución estratégica: "Pero desde Hiroshima la humanidad no ha encontrado nada más interesante a fin de asegurar la paz que acumular medios para aniquilar la civilización. Se puede hacer algo mejor. Si los proyectos de defensa espacial resultan, de lo cual no dudo, tendremos a plazos un desarme impuesto por las armas. Las monstruosas armas de exterminación serán entonces, mañana o pasado mañana, buenas para la chatarra. Entramos en una fase histórica del Occidente, la promesa de su supervivencia y al mismo tiempo de su victoria moral".

lunes, 26 de abril de 2010

Libro "Este otro Montalvo"*: introducción


Por Claude Lara

INTRODUCCIÓN

En la dedicatoria de su libro: "Juan Montalvo en París", leo:

"A mi hijo Claude.
Este modesto ensayo, con la seguridad de que pronto tú nos ofrecerás estudios más sustanciosos. Tu Padre".

Noble esperanza, pero no es el objetivo de este trabajo. No será tan innovador después del descubrimiento del hijo de Juan Montalvo; ni tampoco por el alcance de la investigación, pues no he estudiado durante décadas en los archivos y bibliotecas. Será una continuación de la obra: Juan Montalvo en París.

La innovación principal surge de esta admirable escena parisiense del verano de 1963, en los Campos Elíseos donde se lleva a cabo, cada semana, la feria de timbres:

"Señor, ¿tiene usted algún timbre de esta serie de Juan Montalvo? preguntaba un adolescente que tenía en sus manos una estampilla ecuatoriana con la efigie del ilustre escritor ... ¿Por qué te interesa Juan Montalvo? Dijo al adolescente un caballero de noble prestancia, finas maneras, admirado de oír en semejante sitio y de labios de un francesito el nombre del gran clásico. Este distinguido caballero, filatélico de ocasión, y horas de ocio, se dedicaba a trabajos más serios: era el Consejero Cultural de la Embajada de Venezuela ...

Su nombre: FG. Pardo de Leygonier, lo he menciona do en algunos de mis libros; pues, tuve el privilegio de disfrutar de su amistad ...

Extrañado por esta intervención, con admirable encanto el adolescente contestó: Mi papá me ha contado que pertenece a la familia de Juan Montalvo y, según parece, fue un gran escritor ...

Si deseas algunas estampillas de Juan Montalvo y más detalles de su biografía - añadió el diplomático venezolano - dirígete a este señor... Sacó una tarjeta y escribió:


Señor A. Darío Lara
Embajada del Ecuador
34, avenida de Messine
Paris 8°
tel.: LABorde 10-21(1)."


Gracias a sus descendientes en Francia la investigación sobre Juan Montalvo continúa y como ha escrito Oswaldo Barrera:

"Penetrar en el horizonte del mundo montalvino puede significar osadía e irreverencia"(2).

Es justamente el propósito de este libro. Su hijo, Jean Contoux Montalvo, ha dado un testimonio acerca de su padre, Juan Montalvo, de su vida en París especialmente, al escribir sesenta y dos cartas al doctor A. Darío Lara, entre los años 1963 y 1969. No obstante, se desconoce esta contribución, seguramente porque, a veces, se tiende a despreciarlo, más grave aún a criticar con desdén tales documentos sin haberlos examinado debidamente.

Para que el lector conozca el valor real de un aporte tan significativo, hemos traducido esta correspondencia. Así con esta versión española tal documentación estará a la disposición no sólo de especialistas o traductores ocasionales, sino de cuantos se interesen por la existencia del gran Ambateño. Además quiero señalar al lector la importancia de este epistolario que nos permite entender mejor la vida de Juan Montalvo en París ya que sus biógrafos han dejado en el olvido detalles de la misma; así todo lo relativo a sus relaciones familiares. Se trata también de destruir ciertas leyendas, pues esta voz auténtica pone en tela de juicio afirmaciones que han repetido varios montalvistas sin serias investigaciones.

Espero que este libro contribuirá a colocar en el sitio que se merece al autor de estas cartas. Su testimonio, con esta traducción y las notas que formularemos posteriormente, me llevarâ a admitir sin reservas esta afirmación:

"En pocas palabras, cualquier estudio acerca de la vida de Juan Montalvo en París, no podrá hacerse en adelante sin referirse a esta correspondencia" (7).
Me es grato confesar, aquello que me movió a emprender este trabajo ha sido la alta calidad del estudio del doctor Galo René Pérez: Un escritor entre la gloria y las borrascas, vida de Juan Montalvo (8). Sin embargo, acerca del testimonio de Jean Contoux M, el académico Galo René Pérez aseveró:

"Pero también necesito confesar que he debido rechazar muchas de las afirmaciones que él ha recogido de ese memorable personaje, porque las he encontrado viciadas de notoria falsedad" (9), y luego añadió:

"Pero en ningún caso esta vigilancia de juicio ha de entrañar ni el más leve desdén a la aportación que él ha hecho para esclarecer algunos puntos relacionados con la historia de su padre" (10).

Como ha escrito mi padre al doctor Galo René Pérez, al comentar su libro sobre Juan Montalvo:

"Mis observaciones ... , son ligeras sombras que hacen resaltar el cuadro del artista" (11).

Mis críticas estarán inspiradas por este mismo espíritu y de ninguna manera pongo en duda los grandes méritos de esta biografîa. Trataré tan sólo de disipar "ligeras sombras" para que el lector valore plenamente esta contribución a la bibliografía montalvina.

Veamos ahora ¿cuáles son "muchas de las afirmaciones" que ha debido rechazar nuestro Académico? y que refutaré con documentos a la vista.
"Lo de Augustine Contoux se presentó coma una incidencia obligada dentro de la fatalidad de su aislamiento en el extranjero" (12), y sobre todo:

"Algunos ecuatorianos la conocieron, y aún la trataron. Entre ellos dos escritores, amigos de mi biografado: Augustín Yerovi y Víctor Manuel Rendón. Pero ninguno se sintió inclinado a referirse a ella. Menos a describirla. Ni el propio Montalvo lo hizo en ninguno de sus escritos. Seguramente no le apasionó de veras"(13).
Curiosa apreciación y totalmente en contradicción con lo que escribió Juan Montalvo acerca de Augustine a su hermano Francisco, el 22 de agosto de 1888:

"Tan débil estoy, que apenas puedo dictar cuatro líneas. Por dicha una admirable mujer y buena amiga me recuerda a cada instante a mi hermana Juana. En verdad ella me ha salvado la vida con sus desvelos y su vigilancia. Tres meses de calentura y anonadamiento habrían sobrado para acabar conmigo sin la asistencia de este ángel de mi guarda. Después (de) seis años que vivo en familia, me ha salvado tres veces la vida por su amor por mí y me ha (dado) un mucha(cho) Juanito de dos años ..."(14).

De la misma manera en el anexo a la carta número 35, Jean Contoux su hijo, al dirigirse al señor Hugo Moncayo comentó:

"Usted parece creer, o más bien insinúa que, tal vez, después de todo mi madre no fue sino la enfermera y la secretaria de mi padre durante sus últimos días. Es una antífrasis. Mi madre era su compañera desde hada más de tres años; ellos vivían como cualquier matrimonio, con una doméstica y si, en efecto, ella le atendió con abnegación durante toda su larga y dolorosa enfermedad, lo fue por amor y coma debe hacerlo una esposa. Para los ecuatorianos que en aquel entonces ejercían funciones o tenían su residencia en París, especialmente los señores Zaldumbide, Dorn y Alsúa, que frecuentaban nuestra casa así coma los señores Miguel y Ezequiel Seminario; todos ellos la consideraban y la trataban coma tal" (15).
Con gran exactitud, Fernando Chaves aseveró:

"Jean Contoux Montalvo explica la razón por la cual solamente su segundo apellido es Montalvo. Su madre con sinceridad que la vuelve admirable dijo que su unión con el escritor ecuatoriano no fue legalizada, lo que impedía que diera a su hijo el apellido de su padre en primer término. Esa delicadeza de la señora francesa que acompañó y amó a Montalvo como lo prueba todo el período de sacrificada existencia que esa angelical mujer soportó, sumando a su agotador trabajo de costurera el cuidado de un enfermo grave que requería de medicinas, complacencias y que de adehala contribuía a la vida hogareña en el 26 calle Cardinet de París. La ayuda voluntaria aunque bien limitada de los ecuatorianos que vivían en París, funcionarios y particulares, a la señora Contoux, por su hijo y por ella misma pues tenía la figura innata y noble de la mujer francesa de la clase media, contrasta con la mezquindad ecuatoriana ... " (16).

Por lo tanto, no se entiende muy bien cómo nuestro biógrafo sin un estudio profundizado y una sólida documentación -llega a estas conclusiones acerca de la señora Augustine Contoux:

"Procedía ella con humildad silenciosa de una criada" o " ... apta, para atender y servir a su entristecido y muchas veces desapacible conviviente".

Tengo la seguridad que con la lectura de las cartas de su hijo, el lector apreciará la nobleza de esta mujer, reconocerá sus cualidades y percibirá el encanto que tanto cautivó a Juan Montalvo.
Además el doctor Galo René Pérez descuida por completo una dimensión de vital importancia en la creación artística, su atmósfera:

"La preparación del trabajo requiere un nido y más aún de una atmósfera ... Bueno es saber de dónde viene la luz ... Cuando es posible un segundo ser, resistente y a la vez reflejo, que tanto os ayude a controlar vuestros pensamientos nacientes, y que sea también el confidente de la tragedia. Y sin duda alguna es difícil encontrar a un colaborador bastante dócil, bastante refractario también para proyectar hacia afuera, la mejor parte de vosotros mismos. Foch tuvo a Weygand, sin el cual no hubiera sido él mismo. A menudo interrogué al general Weygand sobre el género de ayuda que daba a su jefe. Era en suma, según su modestia, en gran parte un servicio de admiración análogo al del ser amante. Puesto que la admiración que se tiene para usted disipa vuestros trastornos. Un secretario, un discípulo mudo, una esposa silenciosa pueden si necesario desempeñar este mismo oficio. Se encuentra siempre las ayudas que se ha merecido" (17).

Al respecto, cabe recordar que Juan Montalvo conocio a Augustine hacia 1882 y que desde esta fecha publicó la primera edición de los Siete Tratados en dos tomos; Mercurial Eclesiástica (1884); El Espectador (1886), el tomo II (1887) y tomo III, en 1888. También, en la misma época, debe tomarse en cuenta los numerosos artículos publicados en revistas europeas y americanas. Asi la "humildad silenciosa" de Augustine Contoux influyó positivamente en la creación literaria de nuestro autor.

Otra aseveración desconcertante:

"y que, por lo mismo, resulta absurda hasta la suposión de que él haya sido capaz de dar referencias directas y detalladas sobre absolutamente nada del último bienio de la existencia montalvina. Sin embargo Jean Contoux se atreve a hacerlo, puntualizando con énfasis un buen número de circunstancias, cual si las hubiera percibido y memorizado personalmente, pues que rara vez invoca la fuente de información de su madre" (18).
El estudio de la cartas de Jean Contoux es la mejor refutación de lo aseverado, leamos:

- "Naturalmente, tengo también recuerdos personales de mi infancia y de las relaciones que mi madre, fallecida en 1950 en sus noventa años, y yo, hasta mi décimo octavo año, más o menos, tuvimos con la mayor parte de las personalidades ecuatorianas, oficiales o privadas, en misión o residentes en París". (Carta N° 1).

- "Pienso poder añadir una nota relativa a la vida de mi Padre en París, según lo que mi madre me ha contado durante mi juventud". (Carta N° 6).

- "Al remover viejos papeles en contré algunas líneas de mi madre, relativas a la enfermedad y fallecimiento de mi padre. Las he puesto en limpio para usted". (Carta N° 13).

- "Mientras tanto, para su documentación personal, podré darle por escrito detalles sobre las relaciones que mi madre y yo mantuvimos con muchas personalidades ecuatorianas". (Carta N° 31).
- "Por mis cartas y verbalmente, durante mi viaje a París, le revelé los recuerdos que tenía de mi madre". (Carta N° 61).

- "Siempre supe, aun muy joven por mi madre, y más tarde por el señor Yerovi... " (Carta N° 65).
Por último, en el anexo de la carta número 6, Jean Contoux se refiere a su madre:
"Había conservado una excelente memoria y guardaba vivo el recuerdo de los años pasados con mi padre, pero, no le gustaba hablar de ello".

¿Estas aseveraciones no prueban con absoluta claridad que su madre fue su principal e irremplazable fuente de información? Y no sólo "raras veces": como se manifestó anteriormente, sino varias. Por otra parte, Jean Contoux de ninguna manera se "atreve a hacerlo, puntualizando con énfasis un buen número de circunstancias cual si las hubiera percibido y memorizado personalmente ... "; nada de eso, y como lo reconoció: "lo que concierne a mi padre le parecerá sin duda alguna un poco breve. Cuando su fallecimiento, yo era demasiado tierno para guardar muchos recuerdos personales" (19). Por lo tanto es indiscutible que su madre sensibilizó a su hijo para que conozca a su padre a través de múltiples evocaciones y, por una feliz coincidencia de una "escena parisiense": Jean Contoux, se preocupó en salvar la memoria de su progenitor, Juan Montalvo, gracias a estas cartas. Por ello, con toda razón mi padre afirmó, en su conferencia del 6 de abril de 1982:

"Si estos datos autobiográficos de Jean Contoux ofrecen tanto interés, con cuanto mayor intención debemos recordar los párrafos que escribió sobre su padre y que en más de las característica de este buen hijo fue el permanente y vivo recuerdo que conservó de su padre, a quien, sin embargo, no le conoció sino en sus tiernos años. Pero tales recuerdos fueron frecuentemente refrescados por las conversaciones con su madre. Desde muy niño, Jean tuvo perfecta conciencia de la personalidad de Juan Montalvo, de lo que representaba en las letras ecuatorianas y pudo así dejarnos algunos rasgos que contemplan aquellos que escribieron quienes conocieron y trataron a Juan Montalvo en París"(20).


Además, el 1° de febrero de este año en la Embajada del Ecuador en París hemos entrevistado mi padre y yo a Yolande Simard, nieta de Augustine Contoux y sobrina nieta de Juan Montalvo, le acompañaba su hijo Jean-Jacques Curtet Simard y nos dio a conocer verdaderas revelaciones totalmente inesperadas. En otras cosas, que su madre, Suzanne Contoux hermana de madre de Jean Contoux; falleció cuando Yolande cumplió diez años y su abuela, Augustine Contoux, se encargó de su educación. Nos señala que su abuela era una mujer sumamente generosa, de gran corazón, que hablaba y leía el español. Por otra parte, le leía fragmentos en español de las obras de su marido, Juan Montalvo, y a menudo manifestaba que se sentía orgullosa de haber vivido estos años con el ilustre Ambateño. No cabe duda que parte de este testimonio oral prueba, una vez más, que si Augustine Contoux, abuela ya, hablaba de Juan Montalvo en estos términos tan positivos a su nieta y con lecturas de sus escritos, su hijo, Jean Contoux, debió ser educado con el recuerdo permanente de su padre, Juan Montalvo (21).

Otro olvido sorprendente es la evocación de los amigos de Juan Montalvo a su hijo. No se puede dejar pasar la siguiente información sin captar inmediatamente su contenido y sacar conclusiones esclarecedoras:


"Naturalmente tengo también recuerdos personales ... , y yo, hasta mi décimo octavo año, más o menos, tuvimos con la mayor parte de las personalidades ecuatorianas, oficiales, o privadas, en misión o residente en París"(22).
Miremos los textos:

"Evidentemente, el nombre del señor Gonzalo Zaldumbide me es conocido, porque varias veces en mi infancia mi madre me habló de él. Supe así que la Señora de Zaldumbide (esposa de Julio Zaldumbide) frecuentaba la casa de mis padres, y si no me falla la memoria, me guardó en su casa durante los últimos días de mi padre y durante las exequias ... " (Carta N° 3).

"Durante mucho tiempo, sus amigos y las personalidades que residían en París o de paso ayudaron a mi madre: señor M. Rendón, Ministro Plenipotenciario y Enviado Extraordinario en Francia; el señor Carlos Winter, Cónsul General; su sucesor, el señor Angel Miguel Carbo; los señores Hermanos Seminario, banqueros, me recibían regularmente... Más tarde también vi frecuentemente, luego de haber visitado a mi madre, al señor Olmedo Alfaro, hijo del General Eloy Alfaro" (Anexo a la Carta N° 37).

"Terminé el plan del opúsculo que me propongo escribir acerca de mi padre, es decir acerca de su vida en París, según los recuerdos que recogí en mi juventud de mi madre y de los señores Yerovi, Y.M. Rendón y de Alsúa; los tres, me hablaron de él (Juan Montalvo) a menudo" (Carta N° 55).

"No me extraña que haya encontrado en la revista "Europa y América" la manifestación de la gran amistad que le unía con el señor Peralta. He debido decirle que lo conocí durante una de sus estadías en Francia. Debía tener yo quince años o diez y seis años e iba almorzar con él, en su hotel, casi cada jueves ... Siempre supe, aun muy joven por mi madre y más tarde por el señor Yerovi, el señor Manuel Rendón, señor Carlos Winter, señor Seminario ... " (Carta N° 65).

Estas citaciones documentadas comprueban que dentro de sus recuerdos personales, se deben incluir las múltiples conversaciones de varios amigos de Juan Montalvo. Y, finalmente, para un mejor conocimiento de la vida en Francia del ilustre Ambateño, esta correspondencia demuestra que, Jean Contoux se convirtió en el portavoz tanto de su madre como de los compatriotas mencionados en sus cartas, gracias a estos frecuentes testimonios.

Otro comentario sin fundamento del doctor Galo René Pérez:" ... dado el invariable infortunio económico de Montalvo, la única persona que le servía en su tercera estadía francesa era su conviviente. Esto es, Augustine. No había la aludida doméstica" (23).

Juan Montalvo en su estudio sobre la "Caridad en París" escribió: "La casa donde yo vivo, por falta de uno, tiene dos patios; y la portera es tan compasiva que jamás les (mendigos) niega el ingreso. No hay ventana que no se abra, ni muchacha que no saque la cabeza y tire sus dos sueldos. Mi criada tiene orden de no quedarse atrás, y da siempre como las otras" (24).

El lector apreciará.

Valga la ocasión para recordar en las relaciones de Gonzalo Zaldumbide y el hijo de Montalvo, este párrafo de mi padre:

"... puedo ahora referirme a aquello que me parece una actitud misteriosa de Gonzalo Zaldumbide en todo cuanto se relaciona con la familia francesa de Juan Montalvo. Debo comenzar afirmando que Gonzalo Zaldumbide conoce perfectamente la existencia de este hijo. Que le encontró en París. Que recibió algunos documentos de la madre de Jean, cuando preparaba la edición de las obras de Juan Montalvo en la Casa Editorial Garnier Hermanos. Y, sin embargo, según me parece, trató de ocultar, no habló claramente del asunto, por motivos que sobrepasan" (25).

"y falso en el mismo grado son las reuniones en los salones de "El Figaro" y de sus artículos para dicho diario" (26), afirmó aún Galo René Pérez. Por tan categórico que sean estos rechazos - y no pocas veces ello ha significado falta de argumentación - no se expone con claridad este asunto: la colaboración de Juan Montalvo en el diario parisiense "El Figaro". Al respecto Jean Contoux en carta de 6 de noviembre de 1969, escribió:

''Aquello que me admira, en cambio, es que usted no haya encontrado ningún artículo en la colección del diario "El Figaro". Yo siempre supe, aun muy niño por mi madre, más tarde por el señor Yerovi, señor Rendón, señor Carlos Winter, señor Seminario, que mi padre colaboraba en este diario, si no regularmente, a lo menos de tiempo en tiempo. TaI vez coma estaba ya exiliado, escribía con un seudónimo o también anónimamente. Es posible" (27).

Mi padre, al informarse sobre la posible colaboración de Juan Montalvo, durante los años de 1882-1887 en este diario, luego de revisar uno a uno todos los números de esta época y además "El Figaro Literario", no ha encontrado ningún artículo firmado por Juan Montalvo. Halló sí, varios artículos con seudónimos, por lo que en carta de 18 de diciembre de 1977 se dirigió al señor Max Clos, Director de la Dirección, quien contestó el 6 de enero de 1978:

"Señor Consejero: recibí su carta del 18 de diciembre y luego de haber ordenado realizar una averiguación tanto en los servicios de los archivos coma de nuestros servicios administrativos; lamentablemente no se ha encontrado huella de su compatriota Juan Montalvo. Tampoco me ha sido posible conocer si escribía con un seudónimo, nuestros archivos administrativos fueron destruidos durante la guerra".

El hecho de que hasta el momento no se hayan encontrado en "El Figaro" artículos en francés con el nombre de Juan Montalvo, no permite sacar conclusiones definitivas, visto que el ilustre Ambateño firmó varias de sus cartas, artículos con iniciales, seudónimos o sin ninguna indicación. Tal fue el caso de sus colaboraciones en la revista "Europa y América" del que mi padre ha ofrecido veinte artículos en el tomo segundo de los "más de cuarenta" que afirma haber recogido en dicha publicación, entre 1882 y 1887 (28). Además como varios críticos y literatos confirmaron la opinión de Jean Contoux, según sus afirmaciones que leemos en sus cartas de 3 de julio de 1966 y de 10 de noviembre de 1969. Por lo tanto, el asunto queda pendiente aún y no se ha dicho todavía la útima palabra.

Una vez "esclarecidas estas ligeras sombras" con pruebas que juzgo determinantes, concuerdo aunque no enteramente con la conclusión del doctor Galo René Pérez: "Pero en ningún caso esta vigilancla de juicio ha de entrañar ni el más leve desdén a la aportacion que él (Jean Contoux) ha hecho para esclarecer algunos puntos relacionados con la historia de su padre". Parcialmente sí; porque con esta traducción brevemente comentada trato de demostrar al lector que mi tesis va mas allá; no sólo esclarecer "algunos puntos relacionados" con la vida del polemista Ambateño, sino también tomar en cuenta lo siguiente:

"es imposible evocar la personalidad de Juan Montalvo sin referirse a sus relaciones con Francia" (29).

Y, por último, si con acierto mi padre constató que: ''Así, el hijo parisiense de Juan Montalvo, en sus ochenta y tres años bien cumplidos, descendió a la tumba en un olvido, en un abandono más sensibles aún que su ilustre padre" (30).

Confío que este trabajo revelará al lector la figura de Jean Conloux Montalvo y lo colocará en el sitio que merece, eso es:

"... por su ilustración, por su cultura no ostentaba un parentesco inmerecido con el ilustre Ambateño, por el contrario y pese a los azares de la sangre, era un hijo digno del muerto inmortal" (31).

París, marzo de 1995.

*Ediciones Abya-Yala/Casa de Montalvo, Cayambe, 1996.

NOTAS

1 Ver la conferencia del martes 6 de abril de 1982, reproducida por primera vez en el anexo 3.

2 Darío Lara: Juan Montalvo en París. Introducción, tomo 1. Subsecretaría de Ambato - I. Municipio de Ambato; 1981, pág. XI.

3 Añadimos también las cartas número 40, 41 Y42 de su esposa, ya que forman parte de esta relación epistolaria, así coma las cuatro últimas.

4 Empleo este pronombre en plural ya que mi padre tradujo en su obra Juan Montalvo en París y en sus conferencias varios pasajes de estas sesenta y dos cartas. Además, me ayudó constantemente en la elaboración de la versión española, así como en la redacción de las notas.

5 Me refiero a las siguientes publicaciones: Montalvo y Lida en Niza y Cuadernos de Apuntes, tomos primero y segundo. En la primera obra hay algunos errores de traducción, mientras que la segunda, las fallas son tan graves que sería necesario reeditarla.

6 Esta introducción no es un comentario de estas misivas, existe ya el libro de mi padre, pero para completar su estudio me pareció necesario añadir en anexo sus dos conferencias, inéditas aún, pronunciadas en el Municipio de Ambato, en ocasión del sesquicentenario del nacimiento de Juan Montalvo (1832-1982). Ver anexo 3.

7 Claude Lara: "Acerca de Jean Contoux M., hijo de Juan Montalvo". Revista AFESE, N° 25. 1995.

8 Galo René Pérez, Biblioteca de la Revista Cultura VI, Banco Central del Ecuador. Quito-Ecuador, 1992.

9 Ibidem, pág. 478.

10 Ibidem, pág. 480.

11 Carta de mi padre al doctor Galo René Pérez, de 25 de noviembre de 1991.

12 Idem nota 8, pág. 472.

13 Ibidem, págs. 472 y 473.

14 Idem nota 2, pág. 44.

15 Subrayado de Jean Contoux M.

16 Correo Diplomático, Año III, número 8, enero-marzo 1987, pág. 101.

17 Jean Guitton: Le Travail intellectuel, Aubier, éditions Montaigne, 1951, Paris, pages. 42-44. Traducción del autor.

18 Idem nota 9.

19 Ver carta N° 8.

20 Ver anexo 3; pág. 290.

21 A. Darío Lara: "Entrevista con la señora Yolande Simard y su hijo Jean-Jacques Curtet Simard". Memoria N° 3 Y 4. Sociedad Ecuatoriana de Investigaciones Históricas y Geográficas (SEIGHE) Quito, 1996.

22 Ver carta N° 1.

23 Idem nota 9.

24 El Espectador, Biblioteca Letras de Tungurahua. 1. Municipio de Ambato; pág. 305.

25 Idem nota 20, págs. 287 a 288.

26 Idem nota 8, pág. 479.

27 Al respecto, Jean Contoux M. en una conversación con mi padre precisó: "Fue también cuando me señaló el departamento en que vivió Jean Richepin, gran escritor, periodista, colaborador del Figaro; según me dijo, gracias a la amistad del ecuatoriano con aquel francés logró colaborar en el diario parisiense". Idem nota 2, pág. 98 y para más precisiones, ver las págs. 97-100.

28 Reproduzco en el anexo 4, inéditos de Juan Montalvo encontrados por mi padre.

29 Idem nota 2, pág. 21.

30 Ibidem, pág. 83.

31 Anexo 3, primera conferencia; pág 288.


INDICE

Presentación: p.I

Introducción: p. 3

Epistolario: p. 17

Anexos: p. 227

Anexo 1 - A propósito de un busto y de un parentesco: p. 229

Anexo 2 - Artículos sobre el hijo de Juan Montalvo y su descendencia en Francia: p. 238. (Un hijo de Juan Montalvo vive actualmente en Francia; Hace setenta y cinco años murió Juan Montalvo; Mi primera conversación con el hijo de Juan Montalvo; Revisando los archivos del hijo de Juan Montalvo y Revelaciones en el archivo del hijo de Juan Montalvo).

Anexo 3 - Primera Conferencia (Martes, 6 de abril de 1982): p. 268

Segunda Conferencia (Miércoles, 14 de abril de 1982): p. 300

Anexo 4 - Diez artículos atribuidos a Juan Montalvo: p. 315

La unión de las Repúblicas de Centro-América: p. 315

El general don Rufino Barrios: p. 320

El Ministro de España en Guatemala: p. 325

Guerra de Centro-América. La República del Salvador: p. 326

La Unión Centro-americana: p. 331

Don Benjamín Vicuña-Mackenna: p. 335

La quincena política. Francia: p. 339

El terremoto de la lengua castellana: p. 342

Crónica quincenal parisiense: p. 348

Hombres notables de América. Don Lorenzo Montúfar: p. 352

Cómo se escribe en América: p. 354

Don Gregorio de Icaza (A. L. Yerovi): p. 355

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INFORMACION ACERCA DE ESTA OBRA


Texto integral de la obra

"Tras la huella de Montalvo" (por Renán flores Jaramillo)

"A propósito de un busto y de un parentesco" (por A. Darío Lara)

"Juan Montalvo en la universidad francesa" (por A. Darío Lara)

"Un hijo de Juan Montalvo vive actualmente en Francia" (A. Darío Lara)

"Hace setenta y cinco años murió Juan Montalvo" (por A. Darío Lara)

"Auguste-Catherine Contoux, compañera de Montalvo en París, nombre para las letras ecuatorianas" (por A. Darío Lara)

"Mi primera conversación con el hijo de Juan Montalvo" (por A. Darío Lara)

"Revisando los archivos del hijo de Juan Montalvo" (por A. Darío Lara)

"Revelaciones en el Archivo del Hijo de Juan Montalvo" (por A. Darío Lara)

Juan Montalvo en Francia Actas del Coloquio de Besançon(15-17 de marzo de 1975) y, particularmente, "Juan Montalvo en París" por A. Darío Lara, pp. 190-206

"Juan Montalvo de regreso a París" (por A. Darío Lara)

"Homenaje a Juan Montalvo y textos desconocidos" (por Claude Lara)

Teatro de Jorge Icaza


Presentación

Por Claude Lara

La Comisión Nacional Permanente de Conmemoraciones Cívicas de la Presidencia de la República (CNPCC) sigue enriqueciendo su programa editorial con la publicación de tres «Cuadernos de Divulgación Cívica» sobre Alfredo Gangotena, el joven poeta de Virginia Pérez, La expedición a la canela y el descubrimiento del Amazonas de Octavio Latorre, Jorge Icaza, cronista del mestizaje de Manuel Espinosa Apolo, y dos libros: Sin temores ni llantos vida de Manuelita Saenz (reedición) de Galo René Pérez, así coma Una histórica conmemoración-40 años de la Primera Comisión Mixta Franco-Ecuatoriana de A. Darío Lara. Posteriormente, tendremos cuatro Cuadernos más sobre Miguel de Ibarra de Jorge Villalba F.SJ., Fray Vicente Solano de Enrique Muñoz Chávez, El federalismo en Loja de Alfredo Jaramillo, Luis Cordero, diccionario de indigenismos de Carlos Joaquín Córdoba y, cuatro libros adicionales: Teatro de Jorge Icaza, Pablo Palacio, heraldo de la moderna narrativa ecuatoriana de Yovani Salazar Estrada, Manuela Cañizares de Manuel de Guzmán Polanco y La historia humana de Galápagos de Octavio Latorre. Así, para este año 2006, trece obras nuevas integrarán nuestras colecciones.

Este año, celebraremos el centenario del natalicio de Jorge Icaza, el 10 de julio de 1906, y la Comisión Nacional ha hecho un esfuerzo especial para conmemorar a uno de los más importantes escritores ecuatorianos del siglo XX. En efecto, dos Cuadernos serán presentados, el 10 de julio de 2006: Jorge Icaza, 1906-2006, centenario del nacimiento de Renán Flores Jaramillo y Jorge Icaza, cronista del mestizaje de Manuel Espinosa Apolo. Y, un libro, «Así, la presente edición conmemorativa, recoge por primera vez, toda la obra de teatro publicada de Jorge Icaza ... (2)» Para explicar esta novedad, queremos destacar un aspecto fundamental de la creacion icaciana que el notable crítico Enrique Ojeda había subrayado ya, en una de sus entrevistas a nuestro homenajeado:

"¿Cuándo y en qué circunstancias surgió su interés por la creación literaria?
Para mí nació realmente la pasión literaria dentro del teatro. Fue una imposición de la vida. Mi afïción al teatro nació en mi infancia; nació como una afición de familia, como un hobby familial. Mi madre era muy aficionada al teatro. Todos los miembros de mi familia han sido muy aficionados al teatro, no como actores sino como espectadores, como pûblico. Siempre cuando venía a Quito algún espectaculo tomaban abono y era gente que no faltaba, que no dejaba de asistir a un espectáculo. Claro, yo de muchacho también asistía con ellos y cuando no me llevaban lloraba y venía el emperro consiguiente. Desde entonces naciô mi afición al teatro; tanto es así que cuando terminé el colegio a ese mismo Humberto Salvador le llevé un día a una compañía de comedias; nos fuimos a galerîa, usted comprende, robando el dinero a nuestras respectivas familias. Cuando yo estaba en sexto de colegio vino la Bracal, compañía de ópera. Era muy cara la galería. Cinco sucres, como decir hoy cinco dólares y ahí sí vino la rapacería dentro de nuestras familias y la venta de libros, entre ellos un texto de inglés de nuestro maestro, Mr. Brown, a quien no estimábamos: todo fue a parar a donde el Mapa Pelotas. Fuimos precisamente a galería. El grupo estaba formado por Luis Coloma Silva, Humberto Salvador, Oswaldo Castro y el que habla. Al día siguiente llegábamos a clase y causábamos entre los demás estudiantes una impresión formidable por haber asistido a la representación de una Bohemia, de una Aida. Y empezábamos a cantar sotto voce, sobre todo en las clases de inglés de Mr. Brown a quien no queríamos. Hacíamos ópera y un día tanta ópera hicimos que desde el primer patio donde tenía su despacho el director nos oyó cantar en el tercer patio donde recibíamos clase y vino y nos expulsó a todos del colegio. Desde luego esta expulsión general fue levantada al siguiente día ...»(3).


Sin embargo, sólo se trata de: «toda la obra de teatro publicada de Jorge Icaza». En efecto:

"[... ] En el año 1931 escribí una pequeña pieza que se llamó Por el viejo. Teatro más hecho, más construido, de diálogo fácil. Así mismo, sin ningún problema profundo ni psicológico, ni político, ni social. Era un pasatiempo. Éstas son las tres obras estrenadas por la Compañía. Con una desgracia: que estas tres obras no las pude publicar (4). El director de teatro Marco Barahona tenía en su poder los manuscritos y un día cuando los pedí me dijo que -en las hambres que había pasado ese hombre -porque ha pasado muchas hambres- había vendido en lote esas piezas teatrales a un señor Rogelio Gallo que tiene una librería por la García Moreno. Le supliqué a este señor que me vendiera las piezas. Me dijo que El intruso y La comedia sin nombre ya se llevó un gringo pero que todavía tenía Por el viejo. Le digo: ¡Hombre, véndamelo! Me dijo: sí. ¿Cuanto vale? Quinientos sucres, Le dije, usted quédese no mas con él. Allí está. No sé si lo habrá vendido [... ]».

Amigo lector, no esperemos otro centenario, ayúdanos a encontrar esos tres textos para que, finalmente, podamos publicar la obra completa de teatro de Jorge Icaza.
Dr. Claude Lara Brozzesi
Presidente (E) de la CNPCC
Mayo deI 2006


Las coordenadas de la CNPCC son: Avenida Amazonas 477 y Roca, 5to piso, oficina 520. Telfs.: 2502770/2231596.
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http://www.conmemoracionescivicas.gov.ec/)


NOTAS:

(1) Estas publicaciones, tanto los Cuadernos como los libros, estan íntegramente reproducidos en la página web de la CNPCC; ver la biblioteca electrónica: www.conmemoracionescivicas .gov.ec/publicaciones.html

(2) Ver la nota introductoria de esta obra, los editores, p. 13.

(3) Ensayos sobre las obras de Jorge Icaza con una entrevista a este escritor, Quito, Casa de la Cultura Ecuatoriana, 1991, pp. 110-111. Ver también, las pp. 112-117 y 130-132. Asimismo el interesante estudio de la profesora universitaria, señora Olga Caro: «La carrière théâtrale de Jorge Icaza» (La carrera teatral de Jorge Icaza) in "L'Equateur d'hier à aujourd'hui, hommage à Eugenio Espejo, actas del coloquio, Universidad de París X Nanterre, del 14 al 15 de marzo de 1995", Paris, Service Publidix, Universidad de París X Nanterre,pp.163-172

(4) Son: El intruso, La comedia sin nombre y Por el viejo. Ibidem.


INDICE DE LA OBRA:
15 ¿Cual es ?
63 Como ellos quieren
123 Sin sentido
273 Flagelo

*Año de edición: 2006

L'Équateur et la francophonie culturelle


Par Claude Lara* (In Cahiers de la francophonie culturelle nicaraguayenne, Cahier N.1, Série "Diplomate", Éditions du Bureau d'Action Linguistique de l'Ambassade de France au Nicaragua, 1992)


PREFACIO

"Car la France sera toujours notre espérance, la France à l'Amérique donnera sa main la France est la patrie de nos rêves, La France est le foyer béni de tout le genre humain" (1) escribió Rubén Darío en la lengua gala, en París, durante el mes de Junio del año 1914.

Al retomar la entusiasta llama dariana, hemos creado en la Alianza Francesa de Nicaragua un grupo francófilo y, como sustento, una publicación que se intitula: " Cahiers de la Francophonie Culturelle Nicaraguayenne".

A fin de dar a conocer los valiosos aportes culturales de los francófonos nicaragüenses y extranjeros, reunidos en la Alianza francesa, y conservar estos valiosos testimonios, decidimos recopilar en forma de Cuadernos, las Conferencias dictadas por nuestros expositores sobre aspectos variados de la francofonía cultural, en Nicaragua y otros países.

También, desearíamos que estos Cuadernos fueran textos de referencia para las Misiones Diplomáticas y Consulares, así como para las diferentes Alianzas Francesas asentados en países francófonos o interesados en la Francofonía Cultural , al versar sobre múltiples facetas de las relaciones franco-nicaragüenses.

Finalmente, agradecemos el estímulo y el concurso del Instituto Nicaragüense de Cultura (INC) y del Ministerio de Relaciones Exteriores de Nicaragua (MINEX) que, con colaborar en la creación de estos Cuadernos, contribuyen a enriquecer la cooperación cultural franco-nicaragüense.

Christophe Coupry
Servicio Cultural de la Embajada de Francia.
Oficina de Acción Lingüistica.
Managua, 24 de Febrero de 1992.

(1) Poema:" France-Amérique", in: Rubén Darîo, Poesía. Biblioteca Popular de cultura Nicaragüense. Editorial Nueva Nicaragua, Managua, Nicaragua pág. 518.
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L'EQUATEUR ET LA FRANCOPHONIE CULTURELLE* *

Quand j'ai proposé à Christophe de traiter ce sujet: l'Equateur et la francophonie culturelle, c'est tout simplement parce que de nombreux éléments -appelons-les circonstances historiques ou échanges en tous genres- font que l'Equateur se caractérise par une forte influence provenant de la francophonie culturelle.

Une des caractéristiques essentielles d'un pays c'est son nom. Le nôtre se nomme Equateur, ce qui peut paraître curieux. Car pourquoi appeler uniquement mon pays par le cercle qui entoure la terre et la divise en hémisphères nord et sud, alors que d'autres nations: américaines, africaines et asiatiques se trouvent dans la même situation géographique?

La réponse à cette question est avant tout historique et non pas exclusivement géographique. En effet, au XVIIIè siècle les savants européens; et surtout l'Académie des Sciences de Paris, étaient très intéressés par l'une des plus grandes controverses scientifiques qu'aura connu ce siècle: la détermination de la grandeur et de la configuration de la terre. Rappelons qu'il y avait deux hypothèses dominantes qui avaient chacune ses champions et ses détracteurs. Celle de Newton qui soutenait qu'en vertu du mouvement de la rotation de la terre celle-ci était aplatie aux pôles et celle des frères italiens Cassini qui croyaient que cet aplatissement se situait sur l'équateur.

Pour résoudre cette passionante querelle scientifique il n'y avait pas d'autres solutions que de mesurer un arc de méridien entre les régions polaires et un autre entre les zones équatoriales. Si les degrés de cet arc mesuré étaient égaux, notre planète serait parfaitement ronde; si le degré équatorial était supérieur à celui du pôle, la thèse des frères Cassini serait exacte, et finalement, si le degré polaire était supérieur à celui de l'équateur, ce qui fut effectivement démontré, Newton aurait vu juste.

L'Académie des Sciences de Paris, à ses propres frais, décida d'envoyer deux expéditions scientifiques, en 1735, dans les régions polaires de la Laponie et en 1736, à la Présidence de Quito, le nom, à l'époque, de mon pays durant la colonie espagnole (1).

Cependant ce n'était pas facile de voyager en Amérique espagnole, comme le souligna si bien l'écrivain équatorien, Jorge Carrera Andrade:

"Durant les XVIè et XVIIè siècles, l'Amérique espagnole fut une véritable Chasse gardée. Seuls les sujets du roi d'Espagne pouvaient "chasser" en ses domaines. Chasse abondante et variée, qui s'étendait de la collecte des impôts, le comerce légal et la contrebande, jusqu'à l'exploitation des ressources naturelles et l'utilisation de la main - d'oeuvre indigène. Les lois et les ordonnances de la Couronne interdisaient l'accès des colonies américaines aux Gitans, aux Juifs, aux Maures, aux protestants et à tous les non-catholiques qu'on appelait alors "hérétiques". Les bateaux anglais, français et hollandais qui essayaient de faire du commerce avec les ports hispanoaméricains, étaient déclarés pirates et, comme ceux-ci, étaient accueillis par le feu et le plomb. En outre, l'Inquisition ne perdait pas de vue les étrangers et surveillait leurs activités" (2).

Heureusement la situation changea au début du XVIII siècle avec l'arrivée de la dynastie des Bourbons en Espagne. Le petit-fils du roi Soleil montait sur le trône d'Espagne et le prince français, Philippe d'Anjou, devenu Philippe V d'Espagne, amorça une collaboration ample et dynamique avec son neveu, le roi de France Louis XV. En quelques mots: "Les portes de l'Amérique espagnole s'ouvrirent aux Français." (3).

Le premier acte de cette nouvelle politique fut l'envoi d'une expédition scientifique française avec la collaboration de deux hommes de sciences espagnols fournis par la couronne espagnole: Jorge Juan et Antonio Ulloa, rendus tres célèbres par la publication d'un livre très polémique: "Noticias Secretas de América". Donc cette expédition fut une mission culturelle composée d'académiciens, de géographes, d'astronomes et de naturalistes, et son arrivée en Equateur signifia le premier contact de la culture française avec l'Amérique espagnole.

Nous insistons bien sur le fait que la plupart des savants de cette mission étaient déja célèbres en Europe; il s'agissait donc de grands spécialistes de l'Académie de Paris, en la matière. Ainsi Charles - Marie de La Condamine, mathématicien, naturaliste et géographe; Joseph de Jussieu, médecin et botaniste; Philippe Bouguer, plus connu pour ses travaux d'hydrographie; Louis Godin, astronome, géomètre et architecte; Couplet, astronome; Sénièrgues, chirurgien et Morainville, ingénieur et peintre.

Cette mission resta un minimun de neuf années en terres équatoriennes, et au risque d'être excessivement bref, bien que notre sujet ne soit pas la première mission géodésique française, nous attirerons l'attention sus ses principaux apports: ces savants déterminèrent la longitude du méridien de Quito, tracèrent des plans et des cartes géographiques, découvrirent de nombreuses plantes, résines et gommes diverses, utiles à la médecine et à l'industrie - pensons simplement aux conséquences industrielles à notre époque de la découverte du caoutchouc - et étudièrent les phénomènes volcaniques. Par ailleurs, les calculs effectués par Bouguer sur l'arc du méridien Tarqui-Cochasqui servirent à la Comission des Poids et Mesures, créée par l'Assemblée Constituante française, pour l'implantation du système métrique. Finalement, ils multiplièrent leurs expériences dans d'autres domaines comme: la botanique et l'astronomie. Pour être plus précis, les résultats de ces travaux scientifiques de cette mission furent publiés par P. Bouguer dans la " Théorie de la Configuration de la Terre" et par Ch-M. de La Condamine dans son" Journal du Voyage fait par ordre du Roi à l'Equateur", en 1751.

Avant de poursuivre notre récit ouvrons une parenthèse pour insister sur le fait que La Condamine se lia d'amitié avec le géographe équatorien, Pedro Vicente Maldonado, et qu'ensemble ils descendirent l'Amazone jusqu'à l'Atlantique. Leur amitié fut si profonde qu'à son arrivée à Paris Ch-M. de La Condamine le fit nommer membre honoraire de l'Académie des Sciences de Paris et le savant équatorien s'y était rendu pour faire graver sa carte du Royaume de Quito, oeuvre qu'il ne put voir terminée bien qu'il restât deux ans en France, à la Cour de Louis XV. Malheureusement la mort le surprit à Londres, cependant son fidèle ami et premier biographe, Ch-M. de La Condamine, fit terminer la gravure des planches et remit l'oeuvre, y compris l'ensemble des manuscrits du géographe, à l'Ambassadeur d'Espagne en France qui les envoya à Madrid.

Mais reprenons le fil de notre histoire. Le monde littéraire a repris ce qualificatif, équateur, pour désigner ces terres qui avaient permis aux savants européens de découvrir scientitiquement l'Amérique espagnole. Le mot fit fortune et son premier emploi officiel remonte à Simon Bolivar, Président de la toute nouvelle Colombie. Il l'employa dans un discours capital qu'il prononça le 17 décembre 1819 en prêtant serment de faire appliquer la Constitution d'Angostura qui, entre autres choses, disposait de la nécessité de libérer l'Equateur. Plus tard il tint sa promesse et l'Audience de Quito fut incorporée à la République colombienne créée par le Libérateur. En dictant la "loi portant sur la Division Territoriale" du nouvel Etat, en juin 1824, il divisa l'Audience de Quito en trois Départements dont l'un s'appelait: Département de l'Equateur. Une fois la Colombie dissoute, l'Assemblée constituante réunie à Riobamba, en 1830, dicta notre première Constitution et décida de nommer mon pays Equateur, du fait que ce Département était le plus peuplé et aussi que s'y trouvait la vieille ville de Quito, à l'époque déjà presque tricentenaire. Et c'est ainsi que l'article premier de cette Constitution stipulait:

"Les Départements de l'Azuay, Guayaquil et Quito sont réunis entre eux en formant un seul corps indépendant et en ayant pour nom l'Etat de l'Equateur." (4).

Voilà bien un exemple qui montre très clairement l'une des raisons principales qui m'ont permis de démontrer cette influence de la francophonie culturelle sur l'Equateur.

Mon exposé est une simple contribution et non pas une analyse détaillée des relations franco - équatoriennes, ce qui pourrait faire l'objet de plusieurs livres. Pour cette raison avant d'aborder, par un rapide survol le "Siècle des Lumières", il est bon de rappeler qu'il y eut de nombreuses révoltes contre le pouvoir espagnol et ceci bien avant la révolution française. L'une des plus célèbres eut lieu précisemment à Quito et éclata le 22 mai 1765 à cause principalement des augmentations d'impôts. "La Revolución de los Estancos" (5) fut considérée comme l'un des principaux mouvements révolutionnaires américains avant l'indépendance et qui au cri de "mort aux espagnols" fut écrasée par ces derniers. Cependant, malgré cet échec, ce Gouvernement révolutionnaire a pu se maintenir au pouvoir durant toute une année entière et il faut bien insister sur le fait qu'il essaya de créer une monarchie créole, qu'il rejeta l'autorité coloniale et les lois péninsulaires, et pour en finir, dicta l'expulsion des espagnols (6).

Les encyclopédistes français influencèrent de nombreux révolutionnaires équatoriens venus à Paris ou qui s'y sont éduqués, comme Vicente Roca Fuerte, ou tout simplement en vivant à Quito, qui y ont lu et étudié les oeuvres interdites, comme ce fut le cas du savant équatorien Eugenio de Santa Cruz y Espejo qui , dès 1780, voyait la nécessité de proclamer l'indépendance, ce qui lui valut de nombreuses arrestations et finalement la mort dans les prisons espagnoles de Quito. Dans ce siècle "éminemment révolutionnaire" comme l'écrivit si bien le grand penseur colombien, German Arciniegas (7), est-ce une coïncidence si le 10 août 1809 la Présidence de Quito lança le premier cri d'indépendance contre l'Espagne et créa le premier gouvernement indépendant de l'Amérique espagnole?

Tandis que des missions culturelles et les explorateurs français se rendaient dans la République de l'Equateur, pays de la ligne équinoxiale, les Equatoriens se tournaient vers Paris pour y chercher l'ambiance propre à l'épanouissement des idées et à la formation artistique.

Prenons un exemple, peut - être le plus marquant, celui de Juan Montalvo. Pourquoi? Montalvo est un des grands maîtres de la prose espagnole des XIXè et XXè siècles et le créateur de l'essai moderne hispano-américain.

Comme nous sommes au Nicaragua rappelons que Juan Montalvo a été l'un des grands maîtres de Rubén Darío. Dans son épître de 481 vers, écrite à Leon en 1884 à 17 ans, et cinq ans avant la mort de Juan Montalvo, le grand poète proclama:

" En la región del arte luz es todo;
gran artista, te sientes dominado
por esa claridad como encendida
por la mano de Dios. Oye, ya suena
ese vago, incesante clamoreo,
de una generación que se entusiasma
al ver la obra que brota de tu mente.
La emulación llenando el pecho núbil,
de esperanza y deseo. Tu obra grande
es una voz que suena poderosa
dando aliento y vigor. Loor eterno
al hispano gigante celebrado
que creo la epopeya de la burla
mezclada con las lágrimas dolientes;
y gloria de la América garrida
hijo osado, que el vuelo tiende ahora
hasta donde los astros resplandecen.
Mira, ya sobre ti flota la lumbre,
y tú penetrarás su excelso arcano
(¿Cómo no has de acercarte hasta la cumbre
si Cervantes te leva de la mano?" (8).

Juan Montalvo vécut en France à trois époques bien déterminées (9). En 1857, l'ex-Président Equatorien José Marra Urbina fut désigné en poste à Paris et nommé à la catégorie de Ministre et il choisit notre écrivain comme Attaché civil. Mais pour des raisons politiciennes J.M. Urbina dut abandonner son voyage. Malgré ce contre-temps, Juan Montalvo vint à Paris en 1857 et il fut nommé comme Secrétaire de la Légation équatorienne, le 1er. juillet 1858. Montalvo avait 25 ans, c'est- à - dire qu'il était en pleine force de l'âge, bercé d'illusions, plein d'ambitions artistiques et à la recherche du prestige littéraire. Il étudia donc beaucoup, médita énormément et il apprit intensément. Mais pour des raisons de santé il dut abandonner la France et il retourna en Equateur, en 1860.

Lors de son second séjour il vint comme éxilé politique, après le coup d'état de Garcra Moreno, en 1869. Grâce à l'aide d'un autre Equatorien non moins célèbre, Eloy Alfaro qui vivait à Panama pour les mêmes raisons, il put voyager à Paris mais son séjour fut plus court et il abandonna la France du fait de la pauvreté dans laquelle il se trouvait et à cause de l'approche de la guerre franco-prussienne. Il retourna en Equateur en 1875, quand Garcia Moreno fut assassiné, le 6 août 1875, et alors il s'exclama: "mi pluma le mató"; ce qui d'une certaine manière était tout à fait juste.

Son troisième déplacement, encore comme éxilé durera jusqu'à sa mort puisqu'un autre dictateur avait pris le pouvoir, le Général Ignacio Veintimilla (1876-1883), contre lequel comme grand polémiste il écrira une des satires les plus féroces de toute la littérature hispano-américaine sur la dictature:"Las Catilinarias". Ce furent sept ans de vie difficile où il souffrit terriblement de son exil, malgré les joies de la vie familiale. Et il mourut à Paris, en 1889, au 26 rue Cardinet, où l'on peut voir actuellement inscrit sur une plaque ce qui suit:

" Juan Montalvo
Né à Ambato Equateur le 13 avril 1832
mort éxilé à Paris, le 17 janvier 1889
polémiste, essayiste, penseur
maître insigne de la prose espagnole
choisit la France son pays d'élection pour y finir ses jours
et mourut dans cette maison ".

Soyons audacieux et en quelques lignes parlons de l'oeuvre de Juan Montalvo, en France. Comme l'affirma Jorge Carrera Andrade:

" Les critiques français comparèrent Montalvo à Montaigne, lui donnèrent le titre de 'Miroir des chroniqueurs' et qualifièrent de sublimes ses pages sur la ' Mendicité '. De la fenêtre de sa modeste chambre, dans une maison de la rue Cardinet, Montalvo contemplait le spectacle de la rue et se rappelait les jours de sa correspondance avec Lamartine -auquel il s'empressa de rendre visite dès son arrivée à Paris- ainsi qu'avec Victor Hugo, tandis qu'il donnait à ses derniers écrits ce 'scintillement mental 'qui lui valut de figurer parmi les écrivains qui ont honoré le genre humain. C'est dans les livres de Montalvo - publiés par leur auteur en France - que nous, Equatoriens, avons appris pour la première fois à connaître les parcs et les rues de Paris. Montalvo est le premier de cette lignée d'écrivains latinoaméricains qui offrirent à la 'capitale de la culture occidentale', non seulement leur vie, mais leur mort. 'Mourir à Paris' fut la consigne de ces hommes qui aimaient la liberté plus que leur propre vie (10).

En effet Juan Montalvo publia plusieurs de ses écrits à Paris et en 1975 lors du "Colloque de Besançon", le premier organisé en France au sujet de son oeuvre, en mémoire du centenaire de la publication des "Siete Tratados" à Paris, de nombreux universitaires se réunirent pour aborder divers points de la création littéraire de Juan Montalvo (11).

Cependant comme essayiste, polémiste et chef de file intellectuel du libéralisme, Juan Montalvo connut bien des déboires. Prenons quelques exemples. Nul n'est prophète dans son pays, peut-être qu'une affirmation si courante n'a jamais été aussi exacte en ce qui concerne la carrière littéraire de notre écrivain. Lisons ce terrible pamphlet contre un de ses grands écrits, "El Cosmopolita":

"ULTIMA CARICIA DEL AUTOR COSMOPOLlTA:
Tu pluma al fin se movió
y el ensayo fue ruin
aunque tu soberbia al fin
a la perfección llegó.
Pero con burlas y veras
se te ha dado mucho azote...
Vete, infeliz neo-Quijote
Vete a Ambato a comer peras" (12).

Ces attaques répétées et bien souvent par les plus grands intellectuels équatoriens de l'époque, presque toujours fruits de l'envie et de la convoitise, firent réagir Juan Montalvo bien souvent avec grande violence, ce qui l'amena parfois à renier sa patrie, notamment dans cette phrase restée célèbre:

"Denme un Ecuador Libre, ilustrado, digno y soy ecuatoriano; de lo contrario me quedo sin patria" (13).

Comme l' a écrit l'un des plus grands biographes équatoriens actuels de Juan Montalvo:

"Uno de los hábitos ecuatorianos más perversos y pertinaces es el de organizar grupillos de ostentosa pero infima capacidad intelectual, cuya bárbara y tribal obsesión se dirige a encumbrar a la fama - una fama local, inválida y maloliente o cualquier cacique de los suyos, y a derramar en cambio sudores copiosos por rebajar el mérito de los talentos superiores, o por sepultar la obra de éstos en el silencio de una mañosa indiferencia" (14).

Autre déception ce fut l'attitude de la Royale Académie Espagnole de la Langue qui ne lui ouvrit pas ses portes pour des raisons essentiellement politiques. L'Académie était extrêmement conservatrice et Juan Montalvo, comme nous l'avons déjadit était un des plus grands représentants intellectuels latino - américains du libéralisme.

Il y a deux explications à cette mésaventure. Une qui provient des Académiciens eux -mêmes qui affirmaient que l'Académie ne pouvait désigner de son propre chef comme membre correspondant des personnalités où se trouvait déjà une académie de la langue. C'était précisément le cas en Equateur puisque fondée en 1875, durant la dernière année du Gouvernement de Garda Moreno, elle regroupait, bien évidemment, les plus farouches adversaires de notre écrivain. Il était donc impossible que cette dernière propose le nom de "l' homme à abattre", mieux encore, elle était bien trop heureuse de pouvoir l' humilier non seulement en Equateur mais d' une manière beaucoup plus cruelle, en Espagne, berceau de la langue hispano - américaine.

L'autre version voudrait que sa candidature fût rejetée par la Royale Académie comme l'affirma l'un de ses membres, Luis Carreras, qui dans un de ses articles publié dans la revue" Europa y América", le 15 mars 1885, et après avoir traité les "Immortels" de "Cuervos y Lechuzas", "Gramáticos Cojos" et "Filólogos Zurdos", écrivit:

"Convénzanse éstos (los académicos) de que si hemos de tener Academia conviene que sea, en todos conceptos, una corporación grande y respetable. ¿No es una bajeza, no es una indignidad, no es una infamia? que habiéndose propuesto a la actual el nombramiento de socio correspondiente para un prosista tan importante como el americano Montalvo, a pesar de la simpatía que inspiraba allí la arqueología lingüística de los Siete Tratados, le desechasen porque Aureliano Férnandez Guerra gritó como un energúmeno que Montalvo no creía en la Santísima Trinidad" (15).

Maintenant on sait que sa candidature ne fut jamais présentée; c'est une regrettable injustice commise par les Académiciens d'avoir refusé cette distinction à l'un des plus grands représentants hispano-américains de la langue espagnole.

Un autre désagrément fut la condammation pontificale des Siete Tratados par le Pape Léon XIII, deux mois après sa publication. Juan Montalvo, bien que souvent anti - clérical, était croyant et ses querelles avec le clergé équatorien sont restées célèbres, notament la "Mercurial eclesiastica" qui répondait à la Lettre Pastorale équatorienne du 19 février 1884 parce qu'elle reprochait aux Siete Tratados de contenir des " propos hérétiques, des maximes scandaleuses et des principes contraires aux dogmes révélés". Mais le plus dramatique c'est qu'à cause de cette intolérance et de cette haine farouche du clergé équatorienne il put être enterré dans sa ville natale, Ambato, seulement presque 43 ans après sa mort, en 1932.

Finalement, hasardons une conclusion sur l'oeuvre de Juan Montalvo en reprenant cette phrase de Galo René Pérez:

" Pero entiéndase bien esto: Montalvo fundador del ensayo moderno en lengua castellana, con sus mejores escritos, entre los que estan especialmente lo de El Espectador, abrió el camino a la prosa mas destacada de nuestro siglo." (16)

Comme dans ce parcours sur l'Equateur et la francophonie culturelle nous avons chaussé nos bottes de sept lieux, nous arrivons donc au XXè siècle et pour essayer d'illustrer la richesse de cet échange culturel franco équatorien je terminerai avec le poète équatorien, Alfredo Gangotena. C'est un cas prodigieux et exceptionnel comme l'a très bien montré le critique littéraire et grand traducteur Claude Couffon:

" Né, comme nous l'avons dit, à Quito, le 19 avril 1904, dans une famille de la haute bourgeoisie, on le retrouvera en 1920 à Paris où il termine ses études secondaires au Lycée Michelet, puis Duvignon de Lanou. Bachelier il étudie l'architecture à récole des Beaux . Arts, mais renonçant sans raison apparente à cette carrière, il entre à l'Ecole des Mines, d'où il sortira ingénieur. C'est comme 'étudiant français' que l'illustre école l'admit dans ses murs. 'Gangotenea fut un des rares étudiants étrangers qui avaient été acceptés avec ce privilège' constatera plus tard Jules Supervielle" (17).

Ce jeune et brillant ingénieur - poète publiera dans des revues comme; "Intentions, Philosophies, la Nouvelle Revue Française", etc, et au milieu des meilleurs écrivains de son époque: André Breton, Jean Cassou, Jean Cocteau, Paul Eluard, Max Jacob, Valéry Larbaud, Saint - John Perse, Marcel Proust, Raymond Radiguet, André Salmon, Philippe Soupault .... Un génie puisqu'il apprit parfaitement le français à 16 ans et qu'il devint un grand poète francophone. Ecoutons un de ses pairs et maître de la poésie française de notre siècle:

"Quand il se décida à me montrer ses vers en français, confie Jules Supervielle, je restai subitement étonné par la personnalité profonde et la naturelle grandeur de ce poète de 18 ans. L'originalité, la véritable, celle qui vient des sources mêmes du coeur, jaillissait gravement de ces poèmes sombres et brûlants, souvent difficiles mais dont les propres ténèbres se reflètent dans ces eaux merveilleuses et témoignent d'une élévation et de beautés palpitantes" (18).

Ou cette critique de Jean Cocteau lorsque paraîtra bientôt le recueil de poèmes de son ami: Orogénie:

"Gangotena, vous avez du génie. C'est quelques fois dommage -toujours merveilleux. Ne dites à personne notre projet de gloire. Je m'en charge. Venez vite avec le reste. J'ai déja annoncé à (?)que je lui préparais une surprise. votre Jean Cocteau."

Ou, encore, Max Jacob:

"Votre livre Absence me fait l'effet d'un son de grosse cloche, et on en écoute le son avec plaisir... C'en est fini des amusettes artistiques, des petits pittoresques ... Bravo pour ce livre fondamental qui ne quittera plus ma vie" (20).

Et, finalement, Jacques Maritain qui: "admire la grandeur tragique" de sa poésie et affirme:

"Ce n'est pas seulement sa beauté de forme et de volume, sa beauté en quelque sorte minérale qui m'émeut, c'est l'âme qui passe en elle" (21).

Après tous ces éloges et ne pouvant analyser la poésie d'Alfredo Gangotena, je vous propose la lecture d'un de ces poèmes: Le Solitaire. (Anexe N 1).

Mais comme le rappelera son grand ami, Henri Michaux, qu'il avait invité dans son pays et qui après ce voyage avait écrit un livre intitulé Ecuador où il voulut détruire le mythe de l'exotisme, sa santé était bien fragile:

"L' auteur étant jeune souffrit de plusieurs maladies, dont l 'hémophilie. Cette maladie atroce qui le mettait à la merci d'une dent arrachée, d'une simple piqûre par où son sang coulait aussitôt sans recours, sans s'arrêter, sans cesse, (à l'abri de la mort derrière ce frêle et unique rideau de l'épiderme), maladie qui le mettait dans une crainte continuelle et pratiquement hors du monde, l'a marqué à tout jamais" (22).

Ce que furent ses dernières années a été résumé en quelques lignes chaleureuses par Jules Supervielle:

"Après les horribles jours de 1940, Gangotena se consacra à notre cause et fit, si l'on peut dire, de la France sa religion. Abandonnant ses affaires et ses études, il consacra tout son temps et toutes ses forces à notre pays. Il fut le porte-parole du Comité de la France Libre en Equateur, devant les autorités de son pays, devant ses amis et, spécialement devant les ennemis de notre cause... C'est ma modeste contribution pour ma patrie spirituelle disait-il. Quelques minutes avant sa mort (le 23/12/1944) en pleine conscience if demanda à sa soeur (mariée au comte de Monlezun partisan dès la première heure du général de Gaulle), à être enterré avec cette Croix de Lorraine qu'il portait toujours sur lui" (23).

Bien, ainsi s'achève ce panorama sur l'Equateur et la francophonie culturelle et nous terminerons sur ce point, l'un des traits de génie du métissage hispano-américain, c'est tout d'abord d'apprendre l'espagnol aux Espagnols, et réciproquement, et ensuite, d'enrichir d'autres cultures différentes de la nôtre dans leur propre langue maternelle. Je vous remercie de votre attention.
Alliance Française de Managua, le 5 février 1992.

** Cet exposé n'est qu'un effort de vulgarisation où nous avons repris des passages des auteurs équatoriens et français qui sont mentionnés dans notre bibliographie. Notre travail n'a consisté qu'à ordonner cetains éléments afin de rendre leur compréhension plus claire et leur valorisation plus accessible.



NOTES:

(1) Francisco TERAN: Geografîa deI Ecuador. Libresa, Quito Ecuador, onceava edición, 1984. Pages 9 a 16.

(2) Jorge CARRERA ANDRADE: " Les Relations Culturelles Franco Equatoriennes". Cahier des Amériques Latines, série arts littératures, Paris 6è. Page 114.

(3) Ibid, page 115.

(4) Idem note l, pages 12 à 13.

(5) Estanco = Prohibición de la venta libre de una mercancia, monopolio.

(6) Alfredo LUNA TOBAR: El Ecuador en la Independencia del Perú. Banco Central deI Ecuador, Quito-Ecuador. Tomo 1ro. Pages 32 à 40.

(7) German ARCIENAGAS: Bolívar y la Revolución. Libro Libre, San José, Costa Rica, 1986. Primera página del prólogo.

(8) Rubén DARIO: Poesía Completa. Biblioteca Popular de Cultura Universal, editorial Nueva Nicaragua. Page 81.

(9) Darío LARA: Montalvo en París. Subsecretarfa de Cultura. 1. Municipio de Ambato. Quito-Ecuador, 1983, tomo 1. Pages 21 à 22.

(10) Idem note 2, page 125.

(11) Juan MONTALVO en Francia, Actas del Coloquio de Besanzon - 15/17 de marzo de 1975. Les Belles Lettres, Paris 1976

(12) Galo René PEREZ: Un Escritor entre la Gloria y las Borrascas-vida de Juan Montalvo. Biblioteca de la Revista Cultura VI, Banco Central de Ecuador, Quito, 1990. Page 266.

(13) Ibid, page 269.

(14) Ibid, page 252.

(15) Ibid, page 449.

(16) Ibid, page 446.

(17) Claude COUFFON: Alfredo Gangotena Poèmes Français recueillis et présentés par Claude Couffon. Collection Orphée, La Différence, Paris, 1991, page 8.

(18)Ibid, page Il.

(19)Ibid, page 18.

(20)Ibid, page 20.

(21)Ibid.

(22)Ibid, page 9.

(23)Ibid, pages 21 à 22.

Anexe N 1 LE SOLITAIRE***

Les yeux soulevèrent la palissade du paragraphe.
Sur l'eau placide,
Comme une fronde,
La pensée réveille les ondes.
Je suis bossu.
Ma mémoire surprend la sieste de l'antipode.

Ce n'est point le noeud de ma cravate,
Mais la solitude que je tords.
Vraiment j'ai tort
Car les volets éclatent
Et la chambre sue de me contenir.

Le fleuve de lune soulage les entrailles du cabanon.
Rien
Que les murmures de ma tête
Haletant les violons de l'araignée.
La bougie éteinte:
Un poisson véloce avale
Le sillage de sa lueur.

Est-ce la route des Indes?
Dans ma poitrine grince l'équipage.
Le zodiaque soudain émeut son engrenage
Sur l'impondérable coupole des Andes.

En haut:
La sinistre horloge des astres.
Et l'amorce de l'aube; l'avalanche des cimes;
Les aurores foisonnent dans l'amiante platinée.
Terre de Norvège!
ô murs de glace!

Sagittaire des forêts,
Un vent séculaire me flamboie aux tempes.
Prenez le large,
Ô sombre armée,
Ô nombres coincés dans le golfe de ma pensée!

J'ai beau lézarder le sol de mes cris
- Moi charnière de l'orage -;
Lécher les bavures du silence;
Abattre la digue de mes larmes:
Jamais!

Jamais, dans mon âme, je n'entendrai
Siffler le dard de Votre lumière!

Ah! Seigneur, dès l'étagère,
Daignez entendre ma plainte amère.
*** Idem note 17/ pages 55 à 56.

Bibliographie

- Actas del Coloquio de Besanzon: Juan Montalvo en Francia- 15/17 de marzo de 1975.
- Actas del Coloquio de Ecuador 1986. Cultura; Revista deI Banco Central deI Ecuador. 250 años de la Primera Mision Geodésica, Quito Ecuador, enero-abril 1986, números 24a, 24b y 24c.
- Germán ARCINIEGAS: "Bolívar y la Revolución". Libro Libre, San José, Costa Rica, 1986.
- Jorge CARRERA ANDRADE:" Les Relations Culturelles Franco-Equatoriennes", Cahier des Amériques Latines, Série arts littératures, Paris 6è.
- Claude COUFFON: " Alfredo Gangotena". Poèmes français recueillis et présentés par Claude Couffon. Collection Orphée-La Différence, Paris,1991.
Rubén DARIO: " Poesía Completa". Biblioteca Popular Cultural Universal, editorial Nueva Nicaragua.
- A. Darío LARA: " Montalvo en París ". Subsecretaría de Cultura. I. Municipio de Ambato. Quito - Ecuador, 1983, 2 tomos.
- Alfredo LUNA TOBAR: " El Ecuador en la Independencia del Perú".Banco Central deI Ecuador, Quito-Ecuador, 3 tomos.
- Galo René PEREZ: " Un Escritor entre la Gloria y -las Borrascas- vida de Juan Montalvo". Biblioteca de la Revista Cultura VI, Banco Central del Ecuador, Quito 1990.
- Francisco TERAN:" Geografía del Ecuador" Libresa, Quito-Ecuador, onceava edici6n, 1984.
- Francisco TERAN:"Nuevas Páginas de Geografía e Historia" -Las Misiones Geodésicas Francesas en el Ecuador. Instituto Panamericano de Geografía e Historia, Quito - Ecuador, 1982.
- Neptalí ZUÑIGA:"La Expedición Científica de Francia del Siglo XVIII en la Presidencia de Quito". XI Asamblea General deI IPGH y Reuniones Panamericanas de Consulta Conexas, Quito-Ecuador, 1977.


Claude LARA BROZZESI


AUTRES ÉTUDES SUR CE SUJET

-Carrera Andrade et les Lettres françaises de A. Darío Lara

-L'amitié de deux hommes de sciences: Charles-Marie de La Condamine et Pedro Vicente Maldonado et l'origine de l'amitié entre deux peuples

* Né en 1959 à Paris. De nationalité Équatorienne; Etudes scolaires en France. Licencié En Civilisation hispanoaméricaine; Docteur en Droit International (Université de Paris X); Diplomate exerçant actuellement les fonctions de Deuxième Secrétaire de l'Ambassade de l'Équateur au Nicaragua. Cofondateur (...) de la revue AFESE (Association des Fonctionnaires et Employés du Service Extérieur équatorien); Collabore aussi aux revues Revista de Ciencias Internacionales, et aux quotidiens équatoriens (...) El Expreso, El Meridiano. Va publier en 1992 aux Editions de la Banque Centrale de l'Equateur: "El territorialismo Latinoamericano en el Derecho lnternacional del Mar". A paraître aussi : "La Doctrina Latinoamericana y el Sistema Marítimo del Pacífico Sudeste".